El mundo al revés: turismo de día y esquí de noche

Siera Nevada fue la pionera hace ya más de 20 años, cuando iluminó la pista Maribel para que el anochecer no se convirtiera en un inconveniente para los esquiadores. A esa iniciativa se unieron después Formigal, Grandvalira y Masella, que se ha convertido en la auténtica capital del esquí nocturno en España, como ya os contamos en este reportaje en El Confidencial.

La estación de la Cerdanya tiene un total de 34 kilómetros disponibles para los aficionados que desean esquiar por la noche y repartidos entre 13 pistas. Abre tres noches a la semana, de jueves a sábados, y mientras el primer día es mayoritario el ambiente joven y estudiantil, durante el fin de semana son muchas las familias que se apuntan a esta nueva forma de esquiar. Un planazo de invierno en toda regla.

Turismo de día por una preciosa zona de montaña

Casi pegado a Francia y a tan sólo 15 kilómetros de la estación está Puigcerdá, uno de los pueblos más encantadores de la Cerdanya y con un impresionante lago rodeado de mansiones muy cerca del centro. No se puede dejar de visitar el campanario de Santa María, uno de los símbolos de la ciudad, ni pasear por las empinadas y estrechas calles del centro, o cruzar a Francia, cuya frontera está a la salida de la localidad, para comprar productos franceses en Bourg-Madame.

Pero no sólo Puigcerdá se merece una visita cerca de Masella. Bellver de Cerdanya, ya en la provincia de Lleida pero también apenas a 17 kilómetros de la estación, merece un paseo por sus calles, al igual que Martinet, Prullans o Pi. Una preciosa comarca que te recargará las pilas… antes de ir a deslizarte por las pistas de Masella cuando se ponga el sol.