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El lado más íntimo del negocio NBA: vestuarios, espectáculo y diversión
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EL CONFIDENCIAL SE CUELA EN EL TOYOTA CENTER

El lado más íntimo del negocio NBA: vestuarios, espectáculo y diversión

¿Se imaginan a los periodistas esperando en el vestuario del Real Madrid a que Cristiano se duche para entrevistarlo? Eso es lo que pasa en la NBA

¿Se imaginan a los periodistas esperando en el vestuario del Real Madrid a que Cristiano Ronaldo salga de la ducha para entrevistarlo? Eso es lo que ocurre en la NBA. La mejor Liga de baloncesto del mundo da una lección cada partido de cómo el marketing y el espectáculo acompaña a lo deportivo y en ocasiones, es más importante. No sólo los medios de comunicación son una parte importante de rutina diaria, también los jugadores están muy cerca de una afición que llega al pabellón horas antes de que comience el partido. Sorteos, concursos… y en definitiva, todo lo relacionado con un deporte, el baloncesto, que en Estados Unidos se ha convertido en uno de los más importantes del país.

El Confidencial se adentró en el Toyota Center, pabellón donde juegan los Houston Rockets, en los partidos ante Oklahoma City Thunders y los Denver Nuggets. En ambas ocasiones, las gradas presentaron una buena entrada y el público se entregó a un equipo que esta temporada, disputará los playoffs. En los prolegómenos del partido, los niños disponen de hinchables y juegos relacionados con el baloncesto, mientras los adultos pueden realizar colaboraciones con la comunidad, comprar en cualquiera de los puestos de venta, además de en la tienda y por supuesto, comer.

En un partido de NBA no falta todo tipo de comida rápida: perritos, hamburguesas, nachos y palomitas. Todo está dispuesto para que las casi tres horas que pueden llegar a durar los partidos de NBA no sean aburridas. Después de una presentación con luces apagadas y efectos especiales con la iluminación, arranca un partido en el que también hay música durante algunas fases del juego y donde no falta la voz del speaker pidiendo al público que anime.

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Además, tanto en el descanso, en los cambios de cuartos y en los tiempos muertos, hay concursos, regalos de camisetas y actuaciones de las ‘cheerleaders’. En muchos casos, jugadores como James Harden, cuyo sueldo ronda los 14 millones de euros, o Kevin Durant, que cobra 20, esperando la lado de la mesa a que termine el espectáculo para volver a saltar a pista.

Antes de comenzar el partido, los periodistas pueden estar a pie de pista mientras los jugadores calientan y también dentro del vestuario mientras algunos escuchan música o realizan los últimos estiramientos antes del partido. Una vez que termina el encuentro, el vestuario vuelve a ser el centro de atención, ya que minutos más tarde se abre a la prensa. Los periodistas esperan a que las estrellas vayan llegando de la ducha y comienzan la entrevista, muchas veces, cuando todavía no se han terminado de vestir o están comiendo algo tras el partido porque así lo piden los propios jugadores.

Una forma de actuar muy diferente a la de España. En Estados Unidos, los propios jugadores son conscientes de que eso también es parte de su trabajo, que deben hablar tras los partidos y muchas veces antes. Vender el producto es lo importante y no importa que seas uno de los mejores jugadores del baloncesto del mundo. También lo tienes que hacer.

¿Se imaginan a los periodistas esperando en el vestuario del Real Madrid a que Cristiano Ronaldo salga de la ducha para entrevistarlo? Eso es lo que ocurre en la NBA. La mejor Liga de baloncesto del mundo da una lección cada partido de cómo el marketing y el espectáculo acompaña a lo deportivo y en ocasiones, es más importante. No sólo los medios de comunicación son una parte importante de rutina diaria, también los jugadores están muy cerca de una afición que llega al pabellón horas antes de que comience el partido. Sorteos, concursos… y en definitiva, todo lo relacionado con un deporte, el baloncesto, que en Estados Unidos se ha convertido en uno de los más importantes del país.

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