Del 'mea culpa' de Llull a la llave "de prisión" de Yabusele: el partido de la vergüenza entre Madrid y Partizán

Lamentable episodio el que se vivió la noche de este jueves en el WiZink. El Real Madrid recibía al Partizán de Belgrado en el segundo partido de la serie de cuartos de final de los playoffs de la Euroliga obligado a reaccionar tras el triplazo de Kevin Punter casi sobre la bocina que le dio a los serbios el primer partido. Los de Chus Mateo sabían que para ir a la Final Four era clave este segundo encuentro, y si no la serie tenía demasiadas papeletas para no acabar regresando a la capital española. Y la cosa no fue nada bien.

El equipo de Zeljko Obradovic salió mejor y logró una ventaja en la primera parte que los blancos ya no fueron capaces de igualar. Con otro gran partido de Dante Exum, el Real Madrid se encomendaba a una remontada de película y la fortaleza defensiva del equipo, pero el cuento no tuvo final feliz y ahora tocaba saber perder. Ya con el partido resuelto, con Partizán 15 arriba a falta de menos de dos minutos, Sergio Llull encendió la mecha con una falta antideportiva sobre Punter. La excesiva energía del base menorquí tuvo la respuesta del estadounidense, que se encaró con él. Todo ello provocó que se destara una vergonzosa batalla campal sobre la cancha, volando los empujones y los puñetazos entre los miembros de ambos equipos.

En medio de tanto golpe, la acción más peligrosa la hizo Guerschon Yabusele. El francés cogió por la espalada a Exum, levantándole y estrellándole después contra el suelo en una caída que lesionó a la estrella de Partizán de Belgrado, y que probablemente le costará una dura sanción al jugador del Real Madrid. Ya con los ánimos más calmados, Sergio Llull se pronunció en las redes sociales este viernes por la mañana asumiendo su parte de culpa: "Lo de anoche no debe ocurrir nunca en una cancha de baloncesto. Asumo mi responsabilidad por hacer esa dura falta que desencadenó el desastre posterior. Mis disculpas a todos los aficionados al baloncesto".

El médico de Partizán, Moma Jakovljević, dio a conocer que Dante Exum tiene un dedo roto tras el duelo: "Lo miré ahora. Se le rompió el tendón del segundo dedo del pie. Lesión grave. Tendrá que ir a Belgrado con muletas, para que lo analicemos allí. También se lesionó el labio superior", dijo para Telegraf. Además, afirmó que la acción de Yabusele es para que nunca más vuelva a jugar al baloncesto: “La forma en que Yabusele lo tiró con un movimiento de judo, eso es para prisión, para suspensión de por vida. Por cómo Yabusele lo tiró, Exum podría haberse roto la columna o lesionado gravemente la cabeza y terminado su carrera. Esto fue terrible. Nunca había visto esto en mi vida", reconoció sorprendido el médico en Mozzart Sport. El jugador estadounidense llegó con muletas a la capital serbia.

Rudy pidió perdón y Obradovic pide calma

Uno de los grandes veteranos del Real Madrid, Rudy Fernández, abandonó la pista abrazado a Zeljko Obradovic y quiso pedir disculpas por todo lo sucedido al acabar el partido: "Hay que pedir perdón a nuestros aficionados y al baloncesto en general. No se tienen que ver estas situaciones, pero con muchas pulsaciones se cometen errores y esto es lo que ha pasado".

"Somos dos clubes amigos. La tensión del partido se debe quedar en lo de hoy y que sigamos jugando al baloncesto y que esto no vuelva a pasar. Es difícil tener campo a favor y que el Partizán haya jugado mejor que nosotros. Punter, Sergi... da igual quién empezara, la prioridad es el baloncesto y no el espectáculo del último minuto. Agradecemos las palabras de Zeljko Obradovic", dijo Rudy sobre un partido en el que hubo un total de 21 descalificados.

El propio Obradovic, entrenador de Partizán, reconoció que tratará de calmar los ánimos de cara al tercer partido en el siempre caliente Stark Arena de Belgrado: "Hemos venido a jugar contra el Real Madrid, un gran equipo. Ahora tenemos 2-0, y estamos muy contentos por la manera que hemos jugado y porque hemos merecido ganar".

"No sé qué puedo decir. Creo que esto que ha ocurrido no es bueno para el baloncesto, ni para el Madrid ni el Partizán. Los jugadores tienen emociones, se han dado la mano al final y no pasa nada. Desde este momento voy a intentar calmar las cosas, quiero que ahora se hable de baloncesto. Aquí siempre se trató bien a todo el mundo. En Belgrado voy a intentar calmar a toda la gente. No van a hacer nada contra el Real Madrid. Necesitamos hablar de baloncesto", afirmó el técnico.