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El Barcelona juega dos partidos ante un Galatasaray que se quedó ciego sin Arroyo
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SE LESIONÓ POCO ANTES DEL DESCANSO (88-61)

El Barcelona juega dos partidos ante un Galatasaray que se quedó ciego sin Arroyo

El Palau vio dos partidos en uno. Antes del descanso mandó el Galatasaray hasta que su estrella Arroyo se lesionó. A partir de ahí, el Barcelona revivió (88-61)

Foto: Navarro con el balón ante el escolta Sinan Guler (Efe).
Navarro con el balón ante el escolta Sinan Guler (Efe).

Polos opuestos. Así surgían Barcelona y Galatasaray en el Palau. El tremendo inicio de los turcos llamaba más la atención frente a la frialdad de los azulgranas que parecieron contagiarse del pobre ambiente que se vivía en el pabellón catalán. Los allí presentes vieron dos partidos por el precio de uno y la causa fue la lesión de Arroyo. La estrella puertorriqueña abandonó la cancha antes del descanso lesionado tras una acción fortuita con Dorsey. Hasta ese momento, los turcos manejaron el encuentro a su antojo con su juego sencillo, pero suficiente para maniatar a un Barcelona que en la segunda parte aprovechó el timón desbocado del Galatasaray para despertar y rematar a un rival herido. El primer punto de la eliminatoria se queda en la Ciudad Condal (88-61).

A medida que corría el tiempo, los turcos se antojaban como un rival complicado. Su buen rendimiento les impedía entregarse. Evitaron que el Barcelona sumase puntos fácilmente, dieron rienda suelta a su baloncesto tranquilo y cerraron a la perfección para evitar que los rebotes cayeran en manos de sus rivales. Con semejante balance, se puede pensar que la brecha antes del descanso fue amplia. Nada más lejos de la realidad: sólo dos puntos separaban a azulgranas y turcos que se marcharon noqueados por la ausencia de Arroyo.

El puertorriqueño estaba especialmente fino, llevaba la voz cantante del Galatasaray hasta que en un salto con Dorsey, pisó la bota del estadounidense fortuitamente y se marchó de la cancha cojeando. Arroyó con el apoyo de Aldemir, que mostró a los presentes que, además de los rebotes, también sabe atacar bien desde el palo alto, el Galatasaray siempre fue por delante en el marcador excepto durante unos efímeros segundos antes del descanso. Y todo esto teniendo en cuenta que los mejores tiradores del conjunto turco todavía no habían aparecido. El Palau ponía en evidencia un exceso de tensión, de fallos y de baloncesto lento por parte de los azulgranas a los que no les salía nada ni en defensa ni en ataque.

¿Y antes del descanso? La defensa dibujada por Xavi Pascual hacía aguas en el primer cuarto y pidió el primer tiempo muerto cuando el Galatasaray mandaba en el luminoso (0-9). El técnico culé demandaba a sus jugadores que creasen, que mordiesen y que hicieran todo esto con tranquilidad. Se lo tomaron al pie de la letra, pero sólo lo último. Los tres primeros puntos locales llegaron de la mano de un Juan Carlos Navarro que aparecía intermitentemente para dejar algún destello. El Barcelona flojeaba en defensa y no cuidaba los emparejamientos; por ello, en el minuto siete apareció en la cancha Víctor Sada. Xavi Pascual necesitaba a un defensa alto para complicar la aplicada organización del Galatasaray. Los turcos llegaban como víctimas, pero no estaban dispuestos a entregar el partido.

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El Barcelona se intentaba acomodar entre precipitados ataques y errores en el tiro exterior. En el momento en el que la defensa empezó a carburar, también lo hizo el ataque y el encuentro empezó a igualarse mientras el Palau comenzaba a ver indicios del juego habitual de los suyos. El paso por los vestuarios sentó bien a los de Xavi Pascual que dieron el do de pecho comenzando con un triple de un inspirado Pullen que reventó el partido en un par de minutos y puso a los suyos por delante en el marcador logrando la máxima diferencia hasta el momento. El Galatasaray, por su parte, intentaba resistir. Los turcos lo pasaban mal su estrella; Arroyo todavía no había regresado a la cancha. Sin su director de juego, marcar se complicaba ante un Dorsey que surgía en zona como un muro casi imposible de derribar y se aliaba con Nachbar para formar pareja interior y despejar las dudas iniciales.

El Barcelona intentaba serenar su ataque mientras minaba poco a poco al Galatasaray y llegaba al último cuarto con el partido encarrilado. El partido había vuelto a perder la chispa y la recuperaba, por momentos, con la aparición de Oleson al que no le hacen falta más que unos cuantos minutos para lucirse con el tiro. Con la misión cumplida ante un tocado Galatasaray, ciego sin Arroyo, Xavi Pascual dio descanso a los más veteranos y dejó que sus hombres cogieran confianza antes de sumar su primer punto en la eliminatoria ante los turcos.

Ficha técnica

Barcelona (14+19+26+29): Huertas (-), Navarro (12), Papanikolaou (4), Lorbek (6), Tomic (10) -cinco inicial-, Pullen (11), Dorsey (8), Sada (2), Abrines (5), Oleson (11), Lampe (-), Nachbar (19).

Galatasaray (21+14+14+12): Arroyo (14), Hairston (6), Markoishvili (3), Aldemir (9), Erceg (4) -cinco inicial-, Akyol (1), Mensah-Bonsu (5), Macvan (4), Guler (-), Arslan (9) y Dudley (6).

Árbitros: Christodoulou (GRE), Zamojski (POL) y Koromilas (GRE). Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente al primer encuentro de la eliminatoria de cuartos de final de la Euroliga disputado en el Palau Blaugrana ante 5.227 espectadores.

Polos opuestos. Así surgían Barcelona y Galatasaray en el Palau. El tremendo inicio de los turcos llamaba más la atención frente a la frialdad de los azulgranas que parecieron contagiarse del pobre ambiente que se vivía en el pabellón catalán. Los allí presentes vieron dos partidos por el precio de uno y la causa fue la lesión de Arroyo. La estrella puertorriqueña abandonó la cancha antes del descanso lesionado tras una acción fortuita con Dorsey. Hasta ese momento, los turcos manejaron el encuentro a su antojo con su juego sencillo, pero suficiente para maniatar a un Barcelona que en la segunda parte aprovechó el timón desbocado del Galatasaray para despertar y rematar a un rival herido. El primer punto de la eliminatoria se queda en la Ciudad Condal (88-61).

Juan Carlos Navarro