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El dilema de este Eurobasket: equipos malos o una España 'histórica'
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la defensa destaca en tanteos bajos

El dilema de este Eurobasket: equipos malos o una España 'histórica'

Sin la púrpura de otras ediciones, la España de Orenga sigue siendo altamente competitiva gracias a la defensa practicada en este Eurobasket

Foto: Marc en el duelo ante Polonia (Efe).
Marc en el duelo ante Polonia (Efe).

Produce cierto desasosiego esta España de Orenga, acostumbrados en los últimos años a pasear con la casaca roja a algunas de las estrellas más rutilantes del baloncesto internacional. En el recuerdo colectivo permanecerá imborrable la final que le disputó España a tumbar abierta frente a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos. Un año más tarde, y con el Mundial de España del próximo año, este Europeo se presentaba como un envite de transición. Gasol (Pau), exprimido durante muchos años, pidió disculpas. Se operó de las rodillas y de paso toma resuello para una temporada que se presenta al límite, con el Mundial en la cúspide. Será posiblemente la última gran cita a la que llegue la mejor generación del baloncesto español. Esa eterna Selección Júnior de 1999 que tantos éxitos ha dado se cita para 2014, en casa, para poner el broche de oro a una leyenda que tardará años en ser superada.

Conviene no obstante ensalzar las virtudes que muestra esta nueva España, que piano piano busca cambiar el molde de anteriores citas. Con lo que se ha quedado en casa, el combinado nacional ha pasado de ser un equipo con tanteos altos, al que el rival le cuesta seguir el ritmo, a otro que precisa de una gran aplicación en defensa para no enterrar el talento que guarda, que sigue siendo bárbaro. Un tanteo bajo acorde al resto de resultados del campeonato. Es por ello que precisa de tener una sincronización ataque-defensa que permita sacar provecho de sus tiradores desde el perímetro. Se hace preciso por tanto ser fuertes en defensa para coger vuelo en ataque. Mermado el juego interior por la sola presencia de Marc Gasol, con Xavi Rey en la récamara y que ante Polonia pidió paso, el acierto desde el perímetro se antoja fundamental.

Pese a que los guarismos en esta faceta no son malos, alrededor de un 40% de aciertos en tiros de tres, da la sensación de que el equipo rinde por debajo de su nivel. Del acierto del tiro exterior dependerá también en buena medida que Marc Gasol suelte lastre y pueda moverse con más soltura dentro de la pintura. Pese a no estar brillando en ataque, a España le basta con la buena aplicación en defensa para firmar unos números que fríamente invitan al optimismo. En estadísticas facilitadas por ‘Míster Chip’, España no ganaba en un Eurobasket por una diferencia mayor de 36 puntos desde el 5 de septiembre de 2003 (España 99-52 Suecia). Esto se une, además, a que en los cuatro partidos disputados hasta el momento, España sólo ha recibido 210 puntos en contra. La cifra más baja en un Eurobasket desde 1961.

Siempre cuesta volver a mirar de tú a tú a rivales a los que anteriormente eras netamente superior a menos que tuvieras un mal día, circunstancia que conviene no olvidar cuando se trata de deporte, máxime en una disciplina tan ligada a las sensaciones como el baloncesto. En un ámbito como el deporte de alto nivel donde la memoria suele ser efímera, y la exigencia es cada vez más alta, siempre dio España el puñetazo en la mesa que se le pedía cuando la situación lo precisaba. La historia reciente avala a España, con Pau o sin él, para darle tiempo y esperar que Orenga logre ajustar el libreto dentro del estilo tan masticado durante años. A la espera de que logre un juego brillante, España compite. Y bien. Que no es poco.

Produce cierto desasosiego esta España de Orenga, acostumbrados en los últimos años a pasear con la casaca roja a algunas de las estrellas más rutilantes del baloncesto internacional. En el recuerdo colectivo permanecerá imborrable la final que le disputó España a tumbar abierta frente a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos. Un año más tarde, y con el Mundial de España del próximo año, este Europeo se presentaba como un envite de transición. Gasol (Pau), exprimido durante muchos años, pidió disculpas. Se operó de las rodillas y de paso toma resuello para una temporada que se presenta al límite, con el Mundial en la cúspide. Será posiblemente la última gran cita a la que llegue la mejor generación del baloncesto español. Esa eterna Selección Júnior de 1999 que tantos éxitos ha dado se cita para 2014, en casa, para poner el broche de oro a una leyenda que tardará años en ser superada.

Marc Gasol Cuatro Eslovenia
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