Gran Canaria, una isla donde el deporte tiene siempre la misma cara

"Yo creo que me he volcado con el baloncesto. Yo fui la persona que firmó para que viniera la Copa del Rey a Gran Canaria". El que habla es Lucas Bravo de Laguna, consejero de Deportes del Cabildo de la isla y figura clave para entender por qué la Copa viaja esta semana a Las Palmasy por qué la selección de Estados Unidos jugó allí un amistoso el pasado verano (la elección comosede delMundial de Baloncestono fue responsabilidad suya, como se indicaba en una versión anterior).

El torneo, que se disputa del 19 al 22 de febrero, vuelve a Gran Canaria 25 años después de la primera y única vez que se jugó allí. La edición de este año y la de 2016 (en La Coruña) lo sacan del circuito Madrid-Vitoria-Málaga que ha acogido 7 de las últimas 9 ediciones. En 1990, el campeón fue el CAI Zaragoza. Ahora parece improbable que gane alguien que no sea el Real Madrid o el FC Barcelona, que se han enfrentado en cuatro de las últimas cinco finales y a partir del jueves volverán a ser los favoritos.

Para entender por qué la Copa del Rey se celebra este año en Gran Canaria hay que conocer primero el uso que el Cabildo hace del deporte. Desde la llegada del PP al gobierno en las elecciones locales de 2011, el deporte ha sido una pieza fundamental en la política de la institución, que utiliza los grandes eventos como plataformas para la proyección exterior de la isla. "Sin dejar de ayudar al deporte base y al deporte autóctono, hemos querido apostar por grandes eventos, que sirven no solamente como reclamo deportivo, sino también como promoción turística", explica Bravo de Laguna a El Confidencial.

"Yo me volqué, le propuse al presidente del Cabildo llegar a ese acuerdo con la ACB y lo firmamos hace dos años", cuenta. El presidente no es otro que su padre, José Miguel Bravo de Laguna, pero la cara del deporte grancanario en los últimos cuatro años es él. No hay semana en la que no aparezca posando junto a un deportista, inaugurando una instalación (el presupuesto de su área se ha triplicado en esta legislatura) o dando una rueda de prensa, una sobreexposición que le ha granjeado algunas críticas, las mismas que ha recibido por su gestión, aunque han sido más numerosas las reacciones positivas.

Él defiende su labor y piensa que tienen que seguir la misma línea. "Gran Canaria nunca había tenido en tan poco tiempo tantos eventos deportivos de esta magnitud", dice refiriéndose a la Copa del Mundo y a los amistosos que tanto Estados Unidos como España jugaron días antes en el Gran Canaria Arena, la joya de la corona impulsada por el anterior gobierno, pero rematada por el actual. El pabellón, que acogerá la Copa del Rey, ha costado 70 millones de euros, de los que el Cabildo ha acabado pagando mucho más de lo que tenía previsto. A eso hay que sumar lo pagado por ser sede del Mundial, de la Copa y traer a las estrellas de la NBA. Sus críticos cuestionan la pertinencia de todo ese gasto. Pero él lo ve como una inversión.

"El Cabildo ha pagado un canon por traer la competición, como hacen todas las sedes. Todos pagan un canon porque tienen luego un retorno económico tremendo. Nosotros lo estamos cifrando en más de 15 millones de euros. El retorno en la ciudad y en la isla hace que el beneficio sea mayor que el gasto", comenta. El retorno directo y el impacto económico (93 millones por la Copa del Mundo) forman uno de los argumentos más utilizados por el Cabildo. Pero también sus cifras, como el impacto de 82 millones por la presencia de Team USA en la isla, han sido puestas en duda.

"Vale la pena", reclama, "los empresarios y las instituciones se van concienciando de la rentabilidad de este tipo de eventos. Evidentemente es rentable si se hace bien, con presupuestos con lógica, sin tirar el dinero. Genera economía y puestos de trabajo... El beneficio es evidente", dice, y cita cifras para respaldar sus afirmaciones: "El partido de Estados Unidos lo vieron 21 millones de personas de 150 países".

Un club sostenido con dinero público

La implicación del Cabildo con el baloncesto va más allá de la promoción turística. El organismo público es el dueño del Herbalife Gran Canaria, equipo de la Liga Endesa. De los 6,7 millones de euros de presupuesto del equipo en la actual temporada, casi la mitad (3,3) es dinero público. Ese sostén ha permitido al club mantener su capacidad económica en los últimos años, justo cuando casi todo los demás clubes de la Liga Endesa, han disminuido sus presupuestos. "Si el Cabildo no estuviera detrás del Gran Canaria, estaríamos fuera de la ACB o luchando por no descender todos los años", defiende Bravo de Laguna, que además de consejero de Deportes es el vicepresidente de la entidad. A veces no se sabe dónde termina el Cabildo y comienza club.

Pero antes que político y directivo, Bravo de Laguna es aficionado (hace 26 años que es abonado). No es raro verlo discutir en Twitter después de los partidos, una situación extraña en un cargo público. Pero con el Granca no puede resistirse. "Reconozco que me cuesta quitarme el traje de aficionado y de directivo. No entro al trapo a todo lo que me escriben: me llaman sinvergüenza, ladrón, 'enchufao', golfo... No entro ni a la mitad", dice.

Bravo de Laguna es el culpable de que los ocho mejores equipos de la ACB se jueguen esta semana el título copero. Se propusoque Estados Unidos jugara allí y jugó; que se disputara la Copa del Rey y lo ha conseguido. También le gustaría que el Herbalife ganara el título, pero eso es bastante más complicado.