Slaughter, un norteamericano que hace campaña por Cristiano y su Balón de Oro

El Real Madrid de baloncesto representa al equipo perfecto. Los récords llegan de la mano del trabajo bien hecho, iniciado con una dirección deportiva que atiende a la lógica, un entrenador que se mueve en la normalidad como seña de identidad, una sección que trabaja y deja trabajar y una plantilla unida alrededor del objetivo de ganar títulos y repleta de historias humanas que dan forma a un grupo que tiene en la convivencia la base de los éxitos que están cosechando.

Marcus Slaughter (28 años, San Leandro) es uno de doce jugadores que han logrado borrar de los libros de historia a Pedro Ferrándiz y compañía. Los números dicen que el norteamericano quizás no sea la referencia del equipo, pero su integración en el club madridista le lleva a ser una de las piezas básicas de los triunfos de este equipo que por ahora no conoce el miedo.

Con una adolescencia complicada por culpa del asesinato de su hermano Jemall, Slaughter decidió buscar alicientes en la vida y muchos de ellos los ha encontrado con el baloncesto. Dio el paso hacia el deporte tarde, pero con el tiempo suficiente para ser un jugador importante en Europa.

Llegó para ser determinante, referencia dentro de la pintura, pero el pívot ha sabido asumir a la perfección ese rol que le ha otorgado Pablo Laso dentro del equipo. Es capaz de disfrutar con las dos únicas canastas que logró ante el Barcelona, como con los dos triples que logró Felipe Reyes. No le importa perder minutos de juego. Sabe que tiene que jugar veinte minutos, pero a tope, aunque sea para coger tres rebotes. Es un hombre de club y lo demuestra dentro de la cancha y fuera. "Es la familia del Real Madrid", comenta el pívot.

Fiel seguidor del equipo de fútbol

Lejos de ser el típico jugador criado a las faldas de la NBA (sólo ha llegado a participar en una pretemporada con los Miami Heat), Slaughter aterrizó en Madrid hace temporada y media sabiendo a qué tipo de club llegaba. Su presencia en Europa desde 2006 ayudó (Turquía, Francia, Israel y Alemania), pero su filosofía de vida nada tiene que ver con la de otros norteamericanos que dan la espalda a la realidad con la que se encuentran. Desde el primer día intentó integrarse en el día a día de la entidad madridista.

El dominante pívot norteamericano, pese a extraño que pueda parecer, decidió que para conocer a fondo a la entidad madridista, lo primero que debía hacer era visitar el Santiago Bernabéu honrando de esta manera a aquello de 'club de fútbol'. Slaughter se quedó alucinado con lo que veía sobre el verde, con el ambiente que se vivía en el estadio, pasando a ser uno de los más fieles seguidores de sus compañeros futboleros.

Con el paso del tiempo se fue acercando a los Ronaldo, Modric, Marcelo, Ramos, Xabi Alonso... tanto que una de sus mayores decepciones fue la final de la Copa del Rey que perdió el equipo blanco ante el Atlético. Amigo que viene, amigo que lleva al Palacio y al Bernabéu. Tanto que en su cuenta de Twitter exhibe con fotos sus vistas al estadio madridista.

A favor del Balón de Oro para Cristiano

Slaugther decidió semanas atrás hacer campaña por Cristiano Ronaldo en su lucha por el Balón de Oro que tanto ansía el portugués. El norteamericano exige el galardón para su compañero y lo hace comparando el número de asistencias y de goles logrados por Messi y Ribéry como principal argumento.

Lo cierto es que el norteamericano es un admirador más del equipo de fútbol y de ello presume en cuanto puede. No le importa hacer campaña por su amigo Cristiano Ronaldo o celebrar el gol de Jesé en Valencia del pasado 22 de marzo y siempre con su grito favorito: "¡¡¡Hala Madrid!!!". Así es 'Masacre', uno de los pilares de este invicto Real Madrid.