Cuando en el Magariños no había colegio para celebrar los éxitos del Estudiantes

Temporada 1992, Estudiantes y Joventut de Badalona se clasifican para la Final Four protagonizando una temporada histórica para ambos equipos. El conjunto madrileño había logrado poco antes la Copa y en Magariños "todo era una fiesta" afirma Nacho Azofra, exjugador de aquella época. El entonces entrenador Miguel Ángel Martín, apodado 'El Cura' recuerda el momento histórico que vivió el club colegial aquel año: "Pasamos de ser el equipo simpatiquete a ser conocidos en toda Europa". Grandes momentos del club que recoge el segundo número de la revista RB. Tú al Ramiro y yo a Badalona que presentaron en la tarde de este miércoles los periodistas Santi Escribano, del Estudiantes y Enric Corbella, de Marca, acompañados de Nacho Azofra. En aquella ocasión Estudiantes y Joventut se enfrentaron hasta en diez ocasiones y la publicación las recuerda con historias y entrevistas de protagonistas de la época. 

“La temporada 92 fue histórica", así recuerda Azofra el gran año del 'Estu'. El exjugador del equipo colegial repasó alguno de los grandes momentos del año histórico que vivió la entidad. "Estuve en la Copa casi de espectador excepto en los últimos minutos donde gracias a los servicios médicos pude disputar un poco de partido. Esta Copa nos la merecíamos, después de haber llegado el año anterior a la final y perderla de dos ante el Barcelona. Era nuestra Copa. Me acuerdo que en semifinales nos enfrentamos al Joventut y ví a Villacampa fallar dos tiros libres que no tocaron ni aro. Ahí dije ‘estos vienen más cagados que nosotros’ y fue cuando me acuerdo que pensé ‘este partido lo vamos a ganar’. Y así fue. La final ante el Zaragoza no se nos escapó”.

Azofra recuerda con emoción las celebraciones tras la victoria. "Después de la Copa, cuando llegamos a Magariños, el recibimiento que tuvimos nos puso los pelos de punta. Recuerdo que no hubo colegio ese día. Todo fue una fiesta. Fue un año lleno de fiestas, en el que disfrutamos muchísimo. Para mí, la clasificación para Estambul para disputar la Final Four significó más que ganar la Copa. Como dijo ‘El Cura’, ‘Pasamos a ser conocidos en toda Europa’ y ese fue el momento que reflejó aquel año”. 

El enfrentamiento ante el Maccabi en la Final Four es uno de los grandes recuerdos de Azofra. "Después llegó la Final Four en Tel Aviv, ahí aguantamos y estuvimos ilusionados, pasamos y en semifinales perdimos ante el Joventut que estaba imparable y realizaba un juego muy poderoso. Me acuerdo de Ricky Winslow en aquella época, para mí uno de los mejores jugadores que ha pasado por este club. Realizaba un juego muy completo y era muy difícil de defender. En un sólo partido fue capaz de anotar nueve mates, eso es algo que ahora no se ve", recuerda con entusiasmo. 

La cantera, el buque insignia 

Aunque han pasado 20 años de esta gran época, Estudiantes y Joventut han demostrado con el paso del tiempo que continúan siendo dos equipos que apelan al romanticismo un poco por convicción y otro poco por necesidad. La cantera es la base de ambos clubs aunque tal y como afirma Azofra "las cosas han cambiado mucho". Y es que hablar de Estudiantes, es hablar de Nacho Azofra, una institución del 'Estu' que señala las diferencias que ha sufrido la cantera de entonces con la de ahora. "Antes pasar de la cantera al primer nivel era mucho más fácil que ahora. Había menos diferencias. Hoy en día es muy difícil y en el Estudiantes lo es porque se trata de pasar de Liga EBA a Liga ACB y es un salto muy grande". 

Azofra reconoce que las dificultades han aumentado porque "hay muchos más niños". Los horarios, las pistas..."todo hay que repartirlo y es complicado". Aunque el mítico jugador de Estudiantes reconoce que los objetivos siguen siendo los mismos. "Lo que pretende el Estudiantes es que cualquier jugador de categorías inferiores se proyecte en jugadores del equipo profesional. El objetivo es transmitir desde arriba, que se sientan participes de las victorias y las derrotas. Es importante que sientan los colores. Recuerdo que cuando yo era un chaval no me quería parecer a grandes jugadores de la NBA, yo quería ser como Vicente Gil. Eso es lo que tiene pertenecer a un club como Estudiantes. Antes te asociaban directamente con un club, escuchabas Nacho Azofra y sabías que hablaban del Estudiantes. Ahora, es difícil pero aquí no es una utopía. Que se mezcle todo esto tiene un valor”. Y el valor de equipos como el 'Estu' o el Joventut pasa por seguir creciendo pero sin olvidarse de sus verdaderos orígenes.