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Daniel Ambrós, el rayo que viene detrás de Bruno Hortelano… y no es el único
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el maño lidera una brillante generación

Daniel Ambrós, el rayo que viene detrás de Bruno Hortelano… y no es el único

El pasado mes de julio batía el récord de España junior de los 200 metros al parar el crono en 20.95. Daniel Ambrós forma parte de una importante generación de velocistas españoles

Foto: En la imagen, Daniel Ambrós.
En la imagen, Daniel Ambrós.

Su irrupción en la élite fue todo un acontecimiento. El atletismo español encontró en Bruno Hortelano un poderoso y eficaz referente en una especialidad en la que nuestro país nunca brilló especialmente a nivel internacional. El velocista nacido en Australia sumó en el Campeonato de Europa disputado en Amsterdam en 2016 una medalla de oro en los 200 metros que muy pocos esperaban. La velocidad nunca había alumbrado a un atleta de tanto esplendor, aunque mirando hacia el futuro aparecen jóvenes talentos que apuntan muy alto. Es el caso de Daniel Ambrós (Zaragoza, 24-4-1998). Y lo bueno es que no es el único...

Voces autorizadas del mundo del atletismo español apuntan a que “será muy grande”. Defiende la camiseta del Playas de Castellón, pero Zaragoza sigue siendo el epicentro de su vida, como estudiante y como atleta. El pasado mes de julio batía el récord de España junior de los 200 metros al parar el crono en 20.95, rebajando en 5 centésimas el registro que unos días antes había marcado Pol Retamal, otro de los velocistas que aprietan con fuerza. “Cuando estaba en el colegio me dijeron que probara con el atletismo porque me veían muy buenas condiciones”, evoca en conversación con El Confidencial, añadiendo que fue “hace 5 cuando ya tuve claro que la velocidad era lo mío al ver que conseguía cosas importantes”.

En el IES Tiempos Modernos, el colegio en el que estudió, ya a su alrededor empezaron a apreciar en Daniel grandes aptitudes que hacían presagiar que la velocidad sería su destino. El Simply Scorpio, histórico del atletismo maño, le echó muy pronto el ojo. Fue en este popular club donde empezó a dar los primeros pasos, los que llevaron al Playas de Castellón, uno de los grandes. “Dentro de lo que cabe, cuando era un niño ya era de los más rápidos”, subraya, algo que poco a poco le fue llevando al mundo que ahora es su vida. Su rutina diaria es como la de cualquier chaval, “ir a clase por las mañanas, entrenarme por la tarde y disfrutar del poco tiempo libre que tengo con los amigos”.

Trío de oro

“Forman el trío de oro”, dice Esther Lahoz, entrenadora del protagonista, refiriéndose a Daniel, Pol y Manu de Vicente, los tres grandes velocistas que vienen apretando por detrás. “Son los tres muy jóvenes y hay que ver su evolución”, recalca la profesora del primero, que sobre su pupilo subraya, tras una temporada trabajando a sus órdenes, que “lo que más me sorprende es lo buen atleta que es a la ahora de entrenar”. “Siempre hace lo que se le dice”, enfatiza, aunque la pasada campaña estuvo marcada por algunos problemas musculares que golpearon en exceso al pujante atleta español y en momentos clave de la campaña.

Apuesta por la filosofía de Simeone: “Nunca dejar de creer, pelear siempre hasta el final, duro trabajo diario… Yo aplico esas pautas a mi carrera deportiva”

Estudiante de grado medio de Deportes, cuando era un niño, cuando no sabía qué le depararía la vida, también jugaba al fútbol “y no se me daba nada mal”. El deporte rey le encanta y esconde una curiosidad, su gran pasión por al Atlético de Madrid. ¿Por qué cuando es de Zaragoza? Daniel lo explica de la siguiente manera: “De pequeño todo el mundo era del Barcelona o del Real Madrid... y no quería ser como todo el mundo. A mí me gustaba el Atleti”. Y reconoce que aplica a rajatabla la filosofía de Simeone: “Nunca hay que dejar de creer, pelear siempre hasta el final y trabajo diario como clave del éxito… Yo aplico todas esas pautas a mi carrera deportiva”.

Generoso en el esfuerzo

“Se entrena sin problemas, es muy generoso en el esfuerzo y muchas veces hay que frenarle”, recalca la legendaria cuatrocentista, olímpica en Seúl y Barcelona, para valorar el trabajo de su discípulo. En este sentido, entiende que “Daniel debe aprender a entrenar”, y tiene claro que uno de sus puntos fuertes, más que fundamental, es “su enorme competitividad cuando llega la hora de la verdad, cuando afronta una competición. En esos momentos decisivos, rinde por encima de los entrenamientos”. “El entrenamiento invisible” también es ejecutado perfectamente por Ambrós. Se refiere Esther a “la alimentación, el descanso, la rehabilitación… También a compaginar perfectamente su vida de atleta con la de estudiante”. En esta faceta también valora el comportamiento del atleta lejos del lugar de entrenamiento.

“Fue todo un éxito”, dice el joven deportista al recordar ese récord cosechado, y reconoce Ambrós que después de años de trabajo, entiende que los 200 metros es la prueba en la que más puede brillar. “Me veo más en esa distancia, antes que en los 100, por una series de pautas en las que me veo más cómodo”, relata. Sobre los secretos para brillar en la velocidad, las claves que considera fundamentales, apunta a “la técnica y una gran paciencia. Son las dos únicas cosas que tengo en cuenta a la hora de correr”. En 2015 fue campeón de España juvenil en 100 metros, pero con el paso del tiempo ha llegado a la conclusión de que en una distancia superior encontrará mejores frutos.

placeholder Daniel Ambrós, en acción durante una carrera.
Daniel Ambrós, en acción durante una carrera.

No teme la competición

Igual que en esos momentos clave, cuando toca competir, no vacila, “tampoco le tiene miedo a sus rivales”, señala Lahoz, que se apresura a dejar claro que “se trata de una promesa de primer año y tiene aspectos que mejorar. Nunca se sabe dónde puede acabar un atleta tan joven como él, pero desde luego tienen unas magníficas condiciones. Pero “como se trata de un chico tan disciplinado”, entiende que su carrera deportiva puede cargarse de triunfos. “Un gran año puede ser fruto de la casualidad”, entiende la entrenadora, que por ello recalca que “luego hay que reafirmarlo todo en los siguientes”.

“Destaca por su capacidad motivacional. Daniel es un atleta que se crece siempre, que no tiene miedo a la competición”, reconoce Esther Lahoz, su entrenadora

Sus piernas funcionan a la perfección, pero su cabeza no le va a la zaga. La entrenadora subraya su “gran capacidad motivacional. Por ejemplo, cuando batió el récord junior, nadie creía que llegaría ese momento, pero él sí estaba seguro de ello”. “Es un atleta que se crece siempre, que no tiene miedo a la competición”, insiste, un aspecto básico porque en esas edades a muchos le tiemblan las piernas cuando la hora de la verdad ha llegado, cuando toca reflejar con resultados oficiales los conseguidos en las duras sesiones de entrenamiento.

Usain Bolt

“Si me tengo que quedar con alguien, es con Usain Bolt”, reconoce Daniel, que por supuesto tiene a Bruno Hortelano siempre en mente. “Para mí es un grande. Me alegro de que por fin haya aparecido un atleta español que corra de esa manera en el mundo de la velocidad”, afirma, destacando de nuestro campeón “su buena progresión y su gran final de carrera”. “No sé si algún día llegaré hasta ese lugar estelar, pero espero estar a la altura de Bruno y poder correr contra él en el futuro”. “Es difícil prever cuándo llegaré a la madurez, ya que pueden surgir varios imprevistos en cualquier momento, como por ejemplo las lesiones”, apostilla.

Considera Lahoz que “Hortelano ha servido de tirón, para que todos se den cuenta de que un españolito puede correr y competir al lado de Bolt”, y recuerda que “en el pasado Europeo junior, hasta tres españoles (el trío de oro) estuvieron en la gran final de 200 metros, todo un orgullo. Ellos nos dan esperanza y pueden estar arriba en el futuro”. Volviendo al gran campeón, al que un fatal accidente alejó temporalmente de la competición, considera que “llama mucho la atención a los jóvenes, les maravilla por todo lo que ha hecho”. “Bruno no se siente inferior a nadie y trabaja como el que más”, recuerda para acabar. Para que tomen nota su vigoroso alumno y sus compañeros de generación...

Su irrupción en la élite fue todo un acontecimiento. El atletismo español encontró en Bruno Hortelano un poderoso y eficaz referente en una especialidad en la que nuestro país nunca brilló especialmente a nivel internacional. El velocista nacido en Australia sumó en el Campeonato de Europa disputado en Amsterdam en 2016 una medalla de oro en los 200 metros que muy pocos esperaban. La velocidad nunca había alumbrado a un atleta de tanto esplendor, aunque mirando hacia el futuro aparecen jóvenes talentos que apuntan muy alto. Es el caso de Daniel Ambrós (Zaragoza, 24-4-1998). Y lo bueno es que no es el único...

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