La hora de la verdad para Florentino: Mbappé ya es libre para firmar por el Real Madrid

"Un jugador profesional tendrá la libertad de firmar un contrato con otro club si su contrato con el club actual ha vencido o vencerá dentro de un plazo de seis meses”. La normativa de la FIFA en el reglamento sobre Estatuto y la Transferencia de los jugadores es clara: Kylian Mbappé, desde este 1 de enero del 2022, es libre para firmar por el equipo que quiera. El contrato que le une al Paris Saint Germain finaliza el próximo junio… y el futbolista francés no da síntomas de plantearse una renovación a última hora. Pero hasta el rabo, todo es toro, algo que conoce de sobra el despacho de Florentino Pérez.

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El Confidencial

Para el club parisino, Mbappé va mucho más allá del futbolista llamado a marcar una época, que no es poco. El equipo presidido por Nasser Al-Khelaïfi rechazó una oferta de más de 170 millones de euros en la recta final del mercado veraniego por un futbolista que podría irse gratis un año diez meses después. Fuera luz de gas por parte del Real Madrid o no (a nivel empresarial, la operación que con mejores ojos se veía desde el seno del club blanco era la de coste cero, pese a que esta tendría -y tendrá- una importante prima de fichaje), el PSG no se sentó en la mesa de negociación. Solo hubo un amago por parte de Leonardo, director deportivo del equipo: “Si quiere irse se irá, pero con nuestras condiciones”. Unas declaraciones que se entendieron como medida de presión para el propio Mbappé, quien fue pitado durante el inicio de temporada por su propia afición.

El fichaje del delantero francés marca el modelo de actuación para acometer operaciones con clubes estado. Aprovechándose de la flexibilización del Fair Play Financiero de la UEFA a consecuencia del coronavirus, el Paris Saint Germain reunió en una plantilla a Leo Messi, Mbappé, Neymar Jr, Sergio Ramos, Donnarumma y Wijnaldum. Es decir, pese a contar en sus filas con los mejores agentes libres del mercado, el equipo parisino pudo permitirse el lujo de no negociar por un futbolista que públicamente había comentado su intención de marcharse libre un año después. Bienvenidos al nuevo escenario del fútbol moderno, donde las primas de fichaje equivaldrán a las millonarias transacciones de antaño y donde, para cubrirse las espaldas, veremos contratos mayor duración cada vez.

“Cuando tienes la ambición de irte, si te quedas, no eres feliz”, reconoció Mbappé semanas después del frustrado fichaje a ‘L’Equipe’. Pocas veces se recuerda un fichaje tan cantado. El morbo se vivirá en los octavos de final de la Champions League, cuando en marzo el PSG visite el Santiago Bernabéu. ¿La última visita del futbolista francés al templo blanco vistiendo la remera de su actual equipo? “Solo tengo en mente ganar al Real Madrid en febrero y marzo. No, en enero no iré al Real Madrid. Voy a terminar la temporada con el PSG, con total seguridad. Quiero darlo todo para ganar un gran título para los aficionados”, fuero sus últimas palabras al respecto. Un espíritu competitivo que, por cierto, se valora positivamente desde la entidad madridista.

Florentino necesita su nuevo galáctico

Ya no hay medias tintas para Florentino Pérez. Ni siquiera la tregua que ofrece el gran momento de forma del Real Madrid de Carlo Ancelotti maquillaría un nuevo verano sin movimientos importantes en los despachos del Bernabéu. Comandar a un club como el blanco es lo que tiene. A través de sus gestos, del ‘tranquilo’ a las campañas mediáticas en torno a Mbappé, el presidente del Madrid ha situado la expectación de la afición a unos niveles altísimos. De hecho, todo lo que no sea la contratación del francés será considerado como una decepción… Más aún tras la marcha de iconos deportivos como fueron Cristiano Ronaldo o el propio Sergio Ramos, aunque el andaluz haya quedado como el derrotado en el conflicto mediático de su no renovación.

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Albert Ortega

El recuerdo de los aficionados del Real Madrid evoca al 2009, el año del regreso de Florentino Pérez a la presidencia donde fichó de una tacada a Cristiano Ronaldo, Kaka y Karim Benzema (aunque la operación del astro portugués estaba cerrada durante el mandato de Ramón Calderón). Desde el club madridista se señala el movimiento de juntar a Erling Haaland, la otra gran promesa del fútbol actual, junto a Mbappé el próximo verano. Con la decepción que supuso el último galáctico, Eden Hazard, la afición ansía la llegada de un nuevo ídolo a golpe de talonario (porque sí, fichar caro también es una muestra de superioridad en el Bernabéu). Ni siquiera la estela del presidente del Madrid soportaría un nuevo verano de perfil bajo.