Ataque a Larry Nassar en pleno juicio: “Dadme un minuto con este bastardo”

Máxima tensión en el nuevo juicio contra Larry Nassar, el mayor depredador sexual de la historia del deporte. Tras ser juzgado y condenado (prisión de entre 40 y 175 años) la semana pasada, es ahora un tribunal de Charlotte (Michigan) el que ha juzgado al que fuera médico del equipo de gimnasia femenina de los Estados Unidos. Y en una nueva jornada de declaraciones, el juicio subió de grados cuando un padre trató de agredir al señalado médico.

Randall Margraves, padre de tres atletas que presuntamente sufrieron abusos sexuales por parte de Larry Nassar, en un momento dado se abalanzó sobre él con el fin de agredirle. "Dejadme un minuto con este bastardo", exclamó justo después de ser neutralizado, un momento en el que la sala se cargó de presión. Segundos en los que la sala quedó paralizada. Sucedió en el tercer y último día de la audiencia contra Nassar, con cargos por presuntamente haber abusado de gimnastas de un club de Michigan.

Justo cuando iba a llegar al lugar que ocupaba el depredador sexual, fue inmovilizado por Matthew Newburg, abogado de Nassar, y varios agentes policiales que llegaron justo a tiempo para evitar la agresión. El padre fue inmediatamente esposado por Andrea Munford, el principal investigador en los casos de Nassar en los condados de Ingham y Eaton.

Habitación cerrada

El progenitor se había dirigido a la sala justo después de que dos de sus hijas, Lauren y Madison Rae, declararan ante la jueza del caso. Fue en ese momento cuando Randall pidió permiso a la jueza, Janice Cunningham, para dirigir unas palabras al tribunal, solicitud que le fue concedida. "Soy un padre destrozado", con este argumento consiguió el permiso para hablar.

"Hijo de puta", espetó Margraves a Larry Nassar, al mismo tiempo que dirigiéndose a Cunningham solicitaba lo siguiente: "Le pediría que me concediera un tiempo para encerrarme en una habitación cerrada con este demonio. ¿Podría ser? ¿Me daría un minuto?". Y recibió de inmediato, como era obvio, una negativa contestación... Tras el insulto, Cunningham instó al padre a moderar su lenguaje, pero a continuación éste pasó a la acción.

El poder de las palabras

Janice Cunningham, como era de esperar, hizo ver al padre que eso era imposible. Fue en ese preciso instante cuando dio unos firmes y rápidos pasos al frente con el fin de agredir a Nassar. La fiscal general adjunta, Angela Povilaitis, a renglón seguido, hizo a ver a Randall Margraves que ése no era el camino a seguir. "Usted no se puede comportar de esa manera", le transmitió con severidad.

Muchas personas comenzaron a gritar, algunas llorando por el violento episodio vivido. "Lo correcto es emplear el lenguaje, las palabras", subrayó la fiscal, que dirigiéndose a Randall cuando era sacado de la sala dijo que "con este tipo de acciones no va a ayudar a sus hijas”.

De 25 a 40 años

"¿Qué harían si esto les hubiera sucedido a ustedes?", dijo el esposado padre al dirigirse a los oficiales que le inmovilizaron, reanudándose la audiencia posteriormente. "No, no me puedo imaginar lo que esto supone para un padre", reconoció la jueza, que recalcó que "no se puede reaccionar de esta manera, empleando la violencia física y el asalto contra alguien que ha realizado actos criminales. Así no es como funciona nuestro sistema".

Hundido, con la cabeza agachada, Larry Nassar aguantaba la situación a duras penas, tras tres sesiones en las que escuchó los relatos de gimnastas que entre septiembre de 2009 y septiembre de 2011 sufrieron, presuntamente, abusos en el Twistars Gymnastics Club. Cunningham reconoció que el número de víctimas que denunciaron llegó hasta las 265, aunque algunas optaron por permanecer en el anonimato. Se estima que Larry Nassar podría ser sentenciado en este juicio con una condena de 25 a 40 años por cada uno de los cargos a los que se enfrenta.