Las gimnastas se rascan el bolsillo: se pagan viaje y alojamiento para estar en el Europeo

Ahora que empezamos a hablar de los millones de euros que se gasta el Mónaco, o los que va a desembolsar el FC Barcelona por el fichaje de Neymar (100), convendría echar un vistazo a otras disciplinas deportivas que no gozan de estos privilegios económicos. Es el caso de la gimnasia. Este próximo viernes comienza en Viena el Campeonato de Europa de Gimnasia rítmica, al que acuden nuestras tres mejores representantes. A la olímpica Natalia García se unen Carolina Rodríguez, campeona de España, y Eugenia Onopko, especialista en la disciplina de cinta. Todas ellas han partido hacia la capital austríaca con la ilusión que merece un Europeo, pero tras ellas hay una historia humana muy alejada de los privilegios y la opulencia que muchas veces atribuimos al mundo del deporte.

La gimnasia, al igual que muchos estratos de la sociedad y otros deportes minoritarios, está sufriendo la crisis de una manera alarmante. Las arcas de la Federación Español de Gimnasia están bajo mínimos, lo que ha provocado que las integrantes del equipo nacional hayan tenido que tirar de sus propios recursos para poder estar presentes en el Europeo. "Mi club ha tenido que pagarme algunos viajes. Lógicamente, si quieres salir a competir y no hay medios, ésta es la única manera de hacerlo", confiesa la campeona de España.

Los patrocinios brillan por su ausencia, y si a eso le añadimos que el Estado está recortando todo lo que puede con tal de capear la crisis, este tipo de deportes se quedan completamente al desnudo. El Consejo Superior de Deportes ya hizo públicas sus subvenciones para 2013, y la rebaja con respecto al año anterior es sensiblemente notable... ¡un 34% menos! Hasta tal punto llega la precariedad de algunos deportes como la gimnasia que una atleta olímpica, como Natallia, ha tenido que comprarse las pelotas para poder entrenar en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés y lleva dos años sin competir en el extranjero por la falta de recursos de la Federación, con el perjuicio que ello conlleva para nuestros deportistas. "Puedes entrenar muy duro, pero realmente cuando sabes tu verdadero nivel es cuando sales a competir fuera. Además, es importante por el mero hecho de que los jueces te conocen y pueden juzgar de una manera más objetiva tu progresión", comenta Natalia García.

Caso similar es el de Eugenia, a quien muchos le sonará su apellido. Y sí, es hija de Viktor Onopko, aquel fino centrocampista que militó en el Real Oviedo y Rayo Vallecano. Pues bien, la gimnasta de 17 años, nacida en Rusia pero afincada en España desde los cuatro meses (obtuvo la nacionalidad española en 2009), ha tenido que echar mano de sus padres para poder estar presente en este Europeo. "Sí, han sido mis padres los que han pagado este viaje", reconoce la más joven de nuestras representantes en tierras austríacas.

Y teniendo en cuenta que la situación no sólo no va a mejorar, sino que puede que empeore, nuestras deportistas se han puesto manos a la obra para obtener recursos propios que les permitan seguir compitiendo al más alto nivel. De esta manera, Natalia García y Julia Usón han llevado a cabo un vídeo promocional con el objetivo de captar patrocinadores que les ayuden a seguir peleando por su gran sueño, que no es otro que el de estar presentes en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.