Froome pasa de estar a la sombra de Wiggins a ser uno de los favoritos de la temporada

Chris Froome (27) se ha convertido en el ciclista de moda pero no ha sido ninguna sorpresa porque tiene capacidad de sobra para codearse con los grandes nombres de las dos ruedas aunque por unas u otras razones, no le han permitido desplegar sus alas totalmente para emprender el vuelo. Hace un par de años dio pistas en la Vuelta a España, algo que se volvió a repetir en el pasado Tour de Francia. En ambas ocasiones llegaba a la sombra de su compañero de equipo Bradley Wiggins al que logró sonrojar y del que ha tomado el relevo. En 2012 el británico ganó la París-Niza y el Tour de Romandía recorriendo un camino parecido al que está protagonizando el keniata este año que ya figura como favorito para vestir de amarillo en los Campos Elíseos.

Natural de Nairobi (Kenia), adoptó la nacionalidad británica después de representar a su país de origen (que abandonó a los quince para irse a vivir a Sudáfrica) en los Campeonatos del Mundo Sub 23 en 2006 y 2007, año en el que dio el salto al ciclismo profesional de la mano del Team Konica Minolta. En 2008 pasó por el equipo británico Barloworld y dos años después fichó por el Sky, un equipo donde el jefe de filas se designa en función del rendimiento que muestran sus ciclistas a lo largo de cada temporada. Y en 2013 Chris Froome aparece en todas las apuestas después de haber estado a la sombra de Bradley Wiggins.

El último ganador del Tour de Francia sabe cómo se las gasta su compañero de equipo que en 2011 llegó a la Vuelta como gregario y acabó peleando por el título para terminar segundo por detrás de Juanjo Cobo y por delante del propio Wiggins. El espectáculo llegó un año después en el Tour; a pesar de que en Sky intentaron frenarle, Froome sacó los colores a su jefe de filas cuando se escapó un par de veces y Wiggins no fue capaz de seguirle. El británico era el ‘elegido’ y fue el encargado de vestirse con el preciado maillot amarillo en los Campos Elíseos con Froome en el segundo cajón más alto del podio. El único ‘pero’ llegó en la competición española a la que llegó como líder en ausencia de Wiggins y firmó un cuarto puesto.

Chris Froome llama la atención por su pobre físico (mejorado en las dos últimas campañas) y por su aire desgarbado pero en la montaña es infalible y sólo la climatología adversa parece mermar su calidad. En la presente temporada ya colecciona tres triunfos en el Criterium Internacional, Tour de Omán y Tour de Romandía a los que hay que sumar su segundo puesto en la Tirreno-Adriático. El año pasado Wiggins siguió un camino parecido como parte de su preparación para el Tour de Francia y aunque el británico ha afirmado que buscará ganar el doblete (el Giro y la competición gala), lo cierto es que parece más centrado en la cita italiana que comienza el próximo 4 de mayo en Nápoles. Con semejante panorama y a pesar de que faltan dos meses, Chris Froome ha conseguido zafarse de la alargada sombra de Wiggins para ser el favorito en todas las apuestas para el Tour. Algo que tendrá muy presente su representante, el mismo que intentó mal venderle en su día.