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Wiggins, un campeón que necesitó contar con el beneplácito de su gregario
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FROOME EVIDENCIÓ UNA MAYOR FORTALEZA EN LA MONTAÑA, TAN SÓLO FRENADA POR SU EQUIPO

Wiggins, un campeón que necesitó contar con el beneplácito de su gregario

Bradley Wiggins se ha coronado en el Tour de Francia. Lo ha hechos después de vencer en su especialidad, la contrarreloj, como el bien se apresuró

Foto: Wiggins, un campeón que necesitó contar con el beneplácito de su gregario
Wiggins, un campeón que necesitó contar con el beneplácito de su gregario

Bradley Wiggins se ha coronado en el Tour de Francia. Lo ha hechos después de vencer en su especialidad, la contrarreloj, como el bien se apresuró a afirmar cuando se le preguntó por la que será la penúltima etapa de la ronda gala y después de haber sufrido cuando Froome ha impuesto un ritmo alto en las subidas. "Yo no soy un gran escalador, soy un cronometrista que puede escalar".

Y es que el británico, pese a mostrarse intratable ante sus rivales, sí que ha dado muestras de flaqueza durante este Tour de Francia, sobre todo cuando, su gregario de lujo ha decidido cambiar de ritmo o poner un puntito más en alguna subida. Como hemos ido contando en estas páginas, Wiggins tenía al enemigo en casa, pero desde el equipo han sido capaces de controlar cualquier amago de ‘traición’ por parte de Froome.

Dos han sido las ocasiones en las que el escudero ha dejado en entredicho la solidez del líder. En la decimoprimera etapa, con final en el Col de la Croix de Fer, Froome protagonizaba un cambio de ritmo tras coger a Nibali y Van der Broecke que dejaba clavados a estos dos y al propio Wiggins. Tras 200 metros y un hueco considerable, desde el equipo, a través del pinganillo, le mandaron parar.

La segunda situación comprometida ocurrió en la última etapa de montaña disputada en los Pirineos. Ahí, de nuevo en la última subida - en esta ocasión al Peyresourde - el keniata, tras cazar a Pinot y Van der Broucke, impuso un ritmo al que nadie pudo hacer frente. Haciendo gestos ostensibles a su líder, subiendo el ritmo cada vez que Wiggins le cogía la rueda, en cierto modo parecía ‘vacilar’ a su jefe de filas y a la vez mandaba un mensaje de que él era el más fuerte de la carrera.

Bien es cierto que el keniata no ha apretado más de lo debido y ha acatado todas las órdenes de equipo. Pero si que ha querido dejar en evidencia que tenía piernas para ganar este Tour. Él mismo afirmaba en una entrevista para el diario L’Equipe que "Podría ganar este Tour, pero no en el equipo Sky. Estoy haciendo un gran sacrificio que llega a resultar frustante". Todo una muestra de que a Froome ya no le interesa seguir siendo gregario y que se ve con condiciones de liderar el Sky.

Pero no por esto hay que menospreciar la victoria de Wiggins en este Tour. Segundo en la general desde el prólogo, cogió el amarillo en la séptima etapa y ya no lo ha soltado. En la montaña ha aguantado a Nibali, Van der Broucke y Evans y en la contrarreloj se ha mostrado superior a todos ellos. Además con esta victoria redondea una temporada plagada de éxitos. La general de la Paris-Niza más una etapa, la general del Tour de Romandia con otras dos etapas, y la general de la Dauphinè Liberè en la que sumó otra etapa, dan una muestra del gran año que está viviendo el corredor británico.

Y lo cierto es que era el gran favorito antes de que arrancase la cita francesa, junto con un Cadel Evans que se ha mostrado lejos de su mejor forma. El hombre de las patillas pelirrojas se convertirá en el primer ciclista británico en ganar el Tour de Francia. Todo una hazaña para un corredor que se formó en la pista pero que ha sabido crecer y mejorar en la montaña hasta convertirse en un corredor todoterreno.

De todos modos, será interesante ver qué planes tiene el equipo Sky para el futuro. Si siguen Wiggins y Froome - ambos tienen contrato - será complicado que puedan coexistir de nuevo sin que el keniata tome galones de líder. Bradley, no sabemos si por querer asegurarse la fidelidad de su gregario ha asegurado que “Froome podrá ganar el Tour en el futuro. Yo le ayudaré cuando su momento llegue.” Ahora falta saber cuándo será ese momento. Lo que es seguro, es que en el Tour 2013 tendrán que contar con algún rival más, en especial con un chico de Pinto al que no se le da mal esto de ir en bici, Alberto Contador.

Bradley Wiggins se ha coronado en el Tour de Francia. Lo ha hechos después de vencer en su especialidad, la contrarreloj, como el bien se apresuró a afirmar cuando se le preguntó por la que será la penúltima etapa de la ronda gala y después de haber sufrido cuando Froome ha impuesto un ritmo alto en las subidas. "Yo no soy un gran escalador, soy un cronometrista que puede escalar".

Bradley Wiggins