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El Barcelona saca un sufrido triunfo ante el Milan en un partido digno de la Champions
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SE ALZA COMO LÍDER DE SU GRUPO DESPUÉS DE ASEGURARSE EL PASE DE FORMA MATEMÁTICA

El Barcelona saca un sufrido triunfo ante el Milan en un partido digno de la Champions

No había demasiado en juego, pero el partido de este miércoles en San Siro recordó a las grandes noches de Champions que tanto anhelan los principales

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El Barcelona saca un sufrido triunfo ante el Milan en un partido digno de la Champions

No había demasiado en juego, pero el partido de este miércoles en San Siro recordó a las grandes noches de Champions que tanto anhelan los principales clubes europeos. Milan y Barça ya tenían asegurado el pase a octavos y el choque no era otra cosa que la lucha por el primer puesto. Nada trascendental. Sin embargo, después de encuentros tan desiguales que evidencian la -en ocasiones- abismal diferencia entre unos equipos y otros, el duelo entre estos dos 'gigantes' era la única esperanza para el espectáculo dentro de la fase de grupos. Y no defraudó. Ibrahimovic se reencontraba con su ex equipo y con Guardiola, su gran enemigo durante su estancia en Can Barça, y aunque marcó un gol, no sirvió para que el Milan sumara los tres puntos. Al Barcelona le costó, pero siempre fue por delante en el marcador y mereció el que acabó siendo un sufrido triunfo que le garantiza la primera plaza del grupo H.

El partido comenzó algo trabado, con el Barça metido atrás y con dificultad para ambos equipos para hacer circular el balón con fluidez. No se había visto ninguna ocasión clara de gol pero el conjunto azulgrana solo necesitó un acercamiento para adelantarse. Primera oportunidad, primer gol. Cien por cien de efectividad para los de Guardiola, aunque el autor del tanto fue Van Bommel y no Xavi como pareció en un primer momento.  El catalán, que acabó siendo el mejor de su equipo, estaba esperando recibir el centro chut de Keita pero fue el holandés quien empujó el balón al fondo de la red para hacer el gol en propia puerta.

A partir de ahí el Milan se lanzó en plancha a por el empate y buscó con ansia el área contraria enlazando varias ocasiones. Robinho falló un gol clarísimo en boca de gol, la pegó demasiado picada y la pelota se marchó por encima de la portería de Valdés. Pero el que pusiera el empate en el marcador no podía ser otro que Ibrahimovic. Tantas ‘bombas’ ha lanzado desde su salida del Camp Nou y tanto ha dado que hablar la mala relación con Guardiola que el reencuentro con su ex equipo había acaparado más protagonismo que el propio partido. Seedorf le puso un balón desde el pico del área y aunque el sueco no definió bien, el balón acabó en la portería del Barça para poner el 1-1 en el luminoso.   

Con el gol rossonnero el que se vino arriba fue el Barça y a los dos minutos Messi ya estaba estrellando un balón en el larguero.  El subidón del Milan, que hizo más que en el partido de ida, no duró ni diez minutos porque al borde de la media hora Wolfang Stark vio penalti en una caída de Xavi dentro del área y amonestó a Nesta. El forcejeo existe, pero no como para derribar a la brújula del Barça, y desde luego, si el colegiado alemán decide pitar penalti, debería haber mostrado la roja al defensa italiano. Messi volvió a ser el encargado de lanzar desde los once metros pero también vio la amarilla por amagar antes de lanzar la pena máxima. Tarjeta y gol anulado. A la segunda, la Pulga no falló y esta vez sí, el tanto fue reglamentario.

Los goles revolucionaron el partido y proporcionó a los dos equipos la chispa que les faltó en el primer cuarto de hora. Las ocasiones se sucedían en una y otra área. El encuentro estaba vivo. Villa, al que le sigue costando ver portería más de lo normal, pudo ampliar la ventaja de su equipo después de que Messi transformara el penalti y a continuación era Boateng quien lo intentaba ante Valdés. El argentino tuvo otra clarísima antes del descanso y lo siguió intentando durante todo el encuentro de todas las formas posibles.

La segunda mitad comenzó con la misma intensidad con la que acabó el primer tiempo. El Barça se esperaba un equipo potente, pero más lento de lo que estaba siendo el conjunto de Allegri. Aunque el dominio era azulgrana, el centro del campo del Barcelona, formado esta vez por Keita, Xavi, Cesc y Thiago, no era capaz de frenar el partido y llevarlo a su terreno, al fútbol de toque, de líneas adelantadas. Entretanto llegó el empate del Milan. La jugada de Boateng fue espectacular y el fallo de Valdés la convirtió en gol. El ghanés controla, se saca un autopase de tacón y bate al meta azulgrana en su mismo palo.

Pero Milan y Barça se empeñaban en brindar al público emoción hasta el final. El esfuerzo de los de Guardiola tuvo su fruto y Xavi aprovechó el magistral pase de Messi entre cuatro jugadores milanistas para batir por tercera vez a Abbiati. Los últimos minutos no modificaron el marcador. El Milan estaba desfondado y prefirió bajar los brazos antes que luchar por el empate a esas alturas del partido. El pitido final confirmó un triunfo que sirve para demostrar la hegemonía del Barça en Europa, pero también, y más importante, para colocarse como primeros de grupo de cara a la siguiente fase.

Ficha del partido:

2. Milan: Abbiati; Zambrotta, Nesta (Bonera, min.66), Abate, Thiago; Van Bommel (Nocerino, min.72), Seedorf, Aquilani, Boateng; Ibrahimovic y Robinho (Pato, min.46).

3. Barcelona: Valdés; Puyol, Mascherano, Abidal; Busquets, Xavi, Thiago (Dos Santos, min.90+), Keita, Cesc Fàbregas (Pedro, min.80); Villa (Alexis, min.67) y Messi.

Goles: 0-1, min.14: Van Bommel (p.p.). 1-1, min.20: Ibrahimovic. 1-2, min.29: Messi (p). 2-2, min.54: Boateng. 2-3, min.63: Xavi.

Árbitro: Wolfgang Stark, de Alemania. Mostró cartulina amarilla a Aquilani (min.24), Nesta (min.30), Mesi (min.31), Van Bommel (min.34), Puyol (min.43), Abidal (min.45+), Mascherano (min.85) y Zambrotta (min.86).

No había demasiado en juego, pero el partido de este miércoles en San Siro recordó a las grandes noches de Champions que tanto anhelan los principales clubes europeos. Milan y Barça ya tenían asegurado el pase a octavos y el choque no era otra cosa que la lucha por el primer puesto. Nada trascendental. Sin embargo, después de encuentros tan desiguales que evidencian la -en ocasiones- abismal diferencia entre unos equipos y otros, el duelo entre estos dos 'gigantes' era la única esperanza para el espectáculo dentro de la fase de grupos. Y no defraudó. Ibrahimovic se reencontraba con su ex equipo y con Guardiola, su gran enemigo durante su estancia en Can Barça, y aunque marcó un gol, no sirvió para que el Milan sumara los tres puntos. Al Barcelona le costó, pero siempre fue por delante en el marcador y mereció el que acabó siendo un sufrido triunfo que le garantiza la primera plaza del grupo H.