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Kelvin de la Nieve, la esperanza olímpica de Londres que ya "flipó" en los Juegos de Pekín
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EL BOXEADOR ONUBENSE YA TIENE UNA PLAZA PARA LA CITA DE 2012

Kelvin de la Nieve, la esperanza olímpica de Londres que ya "flipó" en los Juegos de Pekín

Lleva desde su infancia lejos de su tierra natal, y después de tantos años, ya se siente un onubense más. Kelvin de la Nieve, nacido en República Dominicana

Foto: Kelvin de la Nieve, la esperanza olímpica de Londres que ya "flipó" en los Juegos de Pekín
Kelvin de la Nieve, la esperanza olímpica de Londres que ya "flipó" en los Juegos de Pekín

Lleva desde su infancia lejos de su tierra natal, y después de tantos años, ya se siente un onubense más. Kelvin de la Nieve, nacido en República Dominicana pero instalado en Huelva, es boxeador y gracias a él el boxeo español tendrá un representante en los Juegos de Londres. Su victoria sobre el italiano Alex Ferramosca le ha valido el pase a los cuartos de final del Campeonato Mundial de boxeo amateur de Baku (Azerbaiyán) en la categoría de 49 kg, pero también una plaza olímpica. No es la primera vez que lucirá el color rojo de España en su camiseta, pero quizá en 2012 sus resultados mejoren y logren engalanar su entregada carrera profesional.

Este menudo púgil de 48 kg y 1,63 metros de altura nació al otro lado del charco hace 25 años, pero cambió Alcarrizos (República Dominicana) por Huelva junto a sus padres. Desde el año 2000 (apenas unos meses después de aterrizar en España) posee la nacionalidad española y quien quiera encontrarle no tiene más que acercarse al Club Deportivo Yoon. Junto a él también encontrará a su inseparable pareja de maestros: Bienvenido "Beni" Alloza y Paco Méndez.

El primero ha dedicado toda su vida a este deporte, pero la alegría más grande de toda su trayectoria se la dio Kelvin al lograr la clasificación para los Juegos de Pekín. Su sueño, su máxima aspiración, era meter a uno de sus boxeadores en unos Juegos. Lo celebró en 2008 sin saber que en 2012 repetiría y volvería a ver a Kelvin en un ring olímpico. Era un sueño compartido por ambos, igual que su alegría. En sus primeros Juegos Kelvin reconoció que "estaba flipando" y su breve paso por Pekín fue para él "increíble", "nada comparable a ninguna otra competición en la que haya estado".

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En Kelvin destaca su destreza para el billar y el futbolín y también su pasión por el béisbol y el Barça, pero su potente izquierda es la que ha hecho que el boxeo sea el ámbito donde mejor se desenvuelve. A los 14 años, dos después de su llegada a España, un amigo ex boxeador le puso en contacto con Beni Alloza. Era un adolescente, pero el entrenador vio en él algo especial y automáticamente le visualizó en el ring. Se enfundó los guantes, se puso a golpear el saco y los resultados no tardaron en llegar.  

Las medallas son importantes, pero la amistad lo es más

Su seguridad en sí mismo no le resta modestia y humildad. Sabe que cada uno de sus progresos es un paso más, pero su entusiasmo le lleva a aspirar a lo más alto sin perder de vista la serenidad y el sentido de la responsabilidad en los que se ha basado su temprana madurez. Es un auténtico abanderado de los valores del deporte y no miente cuando dice que el compañerismo y la amistad en el deporte es más importante que cualquier triunfo. En Pekín estaba encantado de la vida, pero echaba de menos a sus compañeros de gimnasio.

Hace años, Kelvin tenía clara cuál era su meta: "Quiero ser olímpico". Con 18 años lo veía como algo muy complicado y lejano. Ésta es la segunda vez que lo logra y ahora, la medalla es su objetivo. Ha logrado metales en los Campeonatos de Europa y fue bronce en los Juegos del Mediterráneo de 2005, pero en los Campeonatos del Mundo y en los Juegos Olímpicos de 2008 se fue de vacío.

En Pekín, fue el único representante español, pero sus esfuerzos e ilusión -la de un debutante olímpico- no fueron suficientes para permanecer en el ring y salir vencedor de la polémica pelea ante el estadounidense de origen mexicano Luis Yáñez. Ahora, en su horizonte aparecen las semifinales de un Mundial y otra cita olímpica.

Lleva desde su infancia lejos de su tierra natal, y después de tantos años, ya se siente un onubense más. Kelvin de la Nieve, nacido en República Dominicana pero instalado en Huelva, es boxeador y gracias a él el boxeo español tendrá un representante en los Juegos de Londres. Su victoria sobre el italiano Alex Ferramosca le ha valido el pase a los cuartos de final del Campeonato Mundial de boxeo amateur de Baku (Azerbaiyán) en la categoría de 49 kg, pero también una plaza olímpica. No es la primera vez que lucirá el color rojo de España en su camiseta, pero quizá en 2012 sus resultados mejoren y logren engalanar su entregada carrera profesional.

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