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El Calderón idolatra a Falcao y él responde con goles y citas bíblicas
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EL NUEVO ÍDOLO ATLÉTICO ES UN CONFESO DEVOTO

El Calderón idolatra a Falcao y él responde con goles y citas bíblicas

El Calderón necesita ídolos. La parroquia rojiblanca está más que acostumbrada a que su equipo le dé una de cal y otra de arena. Capaz de

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El Calderón idolatra a Falcao y él responde con goles y citas bíblicas

El Calderón necesita ídolos. La parroquia rojiblanca está más que acostumbrada a que su equipo le dé una de cal y otra de arena. Capaz de lo mejor y de lo peor, los resultados no son la única fuente de alegría para la afición porque no siempre son los esperados. Por eso son importantes los jugadores fetiche, esos que marcan la diferencia, que levantan al socio del asiento y hacen ganar títulos europeos. Sin Kun y sin Forlán, el Atlético estaba obligado a restaurar la delantera y a garantizar goles, pero también a darle a su público otro nombre que corear desde la grada, otro 'dios' vestido de corto. Radamel Falcao se ha convertido en la nueva deidad del Manzanares, sin embargo, él es el mayor devoto, pero no solo del fútbol, sino de la religión cristiana.

Mientras los fieles rojiblancos ya han tomado la determinación de encomendarse al colombiano, el Tigre atribuye su virtuoso juego y sus goles a su Dios. Es un hombre tremendamente espiritual y considera su fe como el motor de su vida. Siempre tiene en mente alguna cita bíblica que interioriza y aplica en los momentos cotidianos de su vida, ya se trate de una concentración o de una expulsión durante un partido. Como 'twittero' activo que es, también incluye mensajes religiosos en la red social, donde curiosamente, se interesa a diario por la climatología de su país y de Argentina, donde conserva amigos: "Porque me has visto, has creído, bendecidos los que no han visto y sin embargo creen. Att: Jesús".

Tras una grave lesión que frenó en seco su prometedora carrera se encontró con Jesús gracias a los cristianos evangélicos con los que mantuvo contacto durante su baja. Al igual que Kaká tras el accidente que estuvo a punto de apartarle para siempre del fútbol, Falcao cree que su 'resurrección' como futbolista tiene claros tintes divinos. "Saqué fuerzas de Dios para recuperarme y seguir jugando al fútbol". Ahora, le da las gracias con goles y el Calderón es quien adora al colombiano.

Primero entrenar, después rezar

Su fervor religioso le viene de familia. Durante su estancia en Buenos Aires, donde llegó con solo 16 años y vivió hasta 2009 bajo la disciplina de River Plate, también era conocido por ello. Leía la Biblia, formaba parte del Centro Cristiano Nueva Vida y acudía puntualmente a la congregación Campeones por Cristo. Allí, el colombiano de nombre brasileño (homenaje de su padre al mediocampista Paulo Roberto Falcao) y medio corazón argentino, conoció a la que hoy es su mujer y con la que comparte sus convicciones. Unos 'hobbys' a los que dedicar el tiempo libre muy diferentes a los de otros futbolistas. "Creo en Jesucristo y trato de seguir el estilo de vida que él llevó en la Tierra". 

En el Oporto se salió y ya en Madrid, tres partidos de Liga y otro de Europa League le han bastado para ganarse a la afición y a todo el que haya visto sus jugadas con la elástica rojiblanca. "El más rápido del Manzanares", "Un Tigre insaciable", "Pura dinamita". Los medios ya le piropean con aduladores titulares y los colchoneros ya ni se acuerdan de aquel argentino que maravillaba en el área. Gregorio Manzano está encantado y le compara con Messi y Cristiano Ronaldo, pero aunque su trayectoria es impecable hasta ahora (seis goles en cuatro partidos y otros dos anulados) tendrá que seguir en la misma línea, y el listón lo ha puesto muy alto.

El Calderón necesita ídolos. La parroquia rojiblanca está más que acostumbrada a que su equipo le dé una de cal y otra de arena. Capaz de lo mejor y de lo peor, los resultados no son la única fuente de alegría para la afición porque no siempre son los esperados. Por eso son importantes los jugadores fetiche, esos que marcan la diferencia, que levantan al socio del asiento y hacen ganar títulos europeos. Sin Kun y sin Forlán, el Atlético estaba obligado a restaurar la delantera y a garantizar goles, pero también a darle a su público otro nombre que corear desde la grada, otro 'dios' vestido de corto. Radamel Falcao se ha convertido en la nueva deidad del Manzanares, sin embargo, él es el mayor devoto, pero no solo del fútbol, sino de la religión cristiana.