Mosley y 'los Piquet' van a por Briatore, no contra Alonso

Flavio Briatore está sufriendo un ataque a dos bandas de sus enemigos más grandes en el mundo de la Fórmula 1. El italiano está siendo disparado desde ‘el clan de los Piquet’ con sus acusaciones y por parte de Max Mosley con las filtraciones a la prensa de los documentos de la FIA. De salir a la luz una maniobra ilegal, además del propio director deportivo de la escudería, el mayor perjudicado en todo este asunto sería Renault. En cualquier caso, tanto Piquet como Mosley no han mencionado en ningún momento a Fernando Alonso, el gran beneficiado del –fortuito o no- accidente de su compañero en Singapur.

La jugada ahora mismo está de la siguiente manera: los Piquet dicen que Nelsinho recibió órdenes de equipo para estrellarse y Briatore y Renault afirman que fue el piloto quien sugirió el accidente para beneficiar a Fernando Alonso. De este modo, Nelsinho se aseguraría un volante para la temporada que ya está finalizando (esto último forma parte de un contrato no escrito).

La alianza Piquet-Mosley ha declarado la guerra a Briatore. Antes de abandonar por completo la Fórmula 1 esperan concluir su último trabajo. Aquel que les sacie y permita decir que se han ido con todos los deberes cumplidos. Desean borrar del mapa automovilístico a Flavio Briatore. Dentro del paddock es conocida la enemistad de Mosley con el italiano, la de éste con la familia de pilotos brasileños traspasó recientemente la frontera de la prensa.

Las filtraciones desnudan a Briatore ante la opinión pública

La decisión final del Consejo Mundial es lo único que no se ha filtrado a la prensa, para la resolución han elegido el 21 de septiembre. Hasta el momento, gracias a la publicación alemana autosport.com, ‘alguien’ desde la Federación ha ido pasando información y hasta fotocopias de documentos importantes del caso. Ayer declaró Mosley, como presidente de la FIA, que se deben tomar medidas para evitar esas filtraciones. Medidas que no son difíciles de acatar en un círculo tan cerrado, a no ser que las propias filtraciones sean hechas a conciencia, y por alguien con peso.

En anteriores escándalos de la Fórmula 1 no hubo filtración parecida a la que estamos viviendo en este proceso. Hoy por hoy la opinión pública conoce todo el dossier con el que tribunal del Consejo Mundial trabajará para juzgar.

Entre la espada y la pared. Esa información enviada a la prensa supone un ‘palo’ para el director de Renault. Ha salido a la luz que existió reunión previa al GP de Singapur; también que Pat Symonds no quiso responder a ciertas preguntas sobre el asunto (creando más dudas) formuladas por los comisarios de la FIA; el desconocimiento de Alonso... Datos que dejan en mala situación al italiano de cara a los aficionados. Tales filtraciones son la ‘espada’, las acusaciones y declaraciones de Piquet son la ‘pared’.

Mosley lanzó este viernes un guiño al piloto brasileño declarando que “si él dice la verdad, a pesar de que haya cometido alguna irregularidad, no se procederá en su contra”. Tímidamente, Briatore y Renault han intentado contraatacar amenazando con llevar a juicio a Nelsinho y a su padre, desvelando oficialmente quién está detrás de todo esto.

Con lo aparentemente crudo que lo tiene Briatore, como en cualquier juicio, hay que demostrar con hechos -y no palabras- que hubo acelerón (para ello está la telemetría) y que hubo una orden desde el muro (para ello están las conversaciones radiofónicas). Si la FIA tiene el material, ‘Mosley&Piquet’ habrán cantado bingo, sino, Briatore puede tener las espaldas guardadas porque, más allá de la FIA, está el Consejo Mundial, que es el tribunal (aunque dependa de la FIA).