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Botella, octavo en la final de salto
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GIMNASIA - JJOO DE PEKÍN

Botella, octavo en la final de salto

El español Isaac Botella disfrutó como un niño en su primera final olímpica, la de salto, y terminó satisfecho con su octavo y último puesto, el

Foto: Botella, octavo en la final de salto
Botella, octavo en la final de salto

El español Isaac Botella disfrutó como un niño en su primera final olímpica, la de salto, y terminó satisfecho con su octavo y último puesto, el que le correspondía por la dificultad de sus saltos salvo fallo colectivo de sus rivales. La medalla de oro estuvo muy disputada, ya que hubo empate a 16,537 puntos entre el polaco Leszek Blanik y el francés Thomas Bouhail. En esta ocasión la media de las notas, descartando sucesivamente las más altas penalizaciones, favoreció a aquél, campeón europeo y mundial de esta modalidad y que da a su país el primer oro olímpico en gimnasia.

El bronce fue para el ruso Anton Golotsutskov, con 16,475. A todos ellos les podía haber superado el rumano Marian Dragulescu, pero tras un espectacular primer salto de 16,800 en el segundo entró en el potro con las piernas ya descontroladas y aterrizó de rodillas en el suelo. Fue cuarto con 16,225. Isaac Botella terminó octavo, lejos del resto, pero visiblemente feliz, casi deseando volver a los entrenamientos.

En su primera final olímpica y en sus primeros Juegos, Botella llegaba ya con la peor nota en la ronda de clasificación y con los saltos de menor dificultad, y de esa posición no se movió. En su primer salto, el mejor, dio un paso adelante en la llegada y fue puntuado con un 16,085 esperanzador. Pero en el segundo, un mortal adelante con dos giros, literalmente rebotó en la colchoneta en la llegada y se salió de las líneas de recepción. Con un 15,400, el total se quedó en 15,737.

Botella: "Nunca había probado esta sensación y me mola"

Isaac Botella, finalista olímpico en salto, concluyó su participación en Pekín 2008 entusiasmado por la experiencia, con ganas de volver a entrenarse en cuanto acaben sus vacaciones y pensando en repetir y mejorar en Londres 2012. "Nunca había probado esta sensación de estar en la final y me mola", afirmó Botella con una sonrisa, pese a un octavo y último puesto del que no esperaba pasar. "Ya dije que si salía bien, vale, pero que si no, no pasaba nada. En el segundo salto he querido clavar pero se me ha quedado un hombro atrás y he salido disparado, como un muelle", dijo. "Pero si lo hubiera hecho bien habría quedado sexto o séptimo, no más, porque llevaba una dificultad de 16,6 y todos los demás de 17", añadió.

Botella hizo un mortal con dos giros y medio atrás entrando de lado en el primer intento, y en el segundo un mortal adelante con doble pirueta, explicó él mismo. "Mi entrenador me ha dicho la verdad, no me va a mentir: que no tenía que haber ido a clavar, sino a meterlo, como hago siempre", indicó. "Entré en la final de refilón, arañando como un gato, y con eso estoy contento conmigo mismo y en mi casa están orgullosos de mí", comentó. Los nueve días que han pasado desde que se clasificó para la final hasta que este lunes la ha disputado le han puesto algo nervioso, admitió. "He tenido algo de tensión. Mis compañeros ya habían competido y estaban ya a su rollo. He estado solo y eso un poco más de nervios sí que crea", indicó Botella.

Ahora que ya sabe lo que es estar en una final, quiere repetir cuanto antes. Para empezar, en la de la Copa del Mundo que se disputará en Madrid en diciembre. Y, para continuar, en los Europeos y Mundiales del año próximo. Aunque se considera "malísimo" en paralelas y barra, su intención es seguirse formando como gimnasta de concurso completo, en los seis aparatos. "Pienso que la gimnasia es artística porque hay seis aparatos. Siempre haré los seis, salvo que me lo diga mi entrenador, como hizo hace tres meses, cuando me recomendó que para estos Juegos no preparase ni paralelas ni barra. Pero en cuanto vuelva a Madrid", apuntó, "otra vez con los seis". Eso será después de una semana de vacaciones en Punta Cana, con otros gimnastas y un grupo de amigos, y otra en su casa de Elche. Botella y el resto del equipo español de gimnasia abandonarán Pekín el día 21.

El español Isaac Botella disfrutó como un niño en su primera final olímpica, la de salto, y terminó satisfecho con su octavo y último puesto, el que le correspondía por la dificultad de sus saltos salvo fallo colectivo de sus rivales. La medalla de oro estuvo muy disputada, ya que hubo empate a 16,537 puntos entre el polaco Leszek Blanik y el francés Thomas Bouhail. En esta ocasión la media de las notas, descartando sucesivamente las más altas penalizaciones, favoreció a aquél, campeón europeo y mundial de esta modalidad y que da a su país el primer oro olímpico en gimnasia.

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