Aragonés ya negocia con un club "extranjero y exótico"

¿Viejo? ¿Acabado? Nada de eso. Luis Aragonés se siente muy fuerte. El próximo 28 de julio, el técnico español puede que más famoso y polémico de la historia cumplirá 70 años, habrá terminado su misión (mejor o peor) en la selección española y, si no hay variación de planes, se dispondrá a hacer las maletas para marcharse de su país. Pero que nadie se equivoque: no serían unas largas y merecidas vacaciones y mucho menos un viaje con su mujer para iniciar su dorada jubilación.

Luis lleva dos meses negociando su porvenir y se ha centrado especialmente en la oferta de un club extranjero para hacerse cargo de él a partir de la próxima temporada. El Confidencial sólo puede adelantarle por ahora un detalle; es simplemente una pista para que los que quieran la sigan: se trata de un equipo "exótico" y de los que pagan muy bien. Luis tiene muy claro en estos momentos que su cabeza y su cuerpo le siguen pidiendo marcha. Quiere volver a disfrutar con el día a día y con el contacto permanente no sólo con los jugadores, sino con los medios de comunicación y el mundo del fútbol. Luis se siente encantado de su cargo de seleccionador nacional. Por decirlo de alguna manera, si las cosas fueran bien en la Eurocopa de junio (alcanzar las semifinales) y en la Federación le suplicaran que renovara, él no lo dudaría. Lo ha confesado en muchas ocasiones, que no hay otro puesto de trabajo que le produzca tanto orgullo.

Es más, una de sus ilusiones no hace mucho era la de poder sacarse en Suráfrica en 2010 la espina que se le quedó clavada en el Mundial de Alemania. Pero o Ángel Villar se da un golpe en la ducha de aquí a los próximos seis meses, o la salida de Luis de la Federación es un hecho ya pactado por ambas partes. Ocurre en la directiva de la RFEF una idea doble curiosa bordeando el surrealismo: 1) no hay una sola voz que discuta la necesidad de contar con Luis para la Eurocopa. Y 2) No hay una sola voz que apoye su continuidad en el cargo una vez terminado el torneo. Todos entienden que su ciclo se extinguirá con suerte el 29 de junio.

Luis lo sabe y por eso ha sido el primero en hablar de "leche caducada" y de que su tiempo en la selección ha finalizado. Y ni se ha atrevido a dejar abierta la posibilidad de permanecer en la entidad con otro cargo técnico. Por eso, desde hace tiempo, Luis negocia su futuro. Basta recordar un detalle económico para comprender el dinero que Luis ha dejado de percibir desde que en agosto de 2004 se hizo con las riendas de España: su contrato con la Federación es de 85 millones de pesetas por temporada. Con su caché, Luis habría estado cobrando el doble por año.