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Calderón quiere comprarse un yate de 37 metros
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Calderón quiere comprarse un yate de 37 metros

Vaya, vaya. Las sorpresas que da la vida. La última tiene que ver con Ramón Calderón, que parece haber reconducido su debilitada salud financiera desde que

Foto: Calderón quiere comprarse un yate de 37 metros
Calderón quiere comprarse un yate de 37 metros

Vaya, vaya. Las sorpresas que da la vida. La última tiene que ver con Ramón Calderón, que parece haber reconducido su debilitada salud financiera desde que hace poco más de un año se hiciera con las riendas del Real Madrid. Bueno, más que salud, se encuentra en un estado de éxtasis que roza lo increíble. De todos era más o menos sabido que durante los cuatro años que formó parte de la directiva de Florentino Pérez (2002-06) se le conocía como el 'patito pobre'. No es que Calderón tuviera problemas para pagar la luz cada dos meses, que casi, pero nada tenía que ver con la riqueza que acumulaban cada uno de aquellos dirigentes, empezando por el mismísimo Florentino (uno de los 15 hombres más ricos de España según las últimas listas), siguiendo por altísimos ejecutivos como Fernando Fernández-Tapias o Juan Abelló y terminando, por ejemplo, con Manuel Cerezo, propietario de canteras, entre otros grandes negocios, y con una cuenta bancaria de muchos ceros. Calderón, titular de un despacho de abogados sin apenas movimiento, era un 'peso mosca', y ni eso, comparado con aquellos potentados. No hay que olvidar que la junta de Florentino empuñó un 'código de buen gobierno' por el que, entre otras cosas, impedía a cualquier directivo firmar contratos con empresas que estuvieran relacionadas o terminaran vinculadas al Real Madrid. También se impedía a sus familiares trabajar para el Real Madrid. Aquellos tipos no necesitaban dinero y les guiaba una idea romántica (equivocada o no) de la manera en que debía gestionarse el mejor club del mundo.

Ahora a Calderón le va bastante mejor, al menos por lo que él va diciendo a algunos de sus más estrechos colaboradores. Pudo ser consecuencia del éxtasis tras el título de Liga, o tal vez no, que el actual presidente del Real Madrid empezó comentar que su próximo 'fichaje' iba a ser nada menos que un yate de 37 metros de eslora. Ahí es nada. Cuando le escucharon esa afirmación, todos se daban con los codos: "¿Pero qué es lo que está diciendo éste?". Es sencillo brujulear por ahí y ver la cantidad de ceros que tienen los precios de un mastodonte marítimo de esa categoría. ¡Un yate de 37 metros de eslora! ¡Las fiestas que se pueden montar ahí dentro!

Son famosos los dos impresionantes yates de Florentino Pérez. El súper empresario los bautizó como Pitina I y Pitina II (el apodo cariñoso de su esposa, María Ángeles Sandoval), aunque es también sabido que el presidente de ACS ha huido siempre de los alardes fuera del terreno de juego. Calderón es lo contrario a Florentino también en materia de alardes. Siempre ha estado preocupado por el cuidado de su apariencia y de las modas. El actual máximo mandatario blanco es muy presumido y lo admite. Pero también es un enamorado del mar, y más concretamente del Mediterráneo. Cuando era directivo del Madrid, durante sus vacaciones veraniegas en Mallorca, se le solía ver de vez en cuando en un pequeño yate. No era suyo, sino de un amigo que se lo dejaba un par de días (las malas lenguas dicen que lo alquilaba para hacerse un par de fotos). Le gusta la buena vida, desde luego, porque para algunas cosas tiene muy buen gusto.

Vaya, vaya. Las sorpresas que da la vida. La última tiene que ver con Ramón Calderón, que parece haber reconducido su debilitada salud financiera desde que hace poco más de un año se hiciera con las riendas del Real Madrid. Bueno, más que salud, se encuentra en un estado de éxtasis que roza lo increíble. De todos era más o menos sabido que durante los cuatro años que formó parte de la directiva de Florentino Pérez (2002-06) se le conocía como el 'patito pobre'. No es que Calderón tuviera problemas para pagar la luz cada dos meses, que casi, pero nada tenía que ver con la riqueza que acumulaban cada uno de aquellos dirigentes, empezando por el mismísimo Florentino (uno de los 15 hombres más ricos de España según las últimas listas), siguiendo por altísimos ejecutivos como Fernando Fernández-Tapias o Juan Abelló y terminando, por ejemplo, con Manuel Cerezo, propietario de canteras, entre otros grandes negocios, y con una cuenta bancaria de muchos ceros. Calderón, titular de un despacho de abogados sin apenas movimiento, era un 'peso mosca', y ni eso, comparado con aquellos potentados. No hay que olvidar que la junta de Florentino empuñó un 'código de buen gobierno' por el que, entre otras cosas, impedía a cualquier directivo firmar contratos con empresas que estuvieran relacionadas o terminaran vinculadas al Real Madrid. También se impedía a sus familiares trabajar para el Real Madrid. Aquellos tipos no necesitaban dinero y les guiaba una idea romántica (equivocada o no) de la manera en que debía gestionarse el mejor club del mundo.