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Cesc, lo mejor de un frío amistoso
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Cesc, lo mejor de un frío amistoso

Cesc Fábregas, de 18 años, se convirtió en uno de los jugadores más jóvenes en debutar en la historia de España y fue, prácticamente, lo único

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Cesc, lo mejor de un frío amistoso

Cesc Fábregas, de 18 años, se convirtió en uno de los jugadores más jóvenes en debutar en la historia de España y fue, prácticamente, lo único potable de un amistoso de escasa enjundia y que sirvió a Luis Aragonés para ir atando cabos a poco más de dos meses para el Mundial de Alemania.

Los 'elefantes' de Costa de Marfil hicieron lo justo. Vulnerables atrás, pero sólidos en el medio centro y letales en el contragolpe. Para España, tres reflexiones en el cuaderno de Luis. Una, que Cesc pasó la prueba con éxito. Dos, que Villa sigue sólido, sobre todo cuando juega arriba como en el segundo tiempo. Y tres, que la Premier League ha hecho un gran favor al fútbol español. Cesc, Xabi y Reyes están un punto por encima del resto.

España no deleitó, pero ganó. Y las victorias dan moral y autoestima. Superó dos veces un marcador en contra y ese poder de reacción para remontar siempre es bienvenido en un equipo joven con una media de edad que no supera los 24 años.

Lo más destacable de España es la aparición de Cesc Fábregas. Todo un descubrimiento para el fútbol español. Cesc debutó y dio sentido al equipo. Toca y presiona. Es agresivo. Y además es vertical. Tiene la portería en la cabeza. En Highbury le cantan en la grada Fábregas, Fábregas, he's only seventeen and he is better than Roy Keane -Fábregas, Fábregas tiene sólo 17 años y es mejor que Roy Keane-. Ahora van a tener que buscarle otra rima. Ha cumplido 18 años y juega con la autoridad de un veterano.

En una combinación suya, con Luis García, vino el empate a uno que apuntilló David Villa, siempre listo en el área. El amistoso no fue de buen fútbol. En este ensayo premundialista, medio mundo del fútbol de elite se dio cita en el palco. Arsenal, Manchester United, Real Madrid. Todos a ver en directo a Zokora y Yayá Touré, el hermano pequeño de Kolo, que se quedó en Londres. No fue su mejor día. Y el mejor fue Kalou, que revolucionó a los suyos en el segundo tramo.

Costa de Marfil, posible revelación del Mundial

Se esperaba más de Costa de Marfil, una selección que va a ser posible revelación en el Mundial. Pero dejó claro que dominan el contragolpe, con Arouna Kone, el punta del PSV, y Drogba, que hoy en Valladolid vino a pasar el rato, sin dedicarle mucha intensidad. Hasta que Sergio Ramos le despertó con una dura entrada en el minuto 64. Entonces se picó y se olvidó de que esta historia era un amistoso.

No dio empaque España atrás. En uno contra uno de Akale con Sergio Ramos, el balón voló por el área y ahí apareció en segundo palo Keita para batir a Iker. Un apellido ilustre del fútbol africano abrió el marcador en una noche gélida, donde lo que menos podía apetecer era jugar al fútbol.

Tras el descanso, Puyol se quedó en la caseta. Michel Salgado entró en el campo, y Ramos pasó a jugar de central. Michel actuó de lateral. Costa de Marfil sorprendió a España con un gol meteórico. Un golazo de Kalou, el joven protegido por Drogba, dejó atónito a Iker. Un error de concentración general del equipo, imperdonable en un partido de un Mundial. Kalou juega en el PSG francés. Dice Drogba que verle en el campo es un regalo para la vista. Y así fue. Dio alegría a la media punta, mientras a España le costaba remontar el vuelo. Joaquín se las vio con Boka, un lateral agresivo.

Mientras, Luis Aragonés dio la oportunidad de debutar a Marcos Senna. A los 62 minutos, Torres mandó un balón al palo de Letizié, un guardameta que en su día fue portero de balonmano. De ahí le quedan algunos reflejos. Luis aprovechó el partido para ver sistemas. Los últimos veinte minutos empleó un 4-4-2, con Villa y Morientes en punta, y con Joaquín y Reyes abiertos en las bandas. España mejoró bastante. Morientes tuvo el empate a los 76 minutos. Pero Tizié le sacó un balón de oro.

Cesc Fábregas, de 18 años, se convirtió en uno de los jugadores más jóvenes en debutar en la historia de España y fue, prácticamente, lo único potable de un amistoso de escasa enjundia y que sirvió a Luis Aragonés para ir atando cabos a poco más de dos meses para el Mundial de Alemania.