Las rencillas con De la Iglesia que hicieron que Hayek casi faltase a los Goya

Salma Hayek lo tenía claro: no entraba dentro de sus planes presentarse a la gala de los Premios Goya de este domingo. Sin embargo, la actriz mexicana, nominada como Mejor actriz por su papel en La chispa de la vida, sí que se paseará por la alfombra roja del Palacio Municipal de Congresos, aunque, según ha podido saber Vanitatis, su presencia no ha sido fácil de conseguir.

El presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, después de conocer que Hayek no quería venir a los Goya, tuvo que mediar para que la actriz formase parte de la gran fiesta del cine español. Aunque de puertas para afuera el reparto de La chispa de la vida ha intentado destacar las buenas migas que hicieron durante el rodaje, lo cierto es que la grabación de la película de Álex de la Iglesia no fue sencilla.

Las quejas sobre el fuerte carácter que muestra el director vasco siempre que se pone detrás de una cámara se unieron a la mala relación entre Andrés Vicente Gómez, productor del filme, y Salma Hayek o a la discusión de la mexicana con Juan Luis Galiardo, uno de los actores secundarios de la película, por haber divulgado que la mexicana estaba en Cartagena cuando Hayek había pedido intimidad. 

La asistencia de Hayek a los Premios Goya se une a la de Antonio Banderas, nominado a Mejor actor por La piel que habito, junto a su mujer, Melanie Griffith, que aportarán el toque internacional a la alfombra roja, pese a que ninguno de los dos nominados parten como favoritos de la noche.

Las nominaciones a las estrellas extranjeras suelen ser un recurso habitual. De este modo, la gala muestra cierta internacionalidad, como ocurrió en 2002 con Nicole Kidman, que había actuado en Los Otros, de Alejandro Amenábar, o recientemente con la nominación a Ryan Reynolds, que intervino en la segunda película de Rodrigo Cortés, Buried (Enterrado), aunque ninguno de estos asitió a los premios del cine español.