El ayudante que pasó el arma a Alec Baldwin dice que revisarla no era su responsabilidad

Las autoridades de Santa Fe, en el estado de Nuevo México, continúan investigando cómo se produjo la muerte accidental de la directora de fotografía Halyna Hutchins durante el rodaje del wéstern 'Rust', que tenía en Alec Baldwin a su protagonista, quien fue, además, la persona que disparó en pleno ensayo de una escena, en la que se apuntaba a cámara con la pistola, un arma que contenía munición real en lugar de estar descargada para funcionar como un instrumento de 'atrezzo'. A la par que la oficina del 'sheriff' intenta recomponer las piezas de lo ocurrido, tanto la armera Hannah Gutierrez-Reed como el ayudante del director Dave Halls han hablado públicamente en los últimos días, a través de un comunicado o de sus abogados, para posicionarse respecto de cómo sucedieron los hechos.

Por medio de un comunicado compartido a 'The New York Post', Halls ha querido dejar claro que se encuentra "en 'shock' y triste" por la muerte accidental de Hutchins durante el rodaje, una "tragedia" que espera que "anime a la industria a reevaluar sus valores y prácticas para garantizar que nadie más resulte herido durante un proceso creativo". A su vez, ha manifestado también a través de su abogada Lisa Torraco en una entrevista en el programa 'The Story' de la cadena estadounidense Fox News una versión distinta a la que la prensa norteamericana ha compartido haciendo alusión a las declaraciones juradas de la oficina del 'sheriff' de Santa Fe y a fuentes cercanas a la producción.

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"Esta idea de que mi cliente agarró la pistola y se la pasó a Baldwin no ocurrió en absoluto", llegó a decir Torraco en un momento dado de dicha entrevista, una afirmación de la que se desmarcó poco después la abogada mientras eludía especificar si su cliente había sostenido el arma poco antes de que recayese en el actor Alec Baldwin. "La armera trajo la pistola y la abrió", argumentó también a este respecto en alusión a Gutierrez-Reed. Asimismo, la letrada señaló que otros miembros de la producción manifestaron a su equipo que fue la armera la que habría entregado directamente la pistola a Baldwin y que revisar el arma de fuego "no es el trabajo de un ayudante del director": "Si elige revisarla es porque quiere asegurarse de que la seguridad de todo el mundo está garantizada; puede hacer eso, pero no es su responsabilidad".

En una declaración jurada que recopilaron las autoridades con testimonios de las personas involucradas en la producción aquel día y que fueron testigos del accidente, Dave Halls expresó al dar su declaración a la policía que debería haber revisado todos los compartimentos de la pistola, ya que el protocolo que se siguió en el rodaje consistía en que Gutierrez-Reed le mostraba la pistola abierta para poder continuar con las escenas, aunque de aquella ocasión solo recordaba ver tres huecos reservados para balas y no que se girase por completo el tambor. Según la declaración jurada citada por 'The New York Times', cuando la armera le mostró el arma a Halls pudo ver "al menos cuatro carcasas falsas con agujeros a un lado y una sin agujero", aunque esta no tenía tapa y se podía ver que era tan solo la carcasa.

Halls habría visto "al menos cuatro carcasas falsas con agujeros a un lado y una sin agujero"

"Halyna Hutchins no solo era una de las personas más talentosas con las que he trabajado, sino que también era mi amiga", expresa también Halls en el comunicado recogido por 'The New York Post', en el que no entra en más detalles sobre el accidente acontecido al tener el equipo de la producción prohibido hablar sobre el asunto mientras dura la investigación y se esclarece quién fue la persona que introdujo en el set munición real. Por su parte, la armera Hannah Gutiérrez-Reed señaló también a través de un comunicado publicado en nombre de sus abogados que la seguridad era su "prioridad número uno", pero los productores de la película rechazaron tener días de entrenamiento para aprender a manipular las armas y prepararse para dispararlas.