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Cómo ISRAEL CAPTÓ AL HIJO DE UN LÍDER DE HAMAS

Historia del topo perfecto

Participó en la Intifada y era el vástago de un fundador de Hamás... hasta que se convirtió en un topo de Israel. Un documental revisa su historia

Foto: Un topo en el corazón de Hamás
Un topo en el corazón de Hamás

El 24 de febrero de 2010 el periódico israelí Haaretz público una de esas exclusivas/titulares redondos que hacen vender periódicos como si fueran rosquillas: "Hijo de un fundador de Hamás trabajó para el Shin Bet durante años". El Shin Bet, por si no lo saben, es el servicio de inteligencia israelí. Hablamos, por tanto, de la madre de todos los dobles juegos. El topose llamaba Mosab Hassan Yousef (1978) y ya ha pasado a la historia como uno de los infiltradosmás efectivos de Israel.

Mosab Hassan, que vivía en Cisjordania,trabajóen secreto para Israel desde 1997 bajo la fachada de un entregado yihadista.En 2007 se exilióa California y anunció su conversión al cristianismo. El patatús definitivo vendría tres años después:días antes de publicar su biografía (Hijo de Hamas) reveló su condición de topo de Israel. Hecatombe política y familiar.

Una historia con estos ingredientes -espionaje, religión, guerra sucia y traiciones familiares- parecía destinada a llegar a la gran pantalla, como así ha sido: primero en forma de documental -The Green Prince- y luego como futura ficción hollywoodiense.

Participar en la Intifada era la opción lógica para él. Vivía bajo la ocupación e Israel era su enemigo

En efecto, nadie parece resistirse a las peripecias del topo perfecto. El infiltrado del que nadie sospechabaviendo su biografía: no solo era el hijo de un líder de Hamás(Sheikh Hassan Yousef), sino que se había curtidoen la Intifada desde que tenía diez años.MosabHassan parecíadestinado a liderar en un futuro la resistencia palestina."Participar en la Intifada era la opción lógica para él. Vivía bajo la ocupación e Israel era su enemigo. En ese contexto histórico, puede entenderse quelos niños palestinos no sueñen con ser actores de cine o estrellas del pop, sino yihadistas. Luchar contra Israel es el equivalente a querer ser un héroe tipoRobin Hood", cuenta Nada Schirman, director israelí del filme, que compite esta semana enla sección oficial del Festival Documenta Madrid.

El punto de inflexión llegó en 1996, cuando Mosab Hassan fue detenido por las tropas israelíes. Pasó unos meses en prisión. Y salió de allí convertido en un topo de Israel dispuesto a arriesgar su vida para facilitar información a su antiguo enemigo. La pregunta cae por su propio peso: ¿Qué ocurrió en la cárcel?

Lo primero que viene a la cabeza son palabras como "interrogatorio", "lavado de cerebro" o "síndrome de Estocolmo", aunque MosabHassan ha negadoque fueranpor ahí los tiros. "Es importante entender las volátiles circunstancias políticas por las que acabó en prisión. Le arrestaron por llevar armas. Era un adolescente políticamente desesperado. Su padre había sido detenido varias veces, pero no solo por los soldados israelíes, sino por la propia autoridad palestina. Eran los tiempos del enfrentamiento civil entre Arafat y Hamás y muchos palestinos estaban en shock. Así que cuando entró en la cárcel ya estaba en crisis con los suyos, y lo que vio ahí dentro la agudizó: miembros de Hamás torturando a otros miembros sospechosos de Hamás. El resto vino rodado. No olvidemos que estamos hablando de un chaval sometido a enormes presiones políticas y que solo tenía entonces diecisiete años", cuenta Nada Schirman a El Confidencial.

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El caso es que el muchacho se empleó a fondo como espía. Aunque sus hazañas pueden haberse exagerado como arma propagandística, Israel asegura que su topo evitó varios atentados suicidas.Lo que sí parece fuera de toda duda es que Mosab Hassan cumplió su función con arrojo dadas susaparatosas circunstancias familiares.

"Para unos es un héroe y para otros un traidor, pero al margen de eso, se podría decir que hacía bien su trabajo: era un joven al que le excitaba jugar a ser James Bond. Una vez le pregunté si podía dormir tranquiloen la casa de sus padres; medijo que sí por dos motivos: porque contribuía con dinero al sustento familiar y porque gracias a él su padre seguía vivo (la inmunidad paterna era una de las condiciones de su acuerdo con Israel). He aquí el drama shakesperiano de esta historia. El hombre que traicionó a su padre... y consiguió así salvarle la vida", zanja el director.

Esta peripecia histórica tiene algo de remake israelí de Homeland: al igual que el sargento Brody, nuestro protagonista cambia de bando tras pasar una temporada en galeras, y regresa al corazón de su país camuflando su condición de traidor bajo la máscara del héroe. Ocurre que Homeland ya es un remake de una serie israelí. En otras palabras: el espionaje y la guerra es el verdadero costumbrismo israelí.

El 24 de febrero de 2010 el periódico israelí Haaretz público una de esas exclusivas/titulares redondos que hacen vender periódicos como si fueran rosquillas: "Hijo de un fundador de Hamás trabajó para el Shin Bet durante años". El Shin Bet, por si no lo saben, es el servicio de inteligencia israelí. Hablamos, por tanto, de la madre de todos los dobles juegos. El topose llamaba Mosab Hassan Yousef (1978) y ya ha pasado a la historia como uno de los infiltradosmás efectivos de Israel.

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