México invierte en el talento del cine español

El talento español se vende barato, y México lo sabe. En los últimos años, con la crisis azuzando el país, han sido muchas las empresas españolas que han sido rescatadas por compañías del otro lado del charco. En 2011 Pemex adquirió parte de Repsol, mientras que Bimbo México se hizo con su filial española. El año pasado fue La Caixa la que vendió más de 400 sucursales a la mexicana Carlos Slim, y así sucesivamente…

Por si esto fuera poco, España es el lugar que más población pierde por la emigración. Los profesionales no encuentran trabajo en su país, y abandonan todo en busca de una oportunidad. Los cineastas no son una excepción, y ruedan su película sea donde sea. Como por ejemplo, cómo no, en México. Allí consiguió financiación Diego Quemada-Díez, que ahora estrena su ópera prima, La jaula de Oro, tras su presentación oficial el pasado mayo en Cannes.

El director, que posee la doble nacionalidad hispano-mexicana, lleva 17 años fuera de España y siempre tuvo claro que quería trabajar en el mundo del cine, a pesar de que no pudiera permitirse estudiar en el extranjero y en España las escuelas dedicadas al séptimo arte fueran escasas. Pese a ello consiguió trabajar en el rodaje de Tierra y libertad de Ken Loach, tras lo que hizo la maleta para emigrar a Estados Unidos.

Su vida se parece a la de los adolescentes que describe en La jaula de oro, tres guatemaltecos que ven cómo pasar la frontera entre Estados Unidos y México es la vía para un futuro mejor. Así también se siente él, que considera que la vida en la tierra de las oportunidades no es tan fácil como parece a simple vista, como cuenta a El Confidencial “Fue muy difícil trabajar allí, porque no tenía papeles. Una vez los conseguí empecé a trabajar mucho para poder pagarme la escuela de cine. Así comencé a hacer mis cortos, a trabajar para otros directores y preparar este guión”.

El proceso de investigación de su primer largometraje se ha extendido diez años, durante los que ha hablado con cientos de personas que emigran hacia América del Norte. En ese tiempo empezó la difícil tarea de encontrar financiación. Tras muchas puertas llamadas y una intentona fallida de realizar el filme en Hollywood (donde le pedían incluir una voz en off de Salma Hayek para producir la obra) la ventana de México se abrió delante de él.

Allí consiguió sacar adelante su proyecto, al menos el 80% del mismo, gracias al modelo que el país ha adoptado para conseguir que las empresas privadas contribuyan a la producción cultural en el país “Es un modelo copiado de Brasil y sería muy bueno que lo instauraran en España. Las empresas que pagan muchos impuestos pueden dedicar parte de ese dinero a la financiación de proyectos artísticos. A la empresa no le cuesta nada, la deducen el 100% y le da un beneficio de imagen. Además están apoyando la producción nacional” afirma Diego Quemada-Díez.

Según la opinión del realizador este modelo, que considera imprescindible para España, debería ser instaurado para todas las áreas económicas para evitar que “la globalización siga destruyendo empleo y muchas empresas nacionales. Si no la gente seguirá emigrando y yéndose de sus países”.

Precisamente esa situación es en la que se encuentra el cine español, donde muchos de sus talentos han huido a otras cinematografías en busca de una oportunidad. Un contexto que el realizador de La jaula de oro considera muy preocupante “Si el gobierno no empieza a apoyar a la cultura y a la producción nacional perderemos todos. En México, el 95% del cine que llega a las salas es americano, ¿queremos llegar a eso? Porque si seguimos así es lo que vamos a conseguir. Tenemos que preguntarnos qué cultura estamos mostrando, Iron Man 3 Transformers… La glorificación de la militarización, de la violencia, películas que provocan un estado de alienación en el espectador, que fomentan el no pensar y que son el equivalente de la comida basura”.

Una opinión muy crítica sobre el momento actual, que está consiguiendo que películas como la suya se estrenen antes en Francia que en España, donde ni siquiera se dio repercusión al premio obtenido (al mejor reparto) por la película en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes, “Sólo escuchaba que no había ningún director español en Cannes, y sí que lo había” comenta con ironía el realizador.

De que me sirve el dinero si estoy como prisionero dentro de esta gran prisión cuando me acuerdo hasta lloro y aunque la jaula sea de oro no deja de ser prisión

De momento, y a pesar de que en España ya se han interesado por él, no se plantea abandonar México, la tierra que le ha dado su primera oportunidad. Y para ello ya tiene en mente un proyecto que girará sobre el tema medioambiental. A quien no cierra la puerta es a Hollywood, aunque piensa que para ello debe realizar otro par de películas antes de dar el salto. Parece que no se atreve a acudir a los cantos de sirena de la meca del cine, como si, de nuevo, se acordara de los personajes de La jaula de oro. Un título que Diego Quemada-Díez ha decidido utilizar inspirándose en la canción de Los Tigres del Norte, y que trata el tema de aquellos que viajaron a Estados Unidos en busca de un futuro, que no siempre fue mejor.