Tom Hanks se embarca en una de piratas

Hollywood ya no es lo que era. Los piratas ya no llevan parche, ni pata de palo. Si hasta un Johnny Depp amanerado ha podido ser uno de ellos todo puede ocurrir. Pero sin embargo los piratas siguen existiendo. Más reales que nunca, pero con la misma sed de oro que en el siglo XVII. Ahora vienen de Somalia, y ellos se definen como pescadores. Gente humilde obligada a atracar barcos cargueros para poder salvar a sus familias y sobrevivir.

Así presenta Paul Greengrass a los villanos de Capitán Phillips. No les juzga. Presenta su situación y se muestran implacables en su propósito, pero el director se la juega para intentar que el espectador empatice con estos piratas que convertirán el trabajo de Tom Hanks en un infierno.

Sin duda uno de los aciertos de una películairregular que consigue enganchar en su comienzo arrebatador para luego dejarte en alta mar flotando durante un segundo tercio aburrido, para volver arecobrar su intensidad en su clímax final.

El filme cuenta con un Tom Hanks en estado de gracia que apunta a los Oscar por esta interpretación

Y es que Paul Greengrass comienza su fiesta demasiado pronto. Un par de pinceladas (algo forzadas) para presentar a Phillips con su pareja y de lleno a la acción. No necesita más para centrarse en lo que a él le interesa de verdad. Greengrass es un gran director de escenas de acción, con un estilo cercano al documental y un virtuosísimo que dejan con la boca abierta. Así comienza la película que pone sus expectativas demasiado altas gracias al primer intento de abordaje y a la segunda y exitosa intentona. Un ejemplo de cómo resultar creíble y tener al espectador pegado a la butaca.

Mientras este juego del ratón y el gato se desarrolla entre los pasillos y camarotes del carguero todo funciona a la perfección, pero la decisión de abandonarlo a mitad de filme pesa como un lastre. Por mucho dominio del espacio que tenga Greengrass es imposible mantener el ritmo en el bote salvavidas. Y eso que cuenta con un Tom Hanks en estado de gracia que apunta a los Oscar con esta interpretación con el que vuelve a sus mejores papeles. Además se guarda una última escena algo “excesiva” para lucir su potencial dramático.

A pesar de que la tensión se recupera en el último tercio, destaca el contraste entre la austeridad en la puesta en escena de toda la película y el despliegue de medios que se marcan en un final que parece salido de una cinta de Kathryn Bigelow con sus helicópteros, francotiradores y portaaviones amenazando a los piratas. Cámara en mano claro.

Tanto en estilo, como en planteamiento, parece que Greengrass quisiera repetir los estupendos resultados que consiguió con United 93. Donde consiguió revivir de una manera tan real como impactante las últimas horas del avión que se estrelló en Pensilvania el 11 de septiembre del 2001. En esta ocasión el tiro le ha salido por la culata y al filme le sobra metraje y le falta algo de humildad.

Capitán Phillips es una buena cinta de acción. Rodada con pulso, disfrutable y muy bien interpretada. Pero no es la gran película que desde EEUU están queriendo vender. Paul Greengrass puede, y seguro que hará obras más redondas que esta.

Ironías del mundo del cine, y de Hollywood en concreto, United 93 sólo se alzó con una nominación al mejor director y otra al mejor montaje en los Oscar del 2006. Seguramente Capitán Phillips, deudora de esta, y un par der escalones por debajo, esté nominada a casi todo. Hollywood ha decidido que este año toca rendir pleitesía a Greengrass y no hay nada que pueda evitarlo. Si a esto le sumas su buen funcionamiento en la taquilla americana y el tener una figura querida por todos como Tom Hanks las cuentas salen de sobra. Un filme del que se hablará mucho en la carrera de premios que acaba de comenzar.

Capitán Phillips

Director: Paul Greengrass

Duración: 134 minutos

Género: Drama, acción

Nacionalidad: EEUU

Reparto: Tom Hanks, Catherine Keener, Chris Mulkey, John Magaro, Max Martini