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Kike Aspano se adentra con su cámara en uno de los últimos misterios: un convento de clausura
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hasta el 15 de junio

Kike Aspano se adentra con su cámara en uno de los últimos misterios: un convento de clausura

El fotógrafo inaugura este viernes en el convento de Santa Isabel de los Reyes, en Toledo, la muestra 'El privilegio de la pobreza', fruto de un año de acercamiento a las clarisas que allí viven

Foto: Una de las fotografías de la exposición 'El privilegio de la pobreza' de Kike Aspano.  (Cedida)
Una de las fotografías de la exposición 'El privilegio de la pobreza' de Kike Aspano. (Cedida)

España es potencia mundial en vida contemplativa: una de cada tres monjas de clausura vive en nuestro país. Sin embargo, la clausura está en vías de extinción. En 2016 había 865 conventos de clausura repartidos por toda la geografía nacional, según datos de la Conferencia Episcopal Española. En 2023 apenas quedaban 700, y la cifra sigue bajando. Se calcula que cada mes al menos un convento echa definitivamente el cierre.

Durante un año el fotógrafo Kike Aspano ha conseguido adentrarse en los gruesos muros del convento de Santa Isabel de los Reyes, en Toledo, y acercarse a las hermanas clarisas que allí viven en clausura. Armado con su cámara, y un profundo respeto al sentido sagrado de la vida de esas mujeres, Aspano ha retratado esa forma de vida que se remonta al siglo IV.

La síntesis de todo ese trabajo es El privilegio de la pobreza, la exposición fotográfica que Kike Aspano inaugura este viernes día 24 de mayo en el convento de Santa Isabel, y que hasta el 15 de junio se podrá contemplar en horario de 18.00 a 22.00 horas. Una muestra en la que el fotógrafo sumerge al espectador en uno de los últimos reductos de intimidad y el sentido sagrado de la vida: un convento de clausura. Tal y como destaca el comisario François Cheval, la de Aspano es una visión natural sobre uno de los últimos misterios que perdura en la crisis de civilización que afrontamos.

placeholder Una de las fotografías del convento de Santa Isabel de los Reyes, en Toledo, que forma parte de la exposición. (Cedida)
Una de las fotografías del convento de Santa Isabel de los Reyes, en Toledo, que forma parte de la exposición. (Cedida)

El privilegio de la pobreza logra un difícil equilibrio entre el respeto al misterio y la intimidad y la proximidad de las vidas plenamente humanas que Kike Aspano encontró y fotografió en el convento de Santa Isabel de los Reyes. “Acostumbradas a la mirada omnisciente de Dios, las hermanas de clausura no temen a la cámara”, señala Cheval. Y es precisamente esa naturalidad de la que se sirve el fotógrafo para recoger el auténtico ser de esas mujeres.

“No pretende ser una guía de arte sobre el patrimonio artístico, sino del patrimonio humano; una simple muestra de cómo es el día a día de estas mujeres. Los conventos de clausura son tal vez el último secreto del siglo XXI. Están rodeados de un halo de misterio y de fantasía”, destaca el fotógrafo.

¿Cuáles son las razones que sustentan la existencia y pervivencia de la vida en clausura? ¿Por qué miles de mujeres a lo largo de la historia han elegido como vida el claustro monástico? ¿Qué significa la clausura? ¿Pertenece a nuestro tiempo? Y por encima de todo, ¿se puede ser feliz en el claustro? Son algunas de las preguntas que plantea la exposición. La única certeza a la que Kike Aspano asegura haber llegado tras casi un año de paciente trabajo junto a la comunidad de clarisas es que la elección de la vida en clausura y apartada del mundo es sólo un medio, no un fin. “No es una renuncia sino una opción. Todas ellas, en un momento de su vida, hicieron una elección difícil de comprender en un mundo donde el para qué predomina sobre el porqué. Y donde lo material es la regla y el desapego, una excepción”, afirma.

placeholder Una imagen de Kiko Aspano del convento de las hermanas clarisas. (Cedida)
Una imagen de Kiko Aspano del convento de las hermanas clarisas. (Cedida)

Fueron largos meses de acercamiento a las hermanas clarisas, antes de dar el paso al acto fotográfico, con el enorme cuidado que supone no romper el equilibrio entre esa cercanía vital y el misterio: “Lo he hecho con mucho cariño y enorme respeto, intentando recoger la esencia de la clausura y, a la vez, la realidad de su vida que, aunque cueste entenderlo, es muy alegre y plena”, asegura.

España es potencia mundial en vida contemplativa: una de cada tres monjas de clausura vive en nuestro país. Sin embargo, la clausura está en vías de extinción. En 2016 había 865 conventos de clausura repartidos por toda la geografía nacional, según datos de la Conferencia Episcopal Española. En 2023 apenas quedaban 700, y la cifra sigue bajando. Se calcula que cada mes al menos un convento echa definitivamente el cierre.

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