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Años ochenta: la década que la derecha francesa quiso ser marxista y gramsciana
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Años ochenta: la década que la derecha francesa quiso ser marxista y gramsciana

Alain de Benoist fue su líder y en su búsqueda de la hegemonía, su estrategia tomó préstamos de la izquierda ideológica. Lo cuenta François Dosse en el ensayo 'La saga de los intelectuales franceses 1944-1989'

Foto: Vista de una asamblea de GRECE en 1981. (Getty/Gamma-Rapho/Jérôme Chatin)
Vista de una asamblea de GRECE en 1981. (Getty/Gamma-Rapho/Jérôme Chatin)

En la década de 1980, en respuesta a la atonía de la izquierda, surgieron algunos intelectuales de la "nueva derecha" que renovaron radicalmente la tradición reaccionaria. Sus primeros proyectos se remontan a 1968, como reacción al aumento de las protestas entre la juventud escolarizada. En este contexto, a contracorriente, Alain de Benoist, apodado Pico Della Mirandola por Jean-Marie Domenach, asombrado por la amplitud de su cultura, creó la revista Nouvelle École en febrero de 1968 y la asociación Grece (Groupement de recherche et d’études pour la civilisation européenne) en 1969. Alain de Benoist, nacido en 1943, se implicó políticamente de adolescente en la defensa de la Argelia francesa y participó activamente en la Fédération des étudiants nationalistes (FEN), en oposición a la Unef, que apoyaba entonces al FLN.

El nacimiento del Grece correspondía al deseo de una nueva generación de intelectuales de extrema derecha de reaccionar tras varios fracasos: la disolución de Jeune Nation en mayo de 1958, el fracaso de la candidatura de Tixier-Vignancour en las elecciones presidenciales de 1965 y el desastre electoral de las elecciones legislativas de 1967, en las que el Rassemblement européen de la liberté (REL) no consiguió ningún escaño. En aquella época, Alain de Benoist, que solo tenía veinticuatro años, escribía bajo el seudónimo de Fabrice Laroche en L’Observateur européen y colaboraba regularmente en diversas revistas neofascistas, incluyendo Défense de l’Occident, revista mensual dirigida desde diciembre de 1952 hasta noviembre de 1982 por Maurice Bardèche. También era miembro del consejo nacional de la REL, cuya doctrina es la del mensual Europe-Action, creado por Dominique Venner, un racista europeísta que reaccionaba contra la inmigración de los pueblos "de color", ya que ponía en peligro la identidad de los occidentales:

"En Francia, la gran inmigración de elementos de color es un problema [...]. También conocemos la importancia de la población norteafricana [...]. Lo que es grave para el futuro: sabemos que la base de la población de Europa, que permitió la expansión civilizadora, fue la de una etnia blanca. La destrucción de este equilibrio, que puede ser rápida, conducirá a nuestra desaparición y a la de nuestra civilización".

Esta corriente xenófoba difunde un racismo biológico que al mismo tiempo se define como revolucionario. El primer círculo formado en torno a Alain de Benoist, incluso antes de Grece, se había reunido en los Cahiers universitaires sobre esta temática neofascista. En 1976, Grece fundó las publicaciones Copernic y reunió a dos generaciones de antigaullistas: los que habían vivido la guerra bajo el vichyismo y la colaboración, y los que no habían soportado los Acuerdos de Evian. Esta corriente, que pretendía rearmar ideológicamente a la derecha modernizándola, dio origen al Club de l’horloge en 1974.

placeholder Alain de Benoist participa en una asamblea de GRECE en 1981. (Getty/Gamma-Rapho/Jérôme Chatin)
Alain de Benoist participa en una asamblea de GRECE en 1981. (Getty/Gamma-Rapho/Jérôme Chatin)

Esta "nueva derecha" se alejaba de la tradición del nacionalismo francés representada por Maurras y Barrès, la de una identidad basada en la tierra, para sustituirla por un nacionalismo racialista con pretensiones científicas y abierto a la construcción de una Europa que haría surgir un hombre nuevo mediante una política eugenista. Alain de Benoist declaraba que "el realismo biológico es la mejor herramienta contra las quimeras idealistas". El número de miembros del Grece creció hasta finales de la década de 1970 y alcanzó unos 1.500 miembros, principalmente universitarios. Alain de Benoist adquirió notoriedad al reunir sus artículos publicados entre 1970 y 1976 en Vu de droite; su libro ganó el Premio de Ensayo de la Académie française y vendió más de treinta mil ejemplares. En 1979, con motivo de su segunda publicación, fue invitado a aparecer en el programa cultural de Bernard Pivot, Apostrophes.

En su búsqueda de la hegemonía, su estrategia tomó préstamos de la izquierda ideológica. Se refería a Gramsci y promovía un "gramscismo de derechas". En cuanto a la legitimación científica de su ideología racialista, la encontró en la biología, cuyos datos genéticos, etológicos y sociobiológicos instrumentalizó. A nivel genético, utilizando el trabajo de investigación de Arthur R. Jensen, se opone a la idea roussoniana de una igualdad de nacimiento frustrada por las desigualdades de capital cultural en el plano ambiental. Por el contrario, Alain de Benoist destaca el peso de la herencia, que explica más del 80% de las diferencias entre los individuos. Además, Alain de Benoist subraya el papel matricial del instinto animal, que es elevado al rango de modelo de vigor y valor para el ser humano, y presta una atención renovada a los descubrimientos de la etología. Por último, y esta fuente de inspiración es bastante nueva para la derecha, Alain de Benoist se inspira en la sociobiología y en los trabajos de su fundador, Edward Osborne Wilson, teórico de la biodiversidad. Además, Grece no duda en retomar muchos de los temas de movilización de mayo de 1968 y de los años siguientes, como el feminismo, el regionalismo y las preocupaciones ecológicas: "Favorables a la liberación de las costumbres sexuales, a la legislación del aborto, a la renovación de la educación mediante métodos interdisciplinarios activos, los grecistas no rechazan la civilización industrial". En este punto, Alain de Benoist evolucionará sin embargo hacia una crítica cada vez más radical de la tecnociencia, añadiendo críticas de izquierda inspirado en la Escuela de Fráncfort. También tomó prestado de la izquierda un antiamericanismo que se convirtió en la línea oficial de su corriente a partir de 1975, en nombre de una reacción contra una crisis general de la cultura a la que contribuyó la invasión de series americanas de Hollywood.

placeholder La saga de los intelectuales franceses 1944-1989. Volumen 1, de  François Dosse (Akal)
La saga de los intelectuales franceses 1944-1989. Volumen 1, de François Dosse (Akal)

La otra gran ruptura con la tradición de la derecha es el rechazo radical del cristianismo. Mientras que, para la derecha clásica, Francia es la hija mayor de la Iglesia, Grece denuncia la herencia "judeocristiana", su igualitarismo y su defensa de los derechos humanos, que se considera uno de sus vástagos. A esta tradición, Grece opone la base ideológica de la "herencia indoeuropea". Esta corriente sigue mostrando su modernidad, ya que Georges Dumézil es considerado un maestro en antropología. La trifuncionalidad indoeuropea, que organiza la sociedad según principios jerárquicos que dividen a los que rezan, a los que luchan y a los que trabajan, es estudiada y magnificada por Grece, pero en gran medida utilizada como una apologética, la de un "politeísmo, o paganismo, que es alabado y repensado como la verdadera “religión de los europeos”. Este novedoso conjunto ideológico se pone al servicio de posiciones antiigualitarias: Grece es partidario de una política de apartheid bien establecida entre las distintas culturas. No se trata de eliminar al otro, de destruir la sociedad diferente, sino de considerar que debe prosperar en un espacio diferente, y dejar a los europeos entre ellos. Grece absolutiza las diferencias culturales: según ellos, las culturas no pueden intercambiarse de forma fructífera y deben permanecer separadas unas de otras. Como señaló Pierre-André Taguieff, Alain de Benoist abandonó progresivamente la temática biológica en favor de un enfoque antropológico, lo que quedó muy claro en la publicación, bajo el seudónimo colectivo de Jean-Pierre Hébert, de Race et Intelligence, en 1977, en la colección que dirigía en la editorial Copernic. Esta vez, los autores pusieron en juego un determinismo cultural en nombre del cual cada cultura debía desarrollar su propia singularidad: "El culturalismo de Alain de Benoist y su antiutilitarismo —derivado del pensamiento de Heidegger sobre la técnica— lo aleja de las cuestiones que plantea la aplicación de la biotecnología a los seres humanos".

Sobre la base de esta ideología, compuesta y nueva a la vez, el Grece ganó miembros e influencia, extendiendo sus ramificaciones más allá de los restringidos círculos de la extrema derecha. Su progresión fue tal que el periodista Thierry Pfister de Le Monde expresó su alarma en 1979 en un artículo titulado "La nouvelle droite s’installe". Destacó las redes de poder de esta corriente en la prensa, tanto la de Raymond Bourgine como la de Robert Hersant, en particular en Le Figaro Magazine, dirigida por Louis Pauwels. Este último, que ocupaba una posición central en la prensa, había patrocinado Nouvelle École en 1972 y ya había invitado a Alain de Benoist a escribir en su revista Question de. En 1977, se convirtió en director de los servicios culturales de Le Figaro y, un año después, abrió este suplemento y las columnas de Le Figaro Magazine a las plumas de los compañeros de Alain de Benoist. Pauwels, polemista y discípulo de Gurdjieff, es un ferviente crítico del cristianismo. Constantemente estigmatiza a los cristianos, presentándolos como nazarenos, como para resaltar su identidad, que habría seguido siendo la de una secta que simplemente había crecido de forma desmesurada. Los cristianos entregaron la ciudad romana y su civilización a los bárbaros y, tras cometer esta fechoría, amordazaron la libertad de expresión y la sustituyeron por la Inquisición, despreciaron las leyes de la naturaleza y sustituyeron la alegría de vivir que imperaba antes por una forma de "sinistrosis", alimentando un ilusorio igualitarismo que es fuente de desorden.

placeholder La saga de los intelectuales franceses 1944-1989. Volumen 2, de François Dosse (Akal)
La saga de los intelectuales franceses 1944-1989. Volumen 2, de François Dosse (Akal)

En su advertencia, Thierry Pfister señalaba que la "nueva derecha" estaba haciendo algunas incursiones en la derecha clásica, tanto entre los giscardianos como entre los gaullistas. Esta influencia se encuentra en los escritos del giscardiano Michel Poniatowski, que alabó la pluma de Alain de Benoist por L’Avenir n’est écrit nulle part, publicado por Albin Michel, "mientras que Jean-Claude Valla, secretario general del Grece, coescribió artículos en Le Figaro con Alain Griotteray, uno de los fundadores de Républicains indépendants".

Además, el Club de l’horloge ejercía influencia en el mundo político. Su presidente, Yvan Blot, no era otro que el jefe de gabinete del secretario general del RPR, Alain Devaquet: "El Club de l’horloge alimentó doctrinalmente a todos los partidos de oposición de la derecha, antes de proporcionar al Front national, en 1985, mediante el libro dirigido por Jean-Yves Le Gallou, los principios de una argumentación eficaz". Uno de los principales temas desarrollados por el Club de l’horloge es el de la inextinguible necesidad de arraigo identitario, sin el cual el individuo se arriesga a la tentación totalitaria. Por su parte, el Grece fue abordado ya en 1972 por la corriente giscardiana, con la que se consolidaron las relaciones tras la elección de Giscard en 1974. En Niza, Jacques Médecin apadrinó al Grece, que contaba con una sólida base local desde sus comienzos. A esta penetración en los círculos de decisión política hay que añadir la proximidad de una pléyade de intelectuales. El Grece encarnaba un movimiento cada vez más importante que, según las estimaciones de Alain de Benoist, contaba con hasta dos mil quinientos miembros y entre cinco y ocho mil simpatizantes en 1985. Un cierto número de indicadores tangibles apuntaban a una influencia creciente, como la asistencia a las reuniones, que atraían a entre setecientas y mil doscientas personas, o la tirada de la revista Éléments, que alcanzó los quince mil ejemplares, incluidos cinco mil suscriptores.

En 1978, Pierre Billard señaló que la izquierda estaba retrocediendo ideológicamente ante el surgimiento de un "nuevo orden moral"

A raíz de este éxito, y con el deseo de transformar el experimento en una teorización filosófica, Alain de Benoist lanzó en 1988 su propia revista, Krisis, centrada en la elucidación de la crisis del mundo moderno, caracterizada por un empobrecimiento espiritual. Su mayor inspiración era heideggeriana, insistiendo en el Olvido original del ser y desarrollando una crítica de la esclavitud de Occidente a la tecnociencia:

"Un mundo en el que el pensamiento auténtico está atrapado en el doble vicio del aplanamiento mediático y del desencadenamiento técnico; en el que el hombre está, en el verdadero sentido de la palabra, distraído de sí mismo, es decir, puesto en condiciones de olvidar que antes de tener necesidad de algo, tiene necesidad de sí mismo [...]. Un mundo así es simplemente un mundo que despoja al hombre de su humanidad".

El tema del arraigo heideggeriano se convierte en el credo de esta corriente que cultiva el más puro diferencialismo cultural: "SOS-Racismo, dicen algunos. Nosotros respondemos: SOS-Raíces". Esta ofensiva ideológica de la "nueva derecha" resultó eficaz, y Pierre Billard señaló en Le Point, en septiembre de 1978, que la izquierda estaba retrocediendo ideológicamente ante el surgimiento de un "nuevo orden moral".

En la década de 1980, en respuesta a la atonía de la izquierda, surgieron algunos intelectuales de la "nueva derecha" que renovaron radicalmente la tradición reaccionaria. Sus primeros proyectos se remontan a 1968, como reacción al aumento de las protestas entre la juventud escolarizada. En este contexto, a contracorriente, Alain de Benoist, apodado Pico Della Mirandola por Jean-Marie Domenach, asombrado por la amplitud de su cultura, creó la revista Nouvelle École en febrero de 1968 y la asociación Grece (Groupement de recherche et d’études pour la civilisation européenne) en 1969. Alain de Benoist, nacido en 1943, se implicó políticamente de adolescente en la defensa de la Argelia francesa y participó activamente en la Fédération des étudiants nationalistes (FEN), en oposición a la Unef, que apoyaba entonces al FLN.

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