Orden de detención internacional contra Natalio Grueso, exdirector del Centro Niemeyer

La Audiencia Provincial de Oviedo ha dictado una orden internacional de detención sobre ex director general de la Fundación Niemeyer de Avilés (2006-2012), Natalio Grueso, para cumplir la condena de ocho años de cárcel que le fue impuesta por delitos continuados de malversación de caudales públicos, falsedad documental y societario durante su gestión al frente del equipamiento cultural. La Sección Tercera de la Audiencia ha tomado esta decisión "considerando la probabilidad" de que Grueso haya abandonado el territorio nacional, según la providencia dictada por el tribunal. Así, la Audiencia ha dictado una orden europea de detención y una requisitoria internacional por si hubiera abandonado la Unión Europea.

La condena impuesta por la Audiencia de Oviedo al que fuera director general de la Fundación Niemeyer entre 2006 y 2012 fue ratificada en abril del pasado año por la Sala Penal del Tribunal Supremo. El pasado mes de septiembre, la Fiscalía de Asturias se opuso a la concesión del indulto solicitado por Grueso al no apreciar "razones de justicia, equidad o utilidad pública que lo pudieran justificar".

La sentencia ratificó como hechos probados que Grueso generó gastos ajenos a los fines de la Fundación Niemeyer y en beneficio propio

Al margen de la condena a Grueso, el Supremo ratificó la pena de dos años de prisión impuesta al exsecretario de dicha fundación, José Luis Rebollo, por delito continuado societario, y rebajó de siete años y seis meses a seis años de prisión la condena que le había sido impuesta al tercer imputado en la causa, José María Vigil, exagente de Viajes El Corte Inglés, por malversación falsedad y estafa.

La sentencia ratificó como hechos probados que Grueso generó gastos ajenos a los fines de la Fundación Niemeyer durante todo el tiempo que duró su relación laboral, "disponiendo de sus fondos en beneficio propio, de sus familiares, amigos y terceros de su entorno, como si de su propiedad fueran, en detrimento de la Fundación Niemeyer".

Con el apoyo de Vigil, a quien unía una relación de amistad, también ocultó gastos de desplazamientos y estancias hoteleras de familiares y allegados con facturas falsas o alteradas a nombre de trabajadores de la fundación o por conceptos ficticios, de acuerdo al fallo judicial.

De super conseguidor cultural a la cárcel

Natalio Grueso formó parte del equipo fundador del Niemeyer, el gran centro cultural que costó 43 millones, pagados entre el Principado y el Estado. Los 2000. Grueso fue director entre 2006 y 2012. Época de vacas gordísimas. En 2010, contaba con el beneplácito del entonces presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, y todo iba a tope: por allí pasaban Woody Allen, Paulo Coelho, Brad Pitt y era hasta normal que Kevin Spacey montará un Ricardo III. El Niemeyer era un emblema de la gestión socialista de Asturias.

Con el triunfo de Foro Asturias, de Francisco Álvarez-Cascos, en 2011, el centro se puso en el centro de mira por las subvenciones recibidas y el gasto que estaba haciendo Grueso, que ante la tormenta política negoció su traslado a Madrid donde fue fichado por la entonces alcaldesa Ana Botella como director de programación de Artes Escénicas. Venía a cambiarlo todo pero a los dos años salió por la puerta de atrás sin cambiar nada.

Fue la socialista Ana González la que pidió las cuentas del Niemeyer y quien observó las irregularidades

Mientras todo sucedía, en Asturias el asunto del Centro Niemeyer se judicializaba gracias a dos demandas, una de Foro Asturias, que no daba ningún nombre, y otra de la entonces consejera de Cultura, Ana González, del nuevo gabinete del socialista Javier Fernández, ya que el PSOE había ganado las elecciones en 2012. Fue González -años después, alcaldesa de Gijón- la que pidió las cuentas del Niemeyer cuando fue nombrada al frente del Patronato de la Fundación del Centro Niemeyer. "No ha desaparecido dinero, no se puede decir eso, pero hay unos aspectos en la gestión de las subvenciones concedidas a la Fundación del Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer entre 2007 y 2010 que no podemos aclarar y que podrían ser constitutivos de delitos", dijo entonces la consejera, según una información publicada por El Comercio en 2020.

La investigación posterior destapó tantos datos raros en la contabilidad que acabó llegando a juicio -se tuvo que dictar también una orden porque Grueso no se presentó- y finalmente en 2020 llegaría la sentencia de ocho años de cárcel, ratificada en abril del año pasado y por la cual ahora se ha dictado una orden internacional de detención.