Premios Goya 2024: habitación en Valladolid por 800 euros (en vez de los 100 habituales)

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Por una habitación en el Hotel Silken Juan de Austria en Valladolid, que por estas fechas suele andar por 100 euros la noche, han estado pidiendo hasta ayer 800. Y alguien los ha debido de pagar, porque en ese establecimiento han colgado el cartel de ‘Completo’. En el Sercotel, donde lo habitual es dormir por unos 100 euros, este sábado hay que desembolsar unos 340 euros por hacerse con la única habitación que les queda libre. Y en el Ibis Valladolid, donde el precio de la habitación ronda los 80 euros, este fin de semana se ha disparado hasta los 275 euros.

Y, no, no pierda el tiempo buscando alojamiento en Airbnb: desde hace tiempo en esa plataforma no queda un solo apartamento libre en Valladolid para mañana sábado, tan solo hay disponibles cuatro habitaciones, y algunas a precios estratosféricos. Carlos, por ejemplo, alquila una “céntrica habitación al lado de la Catedral” con baño compartido por 234 euros la noche.

Todo eso es efecto de la gala de los Premios Goya, que mañana sábado se celebrará en la ciudad pucelana.

La ciudad cuenta con 3.614 plazas hoteleras, suficientes —al menos sobre el papel— para acoger un evento que reunirá a unas 3.0000 personas

Fue la Junta Directiva de la Academia de Cine, formada por representantes de todos los oficios del cine, la que después de evaluar las candidaturas presentadas por las distintas ciudades para los Goya 2024 decidió decantarse por Valladolid. Una ciudad que cuenta con 3.614 plazas hoteleras, suficientes —al menos sobre el papel— para acoger un evento que mañana reunirá a unas 3.0000 personas entre invitados, periodistas y técnicos varios. Sin embargo, desde hace ya semanas es imposible encontrar una sola cama en Valladolid a precios razonables, las poquitas que quedan se ofrecen a precios estratosféricos.

“La necesidad alojativa de los Goya se acerca mucho al límite de la capacidad de Valladolid, pero es perfectamente asumible en unos alojamientos con una calidad alta y adecuada para eventos de todo tipo”, nos cuenta Raquel González, secretaria general de la Asociación de Hoteles de Valladolid, quien niega taxativamente que los albergues de la ciudad se hayan subido descaradamente a la parra aprovechando el tirón de los Goya.

“El precio medio de la plaza varía en función de la temporada y las circunstancias de cada fecha”, sostiene. Y, según los datos de la Asociación de Hoteles de Valladolid, el 75% de las habitaciones de sus miembros se ha vendido a un precio medio de 150 euros, IVA incluido, Es decir: de las 1.700 habitaciones que forman parte de esa organización, 1.275 habrían tenido ese precio.

“Ha habido otras reservas, de más de una noche, que se han vendido por debajo de esa tarifa a unos 100 euros, IVA incluido, para prensa, servicios de peluquería y maquillaje. Es más, estimamos que el 90% se ha vendido a ese precio e incluso inferior, debido a que se trata de habitaciones de varias noches o clientes habituales de los hoteles”, señala González.

El problema es lo que han hecho los hoteles que no forman parte de esa organización y, sobre todo, la subida de precios generalizada que se ha registrado en Valladolid en las últimas semanas. “El incremento de precios de los últimos días se debe al uso de herramientas de inteligencia artificial para determinar los precios y a políticas internas de comercialización de algunos hoteles para no perder posicionamiento en plataformas de venta online”, afirma Raquel González, quien considera que las habitaciones que se hayan podido vender a esos precios más altos son “un número muy poco significativo”.

“Además, es lo mismo que sucede en Madrid cuando hay un partido de Champions, o en Barcelona durante el Congreso Mobile. Sucede en todas las ciudades cuando hay un evento que es extraordinario. Por tanto, no creemos que los precios se hayan inflado, sino que se han adaptado a las circunstancias”.

El caso es que hoy mismo es imposible encontrar una habitación en Valladolid a los precios habituales, las poquísimas que aún hay disponibles cuestan de un ojo de la cara.