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No lo niegues: leemos cada vez más el horóscopo (sobre todo en estos tiempos de incertidumbre)
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Entrevista

No lo niegues: leemos cada vez más el horóscopo (sobre todo en estos tiempos de incertidumbre)

La autora sueca Liv Strömquist, una de las más leídas del planeta, retrata con bastante gracia a todos los signos del zodiaco en el divertido cómic filosófico 'Astrología liviana'

Foto: La autora del cómic, Liv Strömquist (CEDIDA POR LA EDITORIAL)
La autora del cómic, Liv Strömquist (CEDIDA POR LA EDITORIAL)

La sueca Liv Strömquist (Lund, 1978) es una de las autoras de cómic más leídas del planeta. Quizá porque sus libros son mucho más que las viñetas y los dibujos. Licenciada en Ciencias Políticas, aborda a partir de la cierta ligereza del cómic temáticas grandes. Así ocurre en Astrología Liviana (Reservoir books) -perfecto para estas fechas-, un libro divertidísimo en el que se enfanga con todos los signos del zodiaco. No deja títere con cabeza entre soberbios, sabelotodos, raritos, despegados o infieles. Por supuesto luego están las afinidades. Esos posibles matchs, que en realidad nos inventamos un poco. Y todo lo hace a partir de personajes célebres que fueron de uno u otro signo (todos bastante malvados, por cierto).

Pero además el libro tiene una segunda parte mucho más filosófica en la que da entrada a pensadores como Adorno que intentaron explicarnos por qué nos gusta tanto leer el horóscopo, algo que, por otra parte, vuelve a estar bastante de moda (si alguna vez no lo estuvo). El boom del pensamiento mágico. De todo ello hablamos con Strömquist por zoom.

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Astrología Liviana

PREGUNTA: ¿Cómo se plantea este libro sobre el horóscopo?

RESPUESTA: Me di cuenta de que cada vez encontraba más cosas sobre la astrología en todas partes, en las redes, aplicaciones, también en las cifras… ha pasado una época con menor popularidad, pero ahora cada vez más se lee más. En tik tok es muy importante, por ejemplo. Incluso desde Silicon Valley se está invirtiendo en nuevas aplicaciones relativas a la astrología. En el libro lo analizo desde dos puntos de vista distintos porque creo que hay una visión también más irónica y lúdica: la astrología también te sirve para reírte porque sabes que es mentira, pero tiene ese aspecto divertido. Es una forma de hablar de cómo eres tú, los demás, cómo nos relacionamos, si tenemos un problema con una amistad es una forma de hablar y eso puede ayudarnos. El hecho de que sea mentira nos puede ayudar a todos.

P: En la parte más filosófica del libro usted cita a diferentes pensadores, psicólogos que hablan sobre nuestro entusiasmo por el horóscopo. ¿Con qué teoría se queda?

R: Yo creo que hay un sociólogo, Adorno, que escribió un libro muy interesante sobre la astrología, pero si pienso en quien lo ha analizado desde un punto de vista contemporáneo te diría a Aris Komporozos-Athanasiou que escribió el libro Speculative Communities (no está traducido al español) en el que analizaba esta cuestión: cómo abordar la incertidumbre en la sociedad contemporánea. Gran parte de sus ideas se basan en el crash económico de 2008, que hizo que el futuro se volviera imprevisible. Parece que todo puede ocurrir y todo va regido por una fuerza sobre la que no tenemos ningún tipo de control y no podemos hacer nada al respecto. Con lo cual, uno tiene la sensación de que en muchos ámbitos de nuestra vida nos sentimos impotentes y no los entendemos. Si pensamos en nuestro futuro, cuesta muchísimo predecir qué nos va a pasar. ¿Quién iba a saber que el covid iba a pasar, o la guerra en Ucrania o el cambio climático? ¿Hasta qué punto es grave el cambio climático? Es decir, al final uno se siente con una incertidumbre extrema y tampoco puedes pedirles respuestas a la generación anterior porque ellos tampoco lo han vivido. Este pensador lo que sugiere es que la astrología es un espejo y refleja toda esta incertidumbre más aleatoria de nuestras vidas. Los jóvenes hoy en día encuentran a sus parejas de forma online a través de las aplicaciones. Antes era el amigo de una amiga, la hermana, el hermano o alguien que conocías en el trabajo. Es decir, algo sabías de estas personas, pero ahora la incertidumbre es mucho mayor. Te llega alguien a tu vida a través de una foto y piensas, lo que me cuenta será verdad, qué intención tiene… Es decir no hay nada que te pueda guiar. Y la astrología refleja esas dudas de nuestras vidas: ah, esta persona es Leo, bueno, pues ya me hago una idea.

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Los Leo

P: Me interesa el tema de las apps de citas porque, de nuevo, como con el horóscopo, dejamos incluso el amor en manos de un algoritmo.

R: Sí, tienes toda la razón. Es una incertidumbre muy radical y lo que él dice es que este tipo de respuestas aletatorizadas que obtienes a través de un algoritmo te da una cierta plausibilidad. Es lo que te podría contar un maestro o tus padres o un experto entre comillas. Porque claro, no hubo un experto que pudiera predecir la pandemia que hemos pasado. Nadie puede darte una respuesta sobre el futuro y el horóscopo te da una cierta respuesta.

P: Además de esta parte filosófica, está la parte divertida del libro donde te ríes de los rasgos de cada signo a través de diferentes personajes célebres. ¿Cómo los eligiste y cómo fuiste enfocando cada signo?

R: [risas] Me guió encontrar cosas divertidas. He intentado siempre encontrar algo que arrancara una sonrisa al lector. Soy muy mala en este libro. Incluso a veces me siento mal por la gente de la que hablo, pero para mí es más divertido. Creo que es mejor escribir cosas pasándome de la raya. Intentaba elegir dos o tres rasgos divertidos de cada signo y luego buscar personas para hacer bromas sobre esos aspectos. Es una sátira de la humanidad. Y luego también podía contar historias de personas que me interesan, como Ayn Rand, por ejemplo.

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Los Gémninis

P: Y no solo con respecto a estos personajes. También es verdad que hay signos que caen mejor y otros que caen peor.

R: Es bastante habitual tener un signo preferido y luego otros signos que no soportan. Seguramente porque han tenido una mala experiencia con alguien que era de ese signo. Pero creo que es importante andar con cuidado con estas cosas porque aunque tú creas que es de broma y que no pasa nada, sí se puede convertir en algo que acaba siendo un prejuicio real y a lo mejor tienes ya expectativas negativas de una persona solo por ser de un signo. Si es así, mejor para y deja de leer el horóscopo. Yo he pasado un poco por eso. Cuando he estado leyéndolo mucho pensaba, todo es coña, pero no, porque aunque sepas que es de broma, empiezas a juzgar a los demás y eso no está bien.

P: Empiezas a juzgar mal y también crees que tienes más afinidades con determinados signos. De repente, que si casi todas tus parejas son de un determinado signo o tus amigos… Pero es una proyección un poco rara.

R: Sí, es así. Lo bueno de la astrología es que si te interesa mucho puedes seguir luego con los ascendentes, signos lunares etc y al final siempre te vas a encontrar con algo para justificar la compatibilidad. Si te gusta alguien y estás enamorado siempre encontrarás algo y dirás, ah, por eso somos compatibles. Y si alguien no te cae bien siempre encontrarás una excusa: ah, ya lo decía la carta astral.

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Los Sagitario

P: Nos pasa con nosotros mismos: leemos los rasgos de nuestro signo y pensamos, ah sí, soy así. Para lo bueno y lo malo.

R: No hay una verdad intrínseca en todo esto, pero el núcleo de la astrología es entender quien eres tú y quienes son los demás, con lo cual todo se basa en las relaciones humanas. Cuando a la gente le interesa hablar sobre la astrología prácticamente siempre se interesan por la psicología, son gente a la que le interesan las relaciones humanas… O sea que es un lenguaje que te permite hablar de estas cosas. Y cuando hablas de ello con alguien empiezas colmando las lagunas y con eso puedes llegar a hacerte una idea de alguien o sobre ti misma. Y sí puedes encontrar cosas sobre ti misma o los demás que son verdad. Si no el horóscopo no hubiera sido tan popular. Por otro lado, es algo que tú creas y puede llegar a ser verdad. Eso es muy poderoso.

P: Citaba a Ayn Rand, que tenía un carácter tremendo... De todos los personajes célebres de los que habla en el libro, ¿con cuál se queda y por qué?

R: Hay una historia que me interesa mucho y es la relación entre Sabina Spielrein y Carl Jung. Sabina fue una gran pionera del psicoanálisis y fue la persona que inventó esa idea de pulsión de muerte que es algo divertidísimo. Jung estaba casado y tuvieron un escarceo breve, pero luego hago chistes con los problemas que aquello generó ya que eran Leo y Escorpio, o sea una combinación fatal según la astrología. Más allá de eso son dos perfiles muy interesantes.

P: Por cierto, tengo la sensación de que el horóscopo lo leemos más las mujeres. ¿Por qué cree que puede ser así?

R: Como decía, la astrología en su esencia analiza quién eres tú y quiénes son los demás y las relaciones entre nosotros. Y por el motivo que sea las mujeres tienden a mostrar más interés por eso. En todas las encuestas las mujeres muestran más interés por eso y los hombres por las cosas. Y luego hay otro factor. Desde el punto de vista tradicional otro motivo podría ser que la astrología tiene un estatus muy bajito en la sociedad. No es una ciencia, la gente lo critica, es kitsch… También la astrología es muy importante en la comunidad queer. Y creo que es fácil identificarte con la astrología cuando formas parte de grupos oprimidos. Yo entiendo este tipo de amor por la astrología porque es el mismo tipo de amor que puedes mostrar por un objeto que en la sociedad todo el mundo odia pero que a ti te encanta. Es como ese amor que se tiene por lo cutre, lo barriobajero, que además te diferencia de los demás. Y luego es típico despreciar el interés de las mujeres por algo. Todo por lo que las mujeres muestran interés se considera una tontería, como el maquillaje, hacerte las uñas o lo que sea. Se consideran tonterías y de gente sin estudios, pero son cosas que también dan placer y alegría. Toda esa negatividad que provocan también es cosa del patriarcado.

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Las combinaciones perfectas... o no

P: Al final, no obstante, para sobrevivir, por muy racional que seas, un poco de pensamiento mágico no está mal ¿no?

R: Sí, sí, Incluso las personas más racionales si tienen que hacer algo bajo mucha presión muchas veces recurren al pensamiento mágico. Ves a muchos atletas del mundo, casi todos tienen esa presión de rendir, y esta gente a menudo tienen algo que les da buena suerte, un amuleto, un ritual… para darles ese empuje y sentirse seguros. Eso también pasa con la astrología. Hay muchos políticos de primer nivel que en el pasado se han interesado por la astrología. Fue muy importante en Wall Street, en el mundo de las finanzas, en los años treinta y cuarenta. También tenían ese pensamiento mágico a la hora de una inversión. Recurrían a gente que eran medio pitonisas. Hay un ejemplo típico que era Ronald reagan, que tenía su propio astrólogo personal y cuando preparaba su agenda lo hacía en función de cómo estaban sus astros y si era un buen momento o no para reunirse con un líder mundial. En nuestro caso, si haces algo que te da miedo, inicias una relación amorosa con alguien… y no tienes una gran seguridad, tener un poco de garantías, que te digan, esa combinación es perfecta, eso te da un cierto empujoncito. Aunque seas una persona muy racional, te puede aportar algo y te quita un poco la ansiedad. Ahora bien, eso también puede ser negativo porque esa ansiedad también puede elevarse. La gente que recurre mucho al pensamiento mágico calman su ansiedad pero puede que acaben más ansiosos que antes.

"Ronald Reagan tenía su propio astrólogo personal y cuando preparaba su agenda lo hacía en función de cómo estaban sus astros"

P: Por cierto, creo que usted es Acuario. ¿A la hora de escribir sobre este signo has sido más laxa? Porque con otros sí se ha enfangado bien.

R: [risas] Sí, acuario es el capítulo más largo… y sí creo que me he mostrado más amble conmigo misma. Pero también digo que los acuarios en general son sabelotodo y eso en mi caso es así. Y somos raritos… Bueno, me describe a la perfección. Es verdad que en el libro no he sido justa con todo el mundo. Incluso me siento culpable con respecto a algunos signos como Géminis. O Leo. No los dejo muy bien. Líderes, famosos y sí, intentando captar la atención de todo el mundo.

La sueca Liv Strömquist (Lund, 1978) es una de las autoras de cómic más leídas del planeta. Quizá porque sus libros son mucho más que las viñetas y los dibujos. Licenciada en Ciencias Políticas, aborda a partir de la cierta ligereza del cómic temáticas grandes. Así ocurre en Astrología Liviana (Reservoir books) -perfecto para estas fechas-, un libro divertidísimo en el que se enfanga con todos los signos del zodiaco. No deja títere con cabeza entre soberbios, sabelotodos, raritos, despegados o infieles. Por supuesto luego están las afinidades. Esos posibles matchs, que en realidad nos inventamos un poco. Y todo lo hace a partir de personajes célebres que fueron de uno u otro signo (todos bastante malvados, por cierto).

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