Es noticia
Se apaga la librería Lagun de San Sebastián, faro de libertad frente a ETA, por las ventas
  1. Cultura
Por dificultades económicas

Se apaga la librería Lagun de San Sebastián, faro de libertad frente a ETA, por las ventas

José Ramón Recalde, María Teresa Castells e Ignacio Latierro cavaron en 1968 una trinchera de resistencia y dignidad ante Franco y ante ETA. La violencia no pudo con ellos. El cierre definitivo llega ahora, 55 años después

Foto: Ignacio Latierro en la librería. (EFE)
Ignacio Latierro en la librería. (EFE)

José Ramón Recalde, María Teresa Castells e Ignacio Latierro cavaron en 1968 una trinchera de dignidad y resistencia, primero ante el franquismo y durante décadas ante el nacionalismo violento. Abrieron la Librería Lagun ('amigo', en euskera) como espacio de libertad y referente cultural que protegieron con sus propias vidas. Ni las noches frías de calabozo y torturas de la dictadura; ni las noches de cristales rotos y cócteles molotov que incendiaron sus libros; ni tan siquiera la bala que atravesó la cabeza de Recalde, que sobrevivió de milagro. Lagun ha pervivido medio siglo, pero ahora ese faro vasco de libertad se apaga por falta de ventas.

“Era una librería muy ligada a un tiempo y unas personas —de las que solo queda él—. ¿Hubiera cabido la posibilidad de continuar? Pues no lo sé. Librerías va a haber muchas y en nuestro caso estaremos hasta que se vayan vendiendo los libros del fondo”, explica sonriente Latierro, viejo comunista, que atiende las llamadas de los periodistas desde el campo de fútbol donde juega hoy su nieto. Abrumado por las muestras de cariño tras publicar El Diario Vasco la confirmación del triste final de 'Lagun'.

Foto: Ignacio Latierro en la librería Lagun de San Sebastián. (EFE)

Lagun abrió sus puertas en la plaza de la Constitución de San Sebastián —ninguna otra más simbólica, en la misma donde Ernest Lluch animaba a los totalitarios que ladraban ante él: "¡Gritad, gritad, que mientras gritéis no mataréis!"— y se convirtió pronto en la diana de los totalitarios. Sus tres fundadores, que procedían de la oposición de izquierdas al régimen franquista, sufrieron primero el sabotaje de grupos de extrema derecha. Los años de plomo de ETA fueron irrespirables para la librería, que se mantuvo en pie por la dignidad de sus propietarios y la solidaridad de los clientes, que compraban los libros pintarrajeados, los que habían sobrevivido al fuego. Contaba Castells el caso concreto de un profesor de instituto que compró el libro más quemado, para enmarcarlo y colgarlo en su aula.

En el año 2000, llegó el cierre temporal, José Ramón Recalde, por entonces consejero de Educación y Justicia del Gobierno vasco, fue disparado a bocajarro por un pistolero de ETA, que le disparó en la cara y le dejó moribundo. Volvía con su mujer, María Teresa Castells, a su domicilio en el barrio de Igueldo. Pero, solo un año después, abrieron la librería en un nuevo local en la calle Urdaneta, donde hoy apura sus días abierta. No se rindieron. Empezaron de nuevo con la ayuda de un grupo de decenas de amigos y clientes. Hasta el fallecimiento de Recalde, en 2016, y de Castells, un año después. Su hija, Elena Recalde Castells, ha defendido hasta ahora el proyecto de sus padres.

Foto: Fotografía de archivo de José Ramón Rekalde (i) y el lendakari Íñigo Urkullu. (EFE) Opinión
TE PUEDE INTERESAR
Ha muerto un socialista
Andoni Unzalu Garaigordobil

Un precioso semblante fue publicado en este periódico en homenaje a José Ramón Recalde, “Ha muerto un socialista”, en julio de 2016. A su autor, otro intelectual y resistente vasco, Andoni Unzalu Garaigordobil, fallecido este 25 de junio, le sorprendió cómo Recalde paseaba por el paseo marítimo de Donosti como un fantasma, un absoluto desconocido para la gran mayoría, después de todo lo que hizo por sostener la libertad en su amada ciudad. Contó una anécdota que da medida del tamaño de la enorme humanidad del librero de Lagun: “Mientras el torturador le pegaba, él le miraba a los ojos con la pretensión ingenua de que un ser humano al que la víctima mira a los ojos no puede seguir torturando”.

Con motivo del 50 aniversario de esta institución cultural, en marzo de 2018, se celebró un homenaje en el que se hizo entrega de la Placa de Honor de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, máxima distinción del Ministerio de Cultura.

José Ramón Recalde, María Teresa Castells e Ignacio Latierro cavaron en 1968 una trinchera de dignidad y resistencia, primero ante el franquismo y durante décadas ante el nacionalismo violento. Abrieron la Librería Lagun ('amigo', en euskera) como espacio de libertad y referente cultural que protegieron con sus propias vidas. Ni las noches frías de calabozo y torturas de la dictadura; ni las noches de cristales rotos y cócteles molotov que incendiaron sus libros; ni tan siquiera la bala que atravesó la cabeza de Recalde, que sobrevivió de milagro. Lagun ha pervivido medio siglo, pero ahora ese faro vasco de libertad se apaga por falta de ventas.

San Sebastián Noticias de País Vasco
El redactor recomienda