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Reino Unido tiene más de cultura europea de lo que los defensores del Brexit creen
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Colaboracion Al Thani y museo V&A

Reino Unido tiene más de cultura europea de lo que los defensores del Brexit creen

La exposición 'Tesoros medievales', en la Colección Al Thani en el Hôtel de la Marine de París a partir del 30 de junio, muestra 70 piezas que señalan el intercambio de ideas y obras entre Inglaterra y el continente europeo en la Edad Media

Foto: La cabeza de San Juan Bautista hallada en España y que forma parte de la exposición 'Tesoros medievales'. (Museo Victoria and Albert)
La cabeza de San Juan Bautista hallada en España y que forma parte de la exposición 'Tesoros medievales'. (Museo Victoria and Albert)

Son unas piezas escultóricas de alabastro que en su día estuvieron policromadas. Fueron minuciosamente elaboradas en Inglaterra entre los siglos XIV y XVI, cuando el país era una superpotencia en la técnica artesanal de este material. Hasta la isla acudían peregrinos de diferentes casas monásticas, pero también soldados. Las figuras se compraban y vendían como hoy los souvenirs de aeropuerto. Estas piezas acabaron precisamente en Zamora donde fueron encontradas en 1920 y trasladadas otra vez a Reino Unido. Algo parecido ocurrió con una cabeza decapitada de San Juan Bautista creada entre 1470 y 1490 y que solía utilizarse como decoración en las casas colocada en su platito correspondiente. Así eran los gustos en la Edad Media. La cabeza apareció también en España en 1946. Hoy se encuentra en el museo Victoria and Albert (V&A) de Londres y es una muestra, como las figuritas de Zamora, de que Reino Unido estuvo cultural y comercialmente mucho más apegado al continente europeo de lo que unos cuantos siglos después defienden los del Brexit.

placeholder El relicario de Becket (V&A)
El relicario de Becket (V&A)

Así lo estiman los comisarios James Robinson y Emma Edwards, grandes especialistas en el extrañísimo pero a la vez muy atractivo arte medieval británico, y que están detrás de la exposición Tesoros medievales del Museo Victoria And Albert. Cuando los ingleses hablaban francés, que se inaugura el próximo 30 de junio en el Hôtel de la Marine de París gracias a una colaboración entre el V&A y la Colección Al Thani de Qatar, impulsores de esta exposición de la que El Confidencial ha podido ver un pequeño adelanto en el V&A de Londres. En total se mostrarán 70 piezas que reflejan las influencias comerciales, religiosas y culturales de las islas con el resto de Europa -por ejemplo, muchas de ellas acabaron en España- y entre las que se pueden encontrar esculturas, ropajes como las capas de los clérigos, cerámicas, vasos o estupendas joyas.

Un poco de Historia real

Hagamos un poco de historia, ya que Inglaterra no se puede escapar tan fácilmente de las garras europeas. Para empezar, por sus reyes. En 1066 con la batalla de Hastings, uno de esos grandes combates de todos los tiempos y que han cambiado el devenir, los normandos entraron en territorio anglosajón y Guillermo I El Conquistador se convirtió en rey de Inglaterra construyendo además la Torre Blanca (la torre de Londres) en un pequeño montículo al lado del río para otear a todos los posibles enemigos que podían entrar por el Támesis. Hoy está engullida por rascacielos y grandes edificios de arquitectura contemporánea -y con las posteriores adhesiones como las salas de tortura donde acabaría Ana Bolena-, pero hay que imaginársela en medio del campo, a orillas de un enorme río y con un Londres que prácticamente acababa de nacer como gran ciudad real.

placeholder El candelabro de Gloucester (V&A)
El candelabro de Gloucester (V&A)

En definitiva, aquellos reyes ingleses en realidad eran franceses (normandos). Como lo fueron también sus sucesores, la Casa Plantagenet que inauguró Ricardo I ‘Corazón de León’ y que se mantuvo en el trono desde 1189 hasta 1485 con la llegada de los Tudor, que tampoco eran ingleses sino galeses. Una pequeña maldad: los reyes de Inglaterra nunca han sido ingleses; de hecho, los Windsor actuales son la Casa Sajonia-Coburgo, es decir, alemanes.

En cualquier caso, aquellos reyes de la Edad Media hablaban francés como lo siguió haciendo la Corte inglesa durante siglos. También era el francés el idioma de los peregrinos que acudían de monasterio en monasterio por Europa como verdaderos influencers de la época, porque eran los que compraban y vendían de país en país: marcaban las modas. Esto se observa, por ejemplo, en los anillos y broches que llevaban tanto reyes como obispos -los que se podían permitir estas joyas- cuyas inscripciones en los reversos están en latín y francés.

También era el francés el idioma de los peregrinos que acudían de monasterio en monasterio por Europa como verdaderos influencers de la época

La gran mayoría habían sido fabricados en París, que era entonces la gran ciudad manufacturera de joyas, y que disponía de zafiros, espinelas, rubíes, diamantes o incluso azafrán procedente de la ruta de la Seda. Como explica el comisario Robinson, un verdadero apasionado de estos objetos, “es una muestra de esta relación que había con otras culturas europeas como Italia o España. Y también de que era una cultura mucho más rica de lo que pensamos, más allá de esa represión sexual y religiosa con la que observamos este periodo. Por ejemplo, en los anillos se mezcla lo profano y lo sagrado, los llevaban hombres y mujeres, era una época de mucha mezcla”.

Los souvenirs de los cruzados

Precisamente, la primera parte de la exposición está dedicada a estos lazos monásticos. Entre abadías, obispos, arzobispos y demás personajes de la curia se intercambiaban ideas y objetos. Como El candelabro de Gloucester, una pieza de 1107-1113, que llegaría hasta la Catedral de Le Mans y que cuenta con inscripciones en latín. Se usaba en el altar y fue elaborada por el Abad Pedro y los monjes benedictinos de la Abadía de Gloucester. O el relicario de Beckett, creado en Limoges hacia 1180-1190 y que narra el martirio de Thomas Becket en 1170 en la catedral de Canterbury de la cual era arzobispo. En este sentido hay que destacar la importancia que la religión católica tenía por entonces en Inglaterra, mucho antes de que se produjera el gran cisma con Enrique VIII.

placeholder Uno de los broches que usaban los poderosos ingleses de la Edad Media (V&A)
Uno de los broches que usaban los poderosos ingleses de la Edad Media (V&A)

Si los monjes suponían un flujo cultural, otro tanto ocurría con los enlaces matrimoniales. Los ingleses, como ocurría con todas las cortes europeas (ahí los reyes católicos fueron bastante avispados) se dedicaban a casar a sus hijos e hijas para establecer alianzas y mantener a raya a sus enemigos. Los ingleses lo hicieron con Francia, Flandes, España y Sicilia. Eso suponía también que a la corte llegaban extranjeros de los países del novio o la novia con su música, su literatura, su artesanía etc. A estos enlaces está dedicada la segunda parte de la muestra con piezas como el Relicario Valence, elaborado hacia 1305 no se sabe si en Londres o Limoges.

Gracias a las cruzadas llegó a Inglaterra mucho arte islámico como el cristal procedente de Tierra Santa o la casulla Clare, elaborada en Irán

Otros influencers eran los caballeros de las cruzadas que compraban los objetos como el recuerdo que se trae quien va a un país lejano. Por ahí llegó a Inglaterra mucho arte islámico, como el cristal procedente de Tierra Santa -el vaso Luck of Edenhall de 1350 hecho en Egipto o Siria- o la casulla Clare, elaborada en Irán con seda y algodón en 1272-94, pero cuyo bordado se hizo ya en Inglaterra. Y si esto era lo que se desembarcaba desde el este, desde el norte tampoco faltaron los contactos. El Mar del Norte fue un canal por el que viajaron materiales y artistas entre las islas y Escandinavia en plena Edad Media, una época en la que los ingleses estaban mucho menos separados de Europa de lo que algunos han intentado defender en los últimos años.

La exposición se podrá ver hasta el 22 de octubre -agéndela si tiene un viaje a París- y se enmarca en la colaboración que mantiene el V&A (una de las mejores colecciones de arte medieval del mundo desde 2009) con la Fundación Al Thani, de carácter privado y sin ánimo de lucro y que también colabora con el Metropolitan de Nueva York, el Hermitage de Moscú y el Nacional de Tokyo, entre otros grandes museos. Este es el verdadero motor del mundo del arte hoy.

Son unas piezas escultóricas de alabastro que en su día estuvieron policromadas. Fueron minuciosamente elaboradas en Inglaterra entre los siglos XIV y XVI, cuando el país era una superpotencia en la técnica artesanal de este material. Hasta la isla acudían peregrinos de diferentes casas monásticas, pero también soldados. Las figuras se compraban y vendían como hoy los souvenirs de aeropuerto. Estas piezas acabaron precisamente en Zamora donde fueron encontradas en 1920 y trasladadas otra vez a Reino Unido. Algo parecido ocurrió con una cabeza decapitada de San Juan Bautista creada entre 1470 y 1490 y que solía utilizarse como decoración en las casas colocada en su platito correspondiente. Así eran los gustos en la Edad Media. La cabeza apareció también en España en 1946. Hoy se encuentra en el museo Victoria and Albert (V&A) de Londres y es una muestra, como las figuritas de Zamora, de que Reino Unido estuvo cultural y comercialmente mucho más apegado al continente europeo de lo que unos cuantos siglos después defienden los del Brexit.

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