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Cientos de compañías de danza pierden las ayudas europeas por el colapso del INAEM
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Reportaje

Cientos de compañías de danza pierden las ayudas europeas por el colapso del INAEM

Las empresas alegan falta de liquidez para poder adelantar las cuantías de unas subvenciones sin saber si las recibirán al llevar la resolución meses de retraso por la escasez de personal en este organismo dependiente de Cultura

Foto: Miembros del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) en el Día Mundial de la Danza frente al 'Guernica' (EFE)
Miembros del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) en el Día Mundial de la Danza frente al 'Guernica' (EFE)

El Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) es un transatlántico tan pesado que ya apenas tiene capacidad para moverse. Dependiente del Ministerio de Cultura, fue creado en 1985 como un organismo para gestionar varios teatros y centros públicos, además de las subvenciones para entidades públicas y privadas y compañías artísticas, pero está tan anquilosado que lleva años dando problemas al sector. El último, las ayudas extraordinarias derivadas de los fondos europeos asignados al Plan Español de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PERTE) para la modernización de las estructuras de las compañías de teatro y danza. Según han contado desde la Federación Estatal de Compañías y Empresas de Danza (FECED) a este periódico, una parte de ellas va a acabar en el desagüe por la incapacidad de gestión de la institución. En total son 17.930.000 euros para todo el sector de artes escénicas y música. Puede parecer poco, pero para más de 300 compañías, que además llevan desde la pandemia casi sin trabajo, el colapso del INAEM es un desastre monumental que pone en un riesgo muy alto su supervivencia.

“El INAEM está muy bajo personal desde hace años, aunque sobre todo desde 2021 cuando ha habido numerosas bajas que no se han reemplazado. Ya tuvimos muchos problemas con las resoluciones de las ayudas ordinarias, pero en este momento crítico de urgencia y emergencia, justo cuando llega una cantidad de dinero, con una serie de condiciones no usuales, hay un aumento de trabajo que no consiguen gestionar”, explica a El Confidencial Valeria Cosi, presidenta de la FECED.

Falta de personal

Estas subvenciones proceden de los famosos fondos europeos. Están destinadas a proyectos como la compra de furgonetas de generación híbrida, ordenadores o incluso contratar más personal y así generar empleo. En definitiva, modernizar la empresa artística con una serie de inversiones que normalmente las compañías no se pueden permitir para mejorar sus estructuras empresariales. Se aprobaron el 28 de diciembre de 2021 y al día siguiente se publicaron en el BOE. El cierre para enviar la solicitud era el 9 de febrero, pero ahí ya se dieron los primeros inconvenientes. Como señaló una orden del Ministerio de Cultura, del cual depende el INAEM, “debido a diversas incidencias técnicas de carácter imprevisible en la sede electrónica del Ministerio de Cultura y Deporte, que están provocando que el sistema no funcione con normalidad, resulta previsible que finalice el plazo sin que muchos solicitantes hayan podido cumplimentar el trámite por causas ajenas a su voluntad”. Por ese motivo se amplió el plazo hasta el 11 de febrero. Se acabaron presentando 1.800 proyectos, entre los que se incluían desde algunas de las empresas de teatro más grandes del país a las más pequeñas. De danza fueron unas 300.

placeholder El Ballet Nacional de España presenta  'Invocación bolera' en la 71ª edición del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, celebrado la semana pasada (EFE Pepe Torres)
El Ballet Nacional de España presenta 'Invocación bolera' en la 71ª edición del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, celebrado la semana pasada (EFE Pepe Torres)

A partir de ahí, y siempre según la normativa, el plazo para la resolución de la subvención -quiénes son los beneficiados y cuál es la cuantía- es de seis meses por lo que la fecha se cumple este 28 de junio. Sin embargo, las compañías ya saben, porque así se lo han hecho saber desde el INAEM, que esa fecha no va a ser factible porque no hay manos suficientes para gestionar todas las solicitudes (y la subsanación de esos aspectos que siempre faltan en las presentaciones de documentos). Se espera que la resolución no llegue hasta avanzado septiembre.

¿Cuál es la problemática para las compañías? Que la cuantía que se aspira recibir se tiene que adelantar y las compañías no habrían pensado en realizar estas inversiones si no hubiera habido esta convocatoria, puesto que habitualmente son cuantías importantes de las que se carece. Es decir, al INAEM se le tienen que presentar las facturas de las inversiones realizadas, cuando todavía no se sabe si se les concederá la ayuda y sin que se les haya realizado su pago. “Estas ayudas las recibimos siempre a posteriori, siempre hay que anticipar y siempre en el último momento se consigue recibir el dinero, pero es algo ya muy enquistado. Las compañías ya vamos ahogadas para desarrollar nuestros proyectos y ahora se nos pide mejorar las estructuras, pero con estas condiciones no es posible”, manifiesta Cosi. Y no es posible porque, sencillamente, “no tenemos disponibilidad de liquidez y no tenemos acceso a créditos bancarios que nos permitan ejecutar proyectos sin saber de los recursos con los que podemos contar”.

"Muchas compañías, al no tener liquidez para realizar las inversiones, van a renunciar a la ayuda"

Por tanto, ¿qué va a ocurrir? “Muchas compañías, al no tener liquidez para realizar estas inversiones, van a renunciar a la ayuda. Entonces, una parte amplia del presupuesto [los casi 18 millones de euros] no se va a ejecutar. No sabemos si se va a perder o la van a pasar al 2023. Pero para nosotros sería muy grave que se pierda. Es inaceptable”, asegura Cosi.

Desde el INAEM han manifestado a El Confidencial que son conscientes de esta situación. "Y estamos trabajando intensamente y poniendo todos los medios y recursos humanos a nuestro alcance para poder ejecutar esta convocatoria de ayudas para la modernización de las estructuras de gestión artística en el ámbito de las artes escénicas y de la música", señalan fuentes del organismo.

Otras ayudas

Estas subvenciones extraordinarias eran un maná que las compañías de danza “un subsector precario per se” esperaban casi como lluvia de abril tras la pandemia. De hecho, se crearon para eso. El sector las necesita tanto como las ordinarias que da el INAEM para giras nacionales e internacionales, salas, circuitos y asociaciones con actividades de variados tipos -9.424.892 millones presupuestados para teatro y danza en 2022, tres millones más que el año pasado, pero que todavía no se han resuelto-, y las de las comunidades autónomas para la producción y las municipales.

“En Madrid, por ejemplo, tenemos las ayudas para la creación contemporánea y festivales, pero los ayuntamientos suelen sostener las estructuras. En Madrid desde la pandemia ha habido ayudas para danza, teatro, títere, todo el sector. Para salas independientes, salas privadas y la creación contemporánea”, explica Cosi. En cuanto a las de la comunidad madrileña, “las ayudas están muy divididas en teatro y danza, son de producción. Luego hay un programa de danza de residentes, pero está en fase de revisión y no sabemos con qué partida presupuestaria contará”, sostiene la creadora.

placeholder La bailaora granadina Patricia Guerrero (i), Premio Nacional de Danza 2021, (EFE  José Manuel Vidal)
La bailaora granadina Patricia Guerrero (i), Premio Nacional de Danza 2021, (EFE José Manuel Vidal)

Si alguien se pregunta si una compañía de danza puede vivir sin subvenciones y tirar únicamente de la taquilla de sus espectáculos y del caché, la respuesta de Cosi es contundente: imposible. “Los precios han bajado desde la crisis de 2008 y no nos hemos recuperado. Y ahora tenemos aumentos en los costes como todo el mundo. Y los cachés siguen sin subir”. Esto hace que sin las ayudas “la supervivencia sea difícil. Desgraciamente, este es un sector que vive de residencias, pero tiene un límite económico. Se ha intentado recuperar la programación, pero ha habido una pérdida de actividad importante y ahora las estructuras están muy debilitadas. Por eso estas ayudas [europeas] ahora mismo son fundamentales”.

Dimisiones en el INAEM

Este asunto de los fondos europeos es el último escalón en una crisis en el INAEM que no cesa y que en los últimos tiempos se ha cobrado importantes piezas. La última, la de su propia directora general, Amaya de Miguel, que dimitió el 22 de marzo de 2022. Oficialmente se dijo que iba a dirigir la Fundación Montemadrid, que hasta la fecha dirigía el ex ministro de Cultura, José Guirao, que a su vez fue quien la nombró para el INAEM en 2018. Todo quedaba en casa. Y es cierto que se fue a la Fundación, pero también desde dentro del propio organismo se dijo que el caos organizativo había tenido que ver.

El INAEM ha sufrido dos dimisiones en los últimos meses: su directora general, Amaya de Miguel, y el subdirector de Teatro, Fernando Cerón

La propia De Miguel señaló en una entrevista al poco tiempo de ser nombrada que “el INAEM se creó para ser un instrumento ágil para la creación y a lo largo de los años se ha ido convirtiendo en el elefante (...) “es un sistema administrativo tan complejo el que tenemos que es prácticamente un esfuerzo titánico levantar un telón, o que una compañía privada estrene un espectáculo al que nosotros hemos querido ayudar económicamente. El sistema se ha complicado tanto que lo hace casi inmovilista”. Es verdad que después llegó la pandemia, pero evidentemente, sus deseos de mejora no llegaron a buen puerto. A De Miguel la sustituyó Joan Francesc Marco, miembro del PSC desde 1976, ex asesor de Miquel Iceta y que ya ejerció como director del INAEM entre los años 1990 y 1995. De momento, sigue sin resolver el asunto de las ayudas.

La de la directora no ha sido la única dimisión. En febrero también se marchó Fernando Cerón, hasta la fecha subdirector general de Teatro. Como él mismo explicó, “mi decisión viene motivada por las dificultades con las que me enfrento a diario para poder ejercer el trabajo que considero necesario como responsable técnico de la relación institucional con el sector de las artes escénicas”. Sobre la mesa ya estaba toda la problemática de la gestión de los 18 millones de los fondos europeos, un asunto que persigue a este organismo atrofiado cuyo último responsable es el ministro Iceta y del que todavía no se ha pronunciado.

El Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) es un transatlántico tan pesado que ya apenas tiene capacidad para moverse. Dependiente del Ministerio de Cultura, fue creado en 1985 como un organismo para gestionar varios teatros y centros públicos, además de las subvenciones para entidades públicas y privadas y compañías artísticas, pero está tan anquilosado que lleva años dando problemas al sector. El último, las ayudas extraordinarias derivadas de los fondos europeos asignados al Plan Español de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PERTE) para la modernización de las estructuras de las compañías de teatro y danza. Según han contado desde la Federación Estatal de Compañías y Empresas de Danza (FECED) a este periódico, una parte de ellas va a acabar en el desagüe por la incapacidad de gestión de la institución. En total son 17.930.000 euros para todo el sector de artes escénicas y música. Puede parecer poco, pero para más de 300 compañías, que además llevan desde la pandemia casi sin trabajo, el colapso del INAEM es un desastre monumental que pone en un riesgo muy alto su supervivencia.

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