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El gran 'revolcón': los Thyssen exhiben su poderosa colección de arte estadounidense
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El gran 'revolcón': los Thyssen exhiben su poderosa colección de arte estadounidense

En total son 140 piezas procedentes de los fondos de la propia familia que recorren todo el arte del país desde el siglo XVIII hasta finales del XX. Estará hasta el 26 de junio de 2022

Foto: 'Las cabinas telefónicas', de Richard Estes (1967) es uno de los cuadros que se puede ver en esta exposición (EFE)
'Las cabinas telefónicas', de Richard Estes (1967) es uno de los cuadros que se puede ver en esta exposición (EFE)

Es probable que si usted se sumerge en su trastero como mucho -si le gusta el arte- aparezca la lámina de algún cuadro que compró alguna vez en un museo. Otra cosa es que usted sea un Thyssen porque entonces puede que tenga por ahí Rothkos, Pollocks, Frederic Church, Richard Estes, Georgia O’Keeffe, Edward Hopper, Willem de Kooning, Roy Lichtenstein o Robert Rauschenberg. Y todavía se podrían decir muchos más nombres. Heinrich Thyssen fue uno de los grandes coleccionistas de arte estadounidense del mundo y ahora muchos de estos lienzos -procedentes también de la colección de Carmen Thyssen y de la de los hijos del barón- se han reunido en la espectacular exposición ‘Arte americano en la colección Thyssen’ que se inaugura hoy en el museo Thyssen de Madrid. Una muestra que cierra el año de los fastos por el centenario del barón y que demuestra el poderío artístico de una familia.

“En 1963 Heini compró un Jackson Pollock. Aquello todavía era algo bastante raro. Después se interesó por todo el siglo XIX americano que había sido algo desdeñado por los coleccionistas”, contaba este lunes Guillermo Solana, director artístico del Thyssen. Fue así como durante tres décadas el barón se hizo con una colección única. La que, según Paloma Alarcó, jefa del área de Pintura Moderna del museo y una de sus comisarias -junto a Alba Campo Rosillo-, ha convertido al Thyssen en la pinacoteca con el mejor compendio de pintura de EEUU de toda Europa. Para esta exposición se han reunido 140 piezas y no ha hecho falta pedir ningún préstamo a otra institución ni particulares. Es lo que había en casa.

La colección de Carmen Thyssen se abrirá al público en enero, según Guillermo Solana, director artístico del museo

La muestra también ha servido para reordenar el museo. Los maestros antiguos han pasado a la segunda planta y los modernos a la primera. En parte se debe a que en la parte de abajo estará la colección de Carmen Thyssen que, según ha afirmado Solana, se abrirá al público en enero. No ha dicho fechas concretas y todavía se está a falta de la firma del contrato con el Ministerio de Cultura -al acuerdo del alquiler por 6,5 millones de euros durante 15 años se llegó a comienzos de este año - pero si todo va bien para inicios de 2022 es probable que este culebrón haya llegado a su fin.

placeholder Un hombre observa la obra 'Mujer en el Baño', de Roy Liechtenstein (1963) (EFE)
Un hombre observa la obra 'Mujer en el Baño', de Roy Liechtenstein (1963) (EFE)

Le hemos dado un revolcón a la colección de arte americano con una visión más transversal. Más contenido que cronología”, ha manifestado Alarcó, que ha dejado caer sutilmente que estos cambios le hacían falta al museo. “Durante 25 años la colección Thyssen ha estado muy estática. Ha llegado el momento de revolverla un poco y esto ha sido un ensayo. Pero los museos van a ir por este camino”, ha recalcado. ¿Algo así como lo que ha hecho el Museo Reina Sofía? “¿Por qué no? Queremos añadir contenido y significado”, ha agregado.

La historia de un país

La exposición está en la planta primera. Al inicio el visitante se topa con un mapa de EEUU con las fechas en las cuales se fueron produciendo las conquistas de las distintas regiones a lo largo del siglo XIX y XX. Y también se puede ver cómo las zonas donde vivían los nativos quedaron arrasadas. Es la disposición geográfica del nacimiento de un país y lo que se va a ver después en los lienzos. Muchos de ellos ya los conocerán. “Sí, es una colección que el público ya tenía vista, pero no asimilada”, ha explicado Alba Campo.

placeholder El mapa de EEUU y las conquistas (P.C)
El mapa de EEUU y las conquistas (P.C)

La primera parte está dedicada a la naturaleza. El impacto es que -como bien han dicho, no hay una organización cronológica- te encuentras con arte abstracto de mediados del XX junto a paisaje realista del XIX. Es decir, un Thomas Cole junto a un Jackson Pollock. El oeste americano -utilizado después para el cine de western- de finales del XVIII y principios del XIX (también el sentimiento religioso y patriótico) con sus caballos, vacas y arroyos junto a la abstracción de Arthur Dove o Pollock, que lo que buscaba era transmitir los ritmos (a veces enloquecidos) de la naturaleza.

“Desde el principio la naturaleza fue una fuente de espiritualidad. Había ya una conciencia medioambiental y un espíritu científico. Poco después fueron apareciendo los primeros parques nacionales, como el de Yellowstone en 1872”, ha explicado Campos.

placeholder 'Pescadores en la costa del Labrador', de William Bradford (Hacia 1860) (EFE)
'Pescadores en la costa del Labrador', de William Bradford (Hacia 1860) (EFE)

De ahí se pasa a la segunda parte, el cruce de culturas. En toda la expansión hacia el oeste -territorial, económica y política- los colonos chocaron con los nativos. Se descubrían lugares exóticos y a la vez las tribus de los indios desaparecían. “Se forja una cultura de culturas”, ha indicado la comisaria. Como muestra, el cuadro de Charles Willson Peale, ‘Retrato de Isabella y John Stewart’ (1773-74) sobre los hijos de un rico colono y ‘Montando el campamento’, de Joseph Henry Sharp, con una tribu de indios. También en esta parte aparecen otras clases y comunidades como la trabajadora y la afroamericana, pero ya entrado el siglo XX con lienzos como ‘Domingo después del sermón’, de Romare Bearden (1969), elaborado a partir de la técnica del collage y que muestra a varias familias afroamericanas a las puertas de la iglesia.

placeholder El rastro perdido', de Charlier Wimar (1856) (EFE)
El rastro perdido', de Charlier Wimar (1856) (EFE)

Si algo trajo consigo EEUU fue la ciudad moderna. O más bien, la cultura urbana, un nuevo marco en el desarrollo de la sociedad. Y a ella se dedica el tercer espacio de la exposición. “El sujeto moderno es instrospectivo, la vida se automatiza, se crean los parques para descansar del humo del ruido, aparece la música de jazz”, ha relatado Campo. Y ahí están George Sheeler con sus calles y avenidas convertidas en formaciones geológicas ‘Cañones’ (1951), Richard Estes y sus ‘Cabinas telefónicas’ (1967), Edward Hopper y su ‘Muchacha cosiendo a máquina’ (1921), y Willem de Kooning con su expresionismo plasmado en cuadros como ‘Hombre rojo con bigote’ (1971).

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'Orión en Invierno', de Charles Birchfield (1967) (EFE)

Y con la cultura urbana vino también la pasión que EEUU siente por lo material, por las cosas. Por tener cosas. Es la exaltación de los bienes de consumo como un ritual de la vida americana. Todo comienza con la imagen más tradicional, la de los bodegones de Paul Lacroix del XIX, pero después llegaron Georgia O’Keefe, Lee Krasner, Roy Lichtestein o Patrick Henry Bruce para conectar también el arte -pop- con las cosas.

En definitiva, el Thyssen, que ha contado con el apoyo de la Terra Foundation for American Art y la Comunidad de Madrid, ha hecho un despliegue de arte estadounidense difícil de ver más allá de las fronteras del país.

Es probable que si usted se sumerge en su trastero como mucho -si le gusta el arte- aparezca la lámina de algún cuadro que compró alguna vez en un museo. Otra cosa es que usted sea un Thyssen porque entonces puede que tenga por ahí Rothkos, Pollocks, Frederic Church, Richard Estes, Georgia O’Keeffe, Edward Hopper, Willem de Kooning, Roy Lichtenstein o Robert Rauschenberg. Y todavía se podrían decir muchos más nombres. Heinrich Thyssen fue uno de los grandes coleccionistas de arte estadounidense del mundo y ahora muchos de estos lienzos -procedentes también de la colección de Carmen Thyssen y de la de los hijos del barón- se han reunido en la espectacular exposición ‘Arte americano en la colección Thyssen’ que se inaugura hoy en el museo Thyssen de Madrid. Una muestra que cierra el año de los fastos por el centenario del barón y que demuestra el poderío artístico de una familia.

Museo Estados Unidos (EEUU)