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El secreto de las anguilas: el animal más misterioso e increíble del mundo
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El secreto de las anguilas: el animal más misterioso e increíble del mundo

Un hermoso libro del periodista sueco Patrick Svensson despliega la historia aún no resuelta del todo del pez que ha vuelto loco a pensadores como Aristóteles o Freud

Foto: Una persona sostiene una minúscula anguila joven junto a una cerilla cerca de un lago de Brandenburgo, Alemania. (EFE)
Una persona sostiene una minúscula anguila joven junto a una cerilla cerca de un lago de Brandenburgo, Alemania. (EFE)

Hay cosas que sabemos que sabemos. También hay cosas desconocidas conocidas, es decir que sabemos que hay algunas cosas que no sabemos. Pero también hay cosas desconocidas que desconocemos, las que no sabemos que no sabemos. Y luego están las anguilas. El animal más enigmático del mundo lleva escabulléndose de nuestros intentos por comprenderlo al menos desde que Aristóteles, desesperado por no lograr entender cómo se reproducían, aseguró que las anguilas nacen por generación espontánea del legamoso fango de los ríos. Poco o nada se avanzó en los dos milenios siguientes hasta que un joven de diecinueve años llamado Sigmund Freud logró encontrar por primera vez los muy huidizos testículos de la anguila -lo que podría haber ejercido un influjo en la invención del psicoanálisis-. Por entonces, a finales del XIX, los científicos aún dudaban de dónde demonios venían las anguilas, si eran vivíparas u ovíparas, ni siguiera tenían del todo claro si se les podía considerar peces u "otra cosa".

Todavía hoy, en 2020, no hemos resuelto algunas de esas dudas.

Cuenta la periodista de The New Magazine Molly Young que cuando leyó 'El evangelio de las anguilas', de Patrick Svensson, quedó conmocionada: "Este libro fue una bendición para mi mente pero un shock para mi vida social. Después de leerlo, me encontré a mí misma arrinconando a la gente en fiestas para bombardearla con un montón de curiosidades sobre anguilas". Y lo cierto es que, recién publicado en español por Libros del Asteroide en traducción de Carmen Montes, se trata de unos de los títulos más hermosos, delicados y sorprendentes de todo lo publicado este año. Y gira en torno a un animal en principio anodino al que usted solo habrá prestado atención al engullirlo con ajos, guindillas y pimentón. ¿Por qué es la anguila el animal más misterioso e increíble del mundo?

Resumamos lo que sabemos hoy no sin antes aclarar que algunas de las siguientes afirmaciones son hipótesis aún por demostrar.

Un viaje interminable e incomprensible

La anguila europea ('Anguilla anguilla') nace en el cálido Mar de los Sargazos, una extensión de cinco millones de kilómetros cuadrados cubiertos de una tupida alfombra de algas ('sargassum') al nordeste de las Bahamas. Llega al mundo como un ser larvario y diminuto con un cuerpo como una hoja de sauce, plano y transparente. Inmediatamente inicia su extraño viaje dejándose mecer por la corriente del Golfo para atravesar el Atlántico y tocar las costas europea tres meses después convertida ya en una angula de unos siete centímetros que la célebre bióloga marina Rachel Carson describió como "pequeñas pinzas de vidrio, más cortas que un dedo". Prosigue su viaje por el continente -siempre y cuando no se la coma un vasco- a través de ríos, corrientes y lagos y experimenta entonces su tercera metamorfosis metamorfoseándose en "anguila amarilla", semejante ya a una musculosa serpiente de mandíbulas anchas y poderosas.

Cuando el agua se acaba, salta a tierra y es capaz de deslizarse durante horas por la hierba, como si se olvidara de que es un pez

Los salmones remontan las corrientes de los ríos desde el mar para desovar. ¿También la anguila? No, de hecho cuando la encontramos en un riachuelo europeo ha recorrido ya un larguísimo trecho desde su origen atlántico para no hacer gran cosa... más que cansarse. Porque la anguila no se detiene, sigue y sigue durante centenares de kilómetros y, cuando el agua se acaba, salta a tierra y es capaz de deslizarse durante horas por la hierba, como si se olvidara de que es un pez, hasta encontrar aguas nuevas. De pronto, un día se detiene, nadie sabe por qué y apenas se mueve durante décadas del lago cenagoso donde ha decidido levantar su hogar. A veces el lago se seca pero el animal es capaz de sobrevivir en el fango en estado letárgico lo que seguramente explica la confusión de Aristóteles. Caza de noche y espera "como si la vida fuera, ante todo, espera, y como si su sentido se hallara en los intervalos o en un futuro abstracto susceptible de acelerarse solo mediante la paciencia".

placeholder Fondo marino en el Cantábrico donde se aprecian peces, cangrejos y anguilas (EFE).
Fondo marino en el Cantábrico donde se aprecian peces, cangrejos y anguilas (EFE).

Una vez más algo ocurre, un nuevo resorte salta y, entre los 15 y los 30 años (puede llegar a vivir 70), decide reproducirse. ¿Dónde? ¡Pues en el Mar de los Sargazos, dónde va a ser! Así que inicia un camino de vuelta aún más arduo que el de ida con el fin de regresar al Atlántico para cruzarlo una vez más. Llega la cuarta y última transformación para tan exigente viaje: las aletas de la anguila plateada (así se llama ahora) se prolongan y fortalecen para nadar más rápido, los ojos se agrandan y se vuelven azules para otear las profundidades marinas, el estómago y las reservas de grasa se descomponen para extraer toda la energía posible y su cuerpo se llena de huevas o esperma. Nada la distrae de su objetivo, llega a nadar cincuenta kilómetros diarios esta vez a la contra de las corrientes sin tiempo para comer (se ha demostrado que una anguila puede vivir cuatro años en cautividad sin comer absolutamente nada). Tras seis meses de ascético viaje llega a su destino, los óvulos se fecundan bajo las algas de los Sargazos... y muere.

La gran revelación

En 'El evangelio de las anguilas' el periodista sueco Patrik Svensson alterna la enigmática historia natural de la anguila con la historia de su propia obsesión por el pez desde que lo pescaba furtivamente con palangre de niño junto a su padre en los ríos de Kividingre, al Sur de la península escandinava, muy cerca de la llamada 'costa de las anguilas'. El misterio de la anguila corre en paralelo para él de alguna forma con el de la indagación filosófica acerca de cuánto podemos en verdad los seres humanos podemos conocernos y desvelarnos entre nosotros: "¿Cuánto podemos llegar a saber de una anguila, en realidad? ¿O de una persona? Resulta que esas dos cuestiones están relacionadas".

Su libro se deja leer con un hechizo difícil de explicar, mezcla de novela, biografía, ensayo naturalista y reflexión erudita que incluye una serie de impagables perfiles de investigadores fascinantes como el danés Johannes Smith que emprendió a principios del siglo XX una serie de desventuradas travesías por medio mundo a la caza de leptocéfalos hasta que dio por casualidad con su origen en el Mar de los Sargazos. No se esconde además la versión mítica y literaria habitual sobre la anguila como un ser viscoso y carroñero, desagradable y un tanto repulsivo que suele presagiar la tragedia como en la inolvidable escena de la pesca con cabeza de caballo de 'El tambor de hojalata' de Günther Grass.

"¿Cuánto podemos llegar a saber de una anguila, en realidad? ¿O de una persona? Resulta que esas dos cuestiones están relacionadas".

"El mar de los Sargazos", concluye Svensson, "es el fin del Mundo, pero también el principio de todo. Esa es precisamente la gran revelación. También las pálidas anguilas que mi padre y yo pescábamos en el río las noches de agosto fueron un día larvas transparentes que cruzaban a nado seis o siete mil kilómetros desde un lugar desconocido y como de cuento situado más allá de todo cuanto yo pudiera imaginar. Cuando las sostenía en la mano y trataba de mirarlas a los ojos, me aproximaba a algo que rebasaba los límites del mundo conocido. Así es cómo nos afecta la cuestión de la anguila. Su enigma se convierte en el eco de las preguntas que todos llevamos dentro: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy?

Hay cosas que sabemos que sabemos. También hay cosas desconocidas conocidas, es decir que sabemos que hay algunas cosas que no sabemos. Pero también hay cosas desconocidas que desconocemos, las que no sabemos que no sabemos. Y luego están las anguilas. El animal más enigmático del mundo lleva escabulléndose de nuestros intentos por comprenderlo al menos desde que Aristóteles, desesperado por no lograr entender cómo se reproducían, aseguró que las anguilas nacen por generación espontánea del legamoso fango de los ríos. Poco o nada se avanzó en los dos milenios siguientes hasta que un joven de diecinueve años llamado Sigmund Freud logró encontrar por primera vez los muy huidizos testículos de la anguila -lo que podría haber ejercido un influjo en la invención del psicoanálisis-. Por entonces, a finales del XIX, los científicos aún dudaban de dónde demonios venían las anguilas, si eran vivíparas u ovíparas, ni siguiera tenían del todo claro si se les podía considerar peces u "otra cosa".

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