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El Teatro Real reabre a lo grande con 'La Traviata'... sin besos ni abrazos
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El Teatro Real reabre a lo grande con 'La Traviata'... sin besos ni abrazos

El estreno será el próximo 1 de julio y la obra se mantendrá hasta el 29 del mismo mes. Será también la primera obra adaptada a los tiempos de la pandemia

Foto: El elenco de 'La Traviata' en el Teatro Real
El elenco de 'La Traviata' en el Teatro Real

No habrá besos ni abrazos en 'La Traviata' que el Teatro Real estrena el próximo 1 de julio. Los artistas estarán a dos metros de distancia y recitarán su escena en una especie de isla habilitada sobre el escenario, dividido en una cuadrícula. El público llevará mascarilla. Habrá únicamente 869 localidades y con butacas separadas. Y a todos se les habrá tomado la temperatura a la entrada. Así será la ópera en la época del Covid-19. Y así vuelve el Real con el gran éxito de Giuseppe Verdi dirigido por Nicola Luisotti y Luis Méndez Chávez y con Leo Castaldi como responsable de este concepto escénico reconvertido en un concierto escenificado. Habrá un total de 27 funciones hasta el 29 de julio.

“Los teatros tenemos la responsabilidad de contribuir a reconquistar la normalidad. La Traviata como concierto escenificado se puede hacer y se va a hacer. Además, los artistas han sido uno de los grandes damnificados por la pandemia. Cancelar ya no puede ser la única opción y el teatro tiene que ser valiente”, ha dicho esta mañana Joan Matabosch, director del Teatro Real durante la presentación de esta reapertura.

Los teatros tenemos la responsabilidad de contribuir a reconquistar la normalidad. La Traviata como concierto escenificado se puede hacer y se va a hacer

El Real, como le ocurrió al resto de teatros, cerró el pasado día 13 de marzo, justo antes de que se decretara el estado de alarma. Precisamente, La Traviata, en la producción del Festival de Salzburgo, estaba prevista para funciones del 9 al 24 de mayo y del 7 al 19 de julio. Todo se fue al traste. Sin embargo, en este espacio operístico quisieron volver a funcionar cuanto antes, y ya para mediados de mayo comenzaron los trabajos para adecuarse a la nueva normalidad.

Una de las primeras medidas de seguridad planteadas fue efectuar test serológicos y PCR a todos los trabajadores el 18 de mayo. Desde técnicos al coro y elencos. Para el 25 de mayo volvieron los técnicos al teatro y el 1 de junio ya se comunicó que se estrenaría La Traviata. El 15 de junio se iniciaron los ensayos -han sido dos semanas frenéticas- y se preparó el teatro para una capacidad del 50% (habitualmente pueden entrar hasta 2.000 personas). A partir del 6 de julio se estudiará si se aumenta este aforo al 75%, tal y como permite la Comunidad de Madrid.

placeholder Presentación esta mañana de 'La Traviata'
Presentación esta mañana de 'La Traviata'


Lo que se van a encontrar los espectadores es un teatro muy parecido pero pasado por la máquina del Covid-19. Se ha sustituido, por ejemplo, toda la grifería por grifos electrónicos, los ascensores también estarán limitados, particularmente a personas con movilidad reducida, se repartirán mascarillas a quien no lleve, ya que será obligatorio; también habrá dispensadores de geles hidroalcohólicos y los programas de mano, obviamente, se descargarán con códigos QR. Todas estas medidas han tenido un coste de 340.000 euros.

El poder del arte y la música

El director Nicola Luisotti ha afirmado esta mañana que estaba deseoso de regresar al trabajo. Él fue quien cerró la Scala de Milán, donde estaba a punto de estrenar Il Trovatore el pasado 23 de febrero. “Eran las 2.30 de la tarde y nos llegó una orden del Gobierno que lo interrumpió todo. La Scala fue el primer teatro en cerrar”, ha señalado el director musical. Milán fue una de las zonas más golpeadas por el virus antes de que llegara a España. “Pero al principio, como la gran mayoría, no le di tanta importancia porque pensaba que sería como una gripe normal”, ha añadido Luisotti.

Todos sabemos hoy que no lo era y este director musical también lo empezó a vislumbrar cuando “comenzaron a morir amigos cercanos”. Y, como también muchos, reflexionó sobre la importancia de la música y las artes en estas crisis. “Me di cuenta de que necesitamos volver a escuchar la voz de una persona en persona. Por eso cuando me llamó Joan [Matabosch] fue muy emocionante. Todavía padecemos la pandemia, pero nos hace falta el arte para descartar el miedo. Debemos huir del miedo a no vivir. Debemos volver a los besos y a los abrazos, que siempre nos han hecho falta”, sostiene el director que devolverá la vida operística al Real.

Todavía padecemos la pandemia, pero nos hace falta el arte para descartar el miedo. Debemos huir del miedo a no vivir

No será como siempre y de momento esos besos y abrazos a la moribunda Violeta ahogada en su tisis -curiosa metáfora con la tragedia que acabamos de vivir- tendrán que esperar. Leo Castaldi fue quien tuvo que repensar el concepto escénico pospandemia. “La vía era no asumir las reglas como algo de fuera, sino hacer de ella las bases de la obra. Hacer de los protocolos los elementos del lenguaje. Por eso cada artista tendrá su propia isla en el escenario. No será una función normal, pero será una noche de gran teatro”, ha explicado.

De hecho, también se ha dispuesto de cuatro repartos distintos con hasta cinco Violetas que interpretarán los papeles protagonistas, secundados por solistas y acompañados por el Coro y la Orquesta del Teatro Real.

Y, por supuesto, para los artistas también ha sido una alegría volver. Así lo ha contado la soprano Marina Rebeka, que tuvo que volverse a su casa de Riga después de que el 11 de marzo se cancelaran las funciones que estaba haciendo de ‘Norma’ en Hamburgo. “Para un artista es muy difícil quedarse en casa porque estamos siempre viajando, ensayando, actuando. Yo soy madre y me tuve que poner con los deberes de mis hijos… Así que cuando me llamaron del Real salté de alegría. Además esta es la primera ópera que grabé en disco y es una pieza de amor y de vida por lo que está muy bien que después del parón volvamos con ella a la vida”, ha indicado. Como ha resumido el tenor Michael Fabiano, "la música sobrevive a las peores crisis. Una nación sin cultura no es una nación y los artistas somos esenciales". No habrá brazos, pero de momento al menos sí habrá música como acto de amor.

No habrá besos ni abrazos en 'La Traviata' que el Teatro Real estrena el próximo 1 de julio. Los artistas estarán a dos metros de distancia y recitarán su escena en una especie de isla habilitada sobre el escenario, dividido en una cuadrícula. El público llevará mascarilla. Habrá únicamente 869 localidades y con butacas separadas. Y a todos se les habrá tomado la temperatura a la entrada. Así será la ópera en la época del Covid-19. Y así vuelve el Real con el gran éxito de Giuseppe Verdi dirigido por Nicola Luisotti y Luis Méndez Chávez y con Leo Castaldi como responsable de este concepto escénico reconvertido en un concierto escenificado. Habrá un total de 27 funciones hasta el 29 de julio.

Teatro Real Ópera Milán