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El niño de 'Amanece que no es poco' es hoy el alcalde del pueblo: "Cuerda nunca reía"
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Fallecimiento de José Luis Cuerda

El niño de 'Amanece que no es poco' es hoy el alcalde del pueblo: "Cuerda nunca reía"

Juan Ángel Martínez fue el niño 'deprimío' de la película y recuerda un rodaje en el que "nadie entendía nada. De hecho, Resines y Rollán pensaban que les estaban tomando el pelo"

Foto: Juan Ángel Martínez, el niño 'deprimío'.
Juan Ángel Martínez, el niño 'deprimío'.

Juan Ángel Martínez tenía 12 años cuando vio por primera vez a José Luis Cuerda. El director manchego había acudido al pueblo de Ayna para tomar las localizaciones de su nueva película ‘Amanece que no es poco’, un guion que había escrito en apenas mes y medio en una cafetería y que apelaba al realismo mágico albaceteño. A los campos donde hay hombres que crecen y hacen odas a las calabazas. A las calles donde a Faulkner se le tiene verdadera devoción y donde todo el mundo es contingente, pero el alcalde es necesario.

Martínez es precisamente hoy el alcalde —del Partido Popular— de esta pequeña localidad de la sierra del Segura que, junto a Liétor y Molinicos, conforma —no uno sino trino— el lugar donde se sucedieron las aventuras de esta película considerada de culto 30 años después de su estreno. “Formaba parte del grupo de teatro del pueblo e hicieron un 'casting'. Yo era un niño muy tímido, y durante la prueba en ningún momento miré a la cara a José Luis ni al equipo de producción. Como no levanté la cara dijeron, “este niño tiene cara de 'deprimío'. Y así me quedé con el papel”, cuenta a El Confidencial el hombre que hoy tiene ya 44 años y que fue uno de los vecinos que actuaron con un pequeño papelito en el filme.

El pueblo, loco con la Bombi

El rodaje duró mes y medio. Acabó el 5 de agosto de 1988 y Martínez lo recuerda como caótico. Un sindiós. “Allí nadie entendía nada del guion. Ni nosotros los extras ni los actores. Había algunos, como Antonio Resines o Miguel Rollán, que pensaban que Cuerda les estaba tomando el pelo. Además, mucha gente no tenía todo el guion”, comenta Martínez. En su caso, como niño, también rememora cómo "nos portábamos de forma muy educada y obediente. Además, Cuerda era muy serio, no se reía nunca y cuando decía ‘silencio’ allí no hablaba nadie".

placeholder Juan Ángel Martínez
Juan Ángel Martínez

Eso sí, tampoco olvidará aquellos días junto actores como José Sazatornil, Luis Ciges, Aurora Bautista, Manuel Alexandre, Enrique San Francisco, Pastora Vega —la flor y nata de lo que era el cine popular más berlanguiano y azconiano de la época— y, sobre todo Fedra Lorente, “que era la Bombi, que salía en el 'Un, dos tres' y era el mayor 'sex symbol' del momento”, afirma Martínez. Con ellos solían comer, pasar el día, y el pueblo “andaba como loco”.

El 'boom' de los 'amanecistas'

Aquel niño ‘deprimío’ está hoy también al frente de la Asociación de Amanecistas, el club de fans de la película, que se junta periódicamente para rememorar aquel rodaje y algunas de las frases más conocidas. Estas quedadas se han convertido en una importante fecha turística para el pueblo, ya que desde hace años se llenan todas las plazas hoteleras. Y, por cierto, Martínez también regenta el Hostal Miraelmundo, desde donde se obtienen muy buenas vistas de los parajes y del río Mundo. Aquí nadie pierde el viaje.

Los 'amanecistas' ni son todos de Podemos ni hay ninguno de Vox. La película está por encima de las ideas

"Hubo años en que vinieron más 200 personas. Se hacen actividades en los tres pueblos, teatro, homenajes. Y también hemos puesto cartelitos en la puerta de los extras, porque hay mucha gente que viene para hacer la ruta de los 'amanecistas', sostiene Martínez.

Todo esto comenzó en el 20 aniversario de la película, en 2009, cuando se rompió el misterio. “A Cuerda le debió de sorprender, porque durante dos décadas no se habló del 'amanecismo', y luego se montó la ruta 'amanecista', luego aparecieron unos productores que querían hacer una segunda parte. Eso le tuvo que absorber bastante”, relata el actual alcalde, que insiste en que “vino en alguna ocasión a las quedadas y seguía siendo serio. La verdad es que con el humor que tiene la película... Pero sí, estaba serio”.

La última vez que le vio fue en octubre de 2018 durante el preestreno en Albacete de ‘Tiempo después’, la segunda parte de ‘Amanece…’. “Ahí ya le vimos muy deteriorado”, indica Martínez, que pese a su filiación política nunca discutió con Cuerda. “No, no, nunca hablamos de política. Y una cosa es la película y otra las ideas que cada uno tenga. De todas formas, los 'amanecistas' ni son todos de Podemos ni hay ninguno de Vox. La película está por encima de las ideas”.

Y… finalmente, siendo Martínez el alcalde, ¿se ve necesario? “No, no. Yo no me presenté por eso. Necesitamos a mucha gente porque ya sabe que no somos muchos. Los problemas que tenemos con la despoblación son muy grandes”, zanja el regidor. Y los hombres no crecen en el campo así como así.

Juan Ángel Martínez tenía 12 años cuando vio por primera vez a José Luis Cuerda. El director manchego había acudido al pueblo de Ayna para tomar las localizaciones de su nueva película ‘Amanece que no es poco’, un guion que había escrito en apenas mes y medio en una cafetería y que apelaba al realismo mágico albaceteño. A los campos donde hay hombres que crecen y hacen odas a las calabazas. A las calles donde a Faulkner se le tiene verdadera devoción y donde todo el mundo es contingente, pero el alcalde es necesario.

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