Autocines: ¿es el cine al aire libre una seña de identidad del verano de antaño?

El primer autocine de la historia tuvo lugar el 6 de junio de 1933 en Camden, Nueva Jersey. La idea de cine al aire libre para toda la familia la había patentado ese mismo año Richard Hollingshead, como una excusa para vender lubricantes a los dueños de automóviles que se reunían allí. Si querías ver la comedia británica ‘Two White Arms’, la primera película que se proyectó, sin acampar en el ‘drive-in’ con tu coche, el precio subía a un dólar.

En las décadas de los 50 y 60, los autocines se popularizaron por el mero espacio de libertad e intimidad que suponían. A pesar de que ofrecían una cartelera mucho más limitada que la de las salas comerciales, sin presencia de grandes títulos, el que se pudiera atender con mayor libertad a los niños pequeños y que los jóvenes pudieran estar a su aire dentro de su vehículo, ganaba por goleada a las sesiones comerciales.

Parte de ese encanto aún permanece hoy, habiendo perdido los autocines, con el paso de los años, esa fama de inmoralidad que se les atribuía en la época. Seguramente ahora se miraría con otros ojos el Motocine Barajas, el ‘drive-in’ que abrió sus puertas el 17 de abril de 1959 en Madrid y que tan solo permaneció en pie ocho meses. De hecho, varios de los autocines españoles que se inauguraron en las décadas posteriores aún resisten el envite de los años por el poder de la nostalgia y el atractivo de la cultura americana de los 50, hasta el punto de que en Madrid se creó en 2016 el mayor autocine de Europa aprovechando el resurgir de la cultura pop del pasado en las producciones audiovisuales con mayor aceptación.

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El cine clásico supone uno de los grandes reclamos para vivir el cine al aire libre. Como el musical 'Grease', rey de los largometrajes proyectados en este tipo de cines. Pero si hay algo que eleva la experiencia por encima de todas las cosas es una noche de verano, momento en el que la inmersión en el pasado está asegurada. Un puente que, con un menú Gonnies en la mano, como los que oferta el Autocine de Vizcaya, une las sensaciones de hoy y de ayer.

Por el protagonismo que han adquirido décadas anteriores en el audiovisual que se consume actualmente, los autocines y sus proyecciones nocturnas en verano son uno de los planes de ocio que mejor se ajustan a todos los públicos. Desde Indie Campers, compañía de alquiler de autocaravanas y furgonetas campers, han elaborado una lista de autocines en España para recorrer en compañía estas vacaciones.

Autocine Drive-In (Alicante)

Abierto desde 1979 en Denia, Alicante, Drive-In es el autocine más antiguo abierto al público en España, impulsado por Carles Miralles, quien se había dedicado a la producción ejecutiva en el sector audiovisual.

Con una capacidad para 300 coches, lo mejor de este enclave para ver cine al aire libre no es sólo tener el mar cerca, sino que, por el precio de una película, puedes ver dos. Una de las máximas de este autocine es ofrecer al público una programación doble de estrenos, a 5 euros la entrada por persona y coche gratis los miércoles, día del espectador.

Autocine El Sur (Mutxamel)

El Autocine El Sur, ubicado en Mutxamel, Alicante, también goza de buena salud desde su inauguración en 1980. Tiene capacidad para 400 vehículos, abren todos los días y, su mayor aliciente, aparte de hacer también 2x1, es que realizan sorteos de entradas con asiduidad.

Autocine Star (Valencia)

En Valencia, el Autocine Star se encuentra en un entorno aún más privilegiado, por su proximidad al Parque Natural de la Albufera y la playa del Saler, sin perder de vista la oferta de ocio, comercial y hotelera. Al igual que sus homólogos en el resto de la Comunidad Valenciana, el Star también programa sesiones dobles nocturnas, aunque su oferta destaca especialmente por celebrar los miércoles de cada semana el Día del Espectador; los jueves, el Día de la Pareja; y, por último, el Día de la Familia los domingos.

Autocine Madrid Race

De reciente construcción, éstas son las únicas instalaciones de este tipo en España que hay situadas en una gran ciudad que no dispone de mar. El espacio se diseñó en 2016 para cubrir ese nicho de mercado que le faltaba a la propuesta cultural de la capital, según reza su sitio web. Promocionan la experiencia de ver cine desde el coche como un plan al más puro estilo americano.

Próximo al Hospital La Paz, dispone de una capacidad de más de 350 vehículos y de promociones para ver la película en cuestión desde, por ejemplo, una cama balinesa.

Autocine Getxo (Vizcaya)

Situado cerca de la playa de Arrigunaga de Vizcaya, Bilbao, este autocine cuenta con la pantalla exterior más grande del Cantábrico, según recogen en su página web. En su programación, ofrecen tanto cine clásico como superproducciones de estreno. Además, disponen de viseras de protección para los días de lluvia que se pueden acoplar al techo del coche, con el objetivo de garantizar la mejor visión de la película sin necesidad de usar los limpiaparabrisas.

Uno de los incentivos que ofrece es la entrada a las proyecciones con mascota.

Autocine de Gijón

Por su parte, en Gijón se fundó este 'drive-in' en 1993 con la intención de permanecer abiertos solamente durante los veranos. El éxito que cosechó hizo que, ahora, el Autocine Gijón abra prácticamente todos los días del año, con una programación sobre todo adaptada al cine en familia.

Autocine Cantabria (Torrelavega)

En Cantabria, se puede disfrutar del cine al aire libre en el Autocine Cantabria, localizado en el barrio de Sierrapando de Torrelavega. Los precios de las entradas son más baratos que en el resto de ciudades y sólo se paga un euro por aparcar el coche dentro de las instalaciones. Además, posee una oferta bastante amplia de descuentos y está garantizado el acceso al autocine con comida comprada en el exterior.