La aterradora muñeca que sobrevivió al Titanic sale del museo y puedes pujar por ella

Una solitaria cabeza de lo que antaño fue una muñeca de porcelana está clavada en una plataforma rotatoria del Museo de muñecas antiguas de Ayamonte, en Huelva. Tiene el cráneo vacío, los ojos huecos y la piel oxidada, con protuberancias que cubren un rostro enterrado más de medio siglo bajo el mar. La cabeza de la muñeca podría formar parte del atrezzo de una película de terror o, depende del ángulo con el que se la observe, ganaría incluso el papel de protagonista. Hoy queda libre y pasará a las manos de un dueño particular. Se hundió con el Titanic en 1912, fue rescatada del fondo del océano Atlántico -ya tullida, rota, con solo el cascarón que forma su cabeza- y ha estado expuesta durante años en este museo onubense. Ahora ha salido a subasta y esta semana termina el plazo para pujar por ella.

La escalofriante muñeca que sobrevivió al naufragio más legendario del mundo ha estado descansando estos años acogida por Teresa Martín, vecina de Ayamonte, junto a otras 300 muñecas de su colección. “Pero esta atrae la atención del público por encima de todas”, explica Catawiki, el portal a través del que Martín está subastando su muñeca. Su propietaria original, sin embargo, se llamaba Eva Hart y el 10 de abril de 1912, con siete años, viajaba con sus padres y su muñeca en el transatlántico que les llevaría de Southampton a Nueva York. A los pocos días, el Titanic se hundió, nació la leyenda y aunque Eva pudo escapar, dejó olvidada su muñeca en su camarote. Su fiel compañera ha sido recordada incluso en las memorias de Hart y en la película de James Cameron.

Aunque el tesoro infantil del Titanic se vende a precio de reliquia, no le faltan pretendientes. Años bajo el agua la han convertido casi en una máscara que puede helar la sangre del más sugestionable, pero no de los coleccionistas que se pirran por llevarse el honor de ser su nuevo dueño. La prueba es que lleva cuatro días expuesta en la página de subastas Catawiki marcada con un precio estimado de entre 8.000 y 10.000 euros. Hasta la fecha, acumula 22 pujas que van desde un euro hasta los 6.500. Hoy es el último día para hacerse con ella.

Desde el hundimiento del Titanic, los restos de la muñeca de Eva permanecieron en el fondo del océano durante 60 años hasta que un pescador de la compañía Argenbel la devolvió a la superficie en el 77. La cabeza de porcelana le sorprendió una noche, apareciendo entre las redes de su barco mientras recorría las aguas pescando atún. “Al principio creía que era una roca”, comentan en la descripción del lote. La llevó hasta su casa, la limpió y le quitó los corales y las algas que la rodeaban. En 1996, coincidiendo con la muerte de Eva Hart, Teresa Martín llegó a un acuerdo con la familia del pescador para hacerse con el tesoro y desde entonces es la joya de la corona de la coleccionista.

La muñeca de Eva es un pedazo de historia y las pruebas se han encargado de demostrarlo. La cabeza de porcelana corresponde al molde Shoenau & Hoffmeister, la misma que llevaba la niña al embarcar en el Titanic como se aprecia en una fotografía en la que, sonriente, posa con ella. “Tras estudios pormenorizados no se tienen noticias de otro naufragios de barcos de pasajeros en esa zona”, explican. “Al ser un objeto circular, ha podido desplazarse fácilmente por las corrientes marinas”.

La tarde de este martes, la muñeca del Titanic se despedirá del museo y tendrá un nuevo dueño.