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Santiago Posteguillo en busca de la legión perdida
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un 'best seller' español de romanos

Santiago Posteguillo en busca de la legión perdida

Tres tomos y más de 3.000 páginas después, Santiago Posteguillo termina su aclamada trilogía novelística de Trajano, que lleva vendidos 300.000 ejemplares

Foto: Detalle de portada de 'La legión perdida'
Detalle de portada de 'La legión perdida'

Año 53 a. C. El cónsul Marco Licinio Craso cruza el Eúfrates al mando del ejército de Oriente para mostrar palmito ante sus compañeros, y enemigos, de triunvirato, César y Pompeyo. Los partos que le esperan al otro lado del río aniquilan sus siete legiones en Carrhae, al norte de Mesopotamia. Craso muere y una legión entera desaparece. Así comienza la leyenda de la legión perdida. Año 116 d. C. Sesenta mil legionarios al mando esta vez de Trajano se lanzan nuevamente contra el ejército parto... y contra el fantasma de la legión perdida. "Y yo puedo doblegar a los dacios, a los armenios, a los partos y a todos los pueblos del mundo", exclama Trajano, "pero no soy capaz de derrotar a esa maldita legión perdida".

placeholder 'La legión perdida', de Santiago Posteguillo
'La legión perdida', de Santiago Posteguillo

Un profesor universitario de literatura española ha vendido 300.000 libros en castellano de los dos primeros volúmenes de una trilogía protagonizada por el emperador romano Trajano. Las cifras, cifras son, pero quizás no sea mala idea reflexionar sobre esa burbuja en la que respiran todos esos suplementos culturales y mandarines de la crítica a los que el nombre de Santiago Posteguillo (Valencia, 1967) les suena a chino. Aquellos que ensayan un gesto de desagrado ante la literatura popular que hace feliz a tanta gente. Hoy es un buen día para sus seguidores: llega a las librerías la tercera y última parte de una saga narrativa que suma más de 3.000 páginas (1.000 por tomo). Con una tirada de locura en tiempos oscuros para el sector -100.000 ejemplares- y presentación en Roma con paseo incluido por algunos de los escenarios de la historia, la historia de cómo el gran emperador hispano Trajano se enfrentó al fantasma de la legión perdida de Craso para conquistar Asia.

El periodista ataca a Posteguillo en el avión que ha despegado de Madrid pocos minutos antes del aterrizaje en Roma. Es muy pronto y el día se presenta muy largo pero el escritor se muestra en plena forma.

PREGUNTA. No son hay muchos escritores españoles actuales que se atrevan con trilogías de 3.000 páginas aunque es más común en el mundo anglosajón. ¿Lo suyo es incontinencia narrativa o exigencias del guión?

Yo empecé a escribir a mi aire, sin pensar, de forma un poco ingenua, en el mercado editorial, haciendo lo que me daba la gana

RESPUESTA. Exigencias del guion, sin duda, al menos desde el punto de vista de que yo intento pintar grandes frescos del mundo antiguo y esto requiere espacio, páginas. También es verdad que yo empecé a escribir a mi aire, sin pensar, de forma un poco ingenua, en el mercado editorial, haciendo lo que me daba la gana y disfrutando como un crío. Pero claro, luego no era fácil intentar colocar una novela de más de mil páginas en el mercado como en efecto me ocurrió con 'Africanus', mi primera trilogía. Pero en fin, al final, después de algunos años conseguí que aquello funcionara y lo curioso fue que entonces las editoriales empezaron a valorar que lo extenso no sólo podía ser popular sino muy popular. Así que ahora ya no tengo ningún tipo de traba. Al contrario. Mis editoras ahora me piden más.

P. Claro, porque ahora en el mercado de 'best sellers' ocurre como con las pantallas de los móviles, cuanto más grandes, mejor.

R. Sí, aunque luego también soy capaz de escribir libros cortos…

La megafonía del avión interrumpe la entrevista para avisar que nos disponemos a aterrizar en el aeropuerto romano de Fiumicino y Posteguillo, que es capaz de abrumar con sus conocimientos -y sobre todo con sus ganas de contar- al más aguerrido guía turístico, no pierde la oportunidad. “¿Sabes por qué se llama Fiumicino?” “Ehhh, pues no” “Fiumicino significa “río pequeño” y es el pequeño canal que conecta el puerto de Ostia que hizo precisamente Trajano con el Tíber. Así que el aeropuerto de Roma se llama así por Trajano”.

placeholder Santiago Posteguillo, hoy, en Roma
Santiago Posteguillo, hoy, en Roma

P. ¿Cómo trabaja obras tan extensas? ¿Cuál es su estrategia para dar congruencia y unidad a historias que transcurren a lo largo de más de tres mil páginas?

R. Hay dos grandes formas de escribir literatura, con brújula y con mapa. Con brújula tienes un planteamiento inicial de los personajes pero no tienes claro a dónde van a ir. El maestro de la brújula en la literatura española moderna sería Juan José Millás. Pero eso tiene sentido cuando se trata de pura ficción. Pero cuando escribes novela histórica partes necesariamente de un mapa base que es la propia historia. Los grandes personajes históricos que vas a retratar sabes cuándo nacen, cuando tocan poder, en qué batallas combaten, y cuando mueren. Y como yo acompaño ese mapa histórico central con historias que se entrecruzan, me veo obligado también a trazar el mapa de esas subtramas. Así que no me queda más remedio que preparar un mapa muy detallado de toda la novela. Luego admito modificaciones pero yo ya sé antes de empezar a escribir de dónde parten todos mis personajes y a dónde van a llegar.

P. El grueso de la novela relata las vicisitudes de Trajano en su conquista de Asia pero alterna al tiempo la mítica historia de la legión perdida ocurrida 150 años antes y que de hecho da título a la novela. ¿La leyenda de la legión perdida era demasiado buena para dejarla escapar?

R. No sólo era demasiado buena para dejarla escapar, que también, sino que dramáticamente no se entendería la proeza de Trajano sino supiéramos la de veces que Roma había fracasado en semejante empeño. Observa que nosotros todavía utilizamos la expresión “craso error”... por ejemplo, tras el debate electoral entre Sánchez y Rajoy un medio de comunicación decía que el líder socialista había cometido “craso error” al mostrarse tan agresivo. Estoy convencido de que el periodista no sabe el origen de la expresión… y casi seguro que el político tampoco. Así que, si dos mil años después pervive la expresión, imagine sólo 150 años después. Por eso cuento las dos historias, la del error de Craso y la de Trajano enfrentándose al mismo reto. Y a ver qué hace, a ver como lucha contra el fantasma de la legión perdida....

Aterrizamos a trompicones. “A la italiana, esto es una aterrizaje a la italiana”, exclama Posteguillo.

P. Por cierto que a la contra de la imagen de Adriano que nos ha legado esa obra cumbre que es 'Memorias de Adriano' que nos lo pinta como un personaje culto y refinado usted nos muestra a un sátrapa golpista y sangriento. De hecho he leído que querías que la novela se publicase un 23-F. Pero..., ¿cómo es posible tanta diferencia?

No puedes exigir a otros lo que tú mismo no seas capaz. Trajano exigía a sus legionarios caminar 40 kilómetros y él los andaba


R. Bueno, yo es que creo que la excelente novela de Yourcenar tergiversa la figura de Adriano. Es cierto que Adriano es un personaje muy complejo que admite varias interpretaciones. Pero Yourcenar exageró los tintes humanistas, cultos, viajeros, etc. que más le gustaban de Adriano. Yo eso no lo omito pero también cuento la peor parte. Y su crueldad fue tan grande que ensombrece lo demás.

P. Se habla hoy en España de populismo a propósito de la irrupción de nuevos partidos políticos pero tentar los oídos del pueblo no es ninguna novedad, los hermanos lo practicaban mucho, como leemos en sus libros. ¿Qué enseñanzas podrían encontrar Rajoy, Sánchez, Rivera o Iglesias en sus libros para los tiempos de pactos y alianzas que vive nuestro país?

R. Pues hombre, podrían aprender que la única forma de resolver los problemas en afrontándolos, no sentándose a esperar que las cosas se resuelvan. Y también podrían aprender esa cosa que llamamos ejemplaridad. No puedes exigir a otros lo que tú mismo no seas capaz de exigirte. Trajano exigía a sus legionarios caminar 40 kilómetros diarios y él los andaba, comía el mismo rancho y bebía el mismo agua que sus soldados. Por cierto, contra el criterio de Critón, el médico griego que le advertía sobre su delicado estómago…. aunque yo creo que mataba todos los microbios con la cantidad de alcohol que tomaba. Porque era claramente alcohólico . Y eso es lo que nuestros políticos podrían aprender, no lo del alcoholismo sino lo de la ejemplaridad.

Año 53 a. C. El cónsul Marco Licinio Craso cruza el Eúfrates al mando del ejército de Oriente para mostrar palmito ante sus compañeros, y enemigos, de triunvirato, César y Pompeyo. Los partos que le esperan al otro lado del río aniquilan sus siete legiones en Carrhae, al norte de Mesopotamia. Craso muere y una legión entera desaparece. Así comienza la leyenda de la legión perdida. Año 116 d. C. Sesenta mil legionarios al mando esta vez de Trajano se lanzan nuevamente contra el ejército parto... y contra el fantasma de la legión perdida. "Y yo puedo doblegar a los dacios, a los armenios, a los partos y a todos los pueblos del mundo", exclama Trajano, "pero no soy capaz de derrotar a esa maldita legión perdida".

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