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Después de 'Millenium' y '50 sombras de Grey' toca... 'Aniquilación'
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la ciencia ficción ya tiene trilogía superventas

Después de 'Millenium' y '50 sombras de Grey' toca... 'Aniquilación'

Una expedición formada por cuatro mujeres sin nombre, a las que sólo conoceremos por su profesión y su papel en el grupo: una antropóloga, una topógrafa,

Foto: El escritor Jeff VanderMeer firma el nuevo pelotazo editorial, esta vez a partir de la ciencia ficción. (CONNIE ALVAREZ)
El escritor Jeff VanderMeer firma el nuevo pelotazo editorial, esta vez a partir de la ciencia ficción. (CONNIE ALVAREZ)

Una expedición formada por cuatro mujeres sin nombre, a las que sólo conoceremos por su profesión y su papel en el grupo: una antropóloga, una topógrafa, una psicóloga y una bióloga. Una zona desconocida y salvaje, declarada como desastre ambiental, la llamada Área X, que debe ser documentada debido a los raros fenómenos que acoge. Y una agencia clandestina del gobierno que mueve los hilos y que es la única que puede responder a todas las preguntas que protagonista y lectores comparten desde la primera página.

Este es el esqueleto de Aniquilación, primera parte de la trilogía Southern Reach y la novela que ha sacado al escritor norteamericano Jeff VanderMeer (1968) del nicho de lectores de ciencia-ficción hasta auparlo a la ciencia-ficción mainstream. Estamos, por tanto, ante una de esas historias ambientadas en un futuro borroso apta para todos los públicos y con vocación de convertirse en términos editoriales en la respuesta en ciencia-ficción a las trilogías de Millenium o incluso a 50 sombras de Grey, aunque aún le quede mucho camino por andar.

'Aniquilación' (Destino) fue escrita del tirón en un mes, tras la hiperactividad febril que originó en el autor norteamericano un sueño en el que se le aparecía una torre enterrada en el suelo

Pero ¿de dónde diablos sale este tipo y su libro, y por qué tanto revuelo alrededor de ellos? Aniquilación(Destino)fue escrita del tirón en un mes, tras la hiperactividad febril que originó en el autor norteamericano un sueño en el que se le aparecía una torre enterrada en el suelo “y se insinuaba lo que podía haber dentro de ella”, según cuenta VanderMeer a El Confidencial. La novela fue publicada a comienzos de año en EEUU y se contagió con entusiasmo entre los medios después de sendas reseñas en New York Times (que nombraba a Cormac McCarthy y Poe como anzuelos para el lector potencial) y Entertainment Weekly (“Un episodio de Perdidos imaginado por Andrei Tarkovsky”). Amazon lo eligió como el mejor libro de febrero el mes pasado.

“Cuando escriboel primer borrador de mis historias, algunos aspectos no son definitivos. Puede cambiar hasta el género de los protagonistas. Lo primero que pensé fue que todos los miembros de la expedición serían mujeres, pero después de aquello ya sólo pude mantenerme fiel a ellas”, a riesgo de poner en peligro toda la estructura de la trilogía, cuenta VanderMeer. “Y me gusta que todas sean mujeres, ya queeste tipo de historias están protagonizadas por grupos formados sólo por hombres o en su mayoría hombres. En cualquier caso, los personajes fuertes femeninos deben ser tridimensionales. Eso significa que, en el transcurso de la trilogía, son diferentes en distintos momentos y que deben expresar la gama completa de lo que significa ser humano”.

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Ajustando el calendario editorial

Estos días sale al mercado español el primer tomo,Aniquilación, coincidiendo con la llegada a las librerías en EEUU del segundo,Authority. Debido a la buena acogida deAniquilaciónen EEUU, el calendario de publicación se ha acelerado: no es sólo quetoda la trilogía vaya a ver la luz en 2014(también en España), es que lo harácon un intervalo de apenas dos o tres meses entre cada libro, lo que hace que cada tomo parezca cada una de las diferentes temporadas deuna serie de televisión, en las que el éxito de cada entrega alimenta a la siguiente y cada una de ellas renueva el interés por todo el conjunto.

"Hablamos de libros brevesy no tiene sentido dejar mucho espacio entre ellos. El público que sigue una serie (libro o en televisión) no quiere esperar demasiado”, cuenta Elena Ramírez, directora editorial de Ficción Internacional de Planeta. Sus alarmas saltaron cuando comprobó que en EEUU la trilogía venía respaldada por el sello FSG (Farrar, Straus & Giroux), que acoge entre otros a Hermann Hesse, T. S. Eliot, Michael Cunningham y Jonathan Franzen. “Es una editorial muy literaria y no de género. El resto fue leer rápido y adquirirlo, mientras se iba vendiendo a toda velocidad a numerosos países, siempre a editoriales literarias de primer orden”, cuenta.

placeholder Mapa de la llamada 'Área X'.

En nuestro país, algunos blogueros llevan siguiendo el fenómeno de cerca desde que las galeradas americanas sefiltraronpor eBay. Los tres libros, cuyo diseño de portada esconde una sola imagen obra dePablo Delcan,un joven ilustrador español que vive en Nueva York, no saldrán bajo ninguno de los sellos que el grupo Planeta tienen dedicados a la literatura fantástica, como Minotauro y Timun Mas, sino en Destino, que además de casa deJosep Pla,Miguel DelibesyCamilo José Cela“tiene experiencia con una trilogía de culto y muy literaria como fueMillenium”.

Este 'thriller distópico' es un cóctel perfecto de Lovecraft, Borges, Margaret Atwood, 'Alien' y 'Perdidos'

Ramírezvio en este “thriller distópico” un cóctel perfecto de Lovecraft, Borges, Margaret Atwood, Alien y Perdidos. Y algo en su narradora, una bióloga que muestra ante el lector sus miedos y sus fortalezas, sus ambiciones profesionales y la relación con su marido, algún eco de aquella Lisbeth Salander a la que muchos lectores saludaron en su día como un personaje femenino independiente, alejado de los roles tradicionales de las mujeres en las novelas.

El ‘spoiler’ como anzuelo

En esta novela, que le valió a McCarthy el premio Pulitzer, el escritor norteamericano también consiguió llevar su futuro distópico a una audiencia masiva no especializada (ni siquiera interesada) en la ciencia-ficción, aunque en el proceso, un McCarthy seco y ajustadísimo en su uso del lenguaje huía de forma radical de todo lo accesorio: ni siquiera se paraba en explicar al lector el porqué de ese futuro tan catastrófico que había sido escogido como escenario para la aventura del padre y su hijo.

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“Creo que McCarthy consiguió en ella llegar a una suerte de universalidad acerca de las relaciones humanas. Pero mi acercamiento a la ciencia-ficción es diferente”, cuenta VanderMeer. “Yo quiero documentar el mundo en el que vivimos y demostrar que es más extraño de lo que puede parecernos, además de reflexionar sobre la naturaleza y la manera en que nos relacionamos con el medioambiente".

"McCarthy no estaba interesado en profundizar en los detalles de nuestro mundo y en todo lo que podemos estar perdiendo. No le interesaba lo más mínimo analizar los triunfos y los límites de la ciencia o la manera en que nuestra mirada en una era postindustrial afecta a cómo nos relacionamos con el entorno. Dicho esto, a mí también me interesa reflejar las interacciones humanas que se producen en momentos importantes, de gran emoción o de estrés”.

En su opinión, la falta de información al lector con datos acerca de la historia y su contexto, de sus personajes y de sus motivaciones, no tiene tanto que ver con el estilo como con el mecanismo de cualquier historia de misterio que pretenda enganchar a su audiencia, ya sea en libro o en televisión.“La fuerza que te empuja a leer este tipo de novelas es que llegas a determinadas respuestas en medio de más y más preguntas, tal y como ocurre con la mayoría de las cosas en la vida si eres una persona curiosa. Es un proceso continuo en el que el lector se enfrenta aspoilersinesperados. Si has contado bien, al final de la novela puedes tener bastante información”, dice a este periódico.

VanderMeer entiende que parte del éxito y del boca-a-oreja se deben a estas referencias (la isla dePerdidos, la Zona omnipresente y omnívora dePicnic Extraterrestre) que manejan y comparten los lectores y los críticos. Sin embargo, en los cimientos deAniquilaciónestán en el mundo real,"en el mismo sitio que recorro y exploro los últimos 15 años a base de caminatas: un sendero de 21 kilómetros a las afueras de la reserva natural de St. Marks (Florida). Es un espacio salvaje que a veces resulta increíble y otras veces asusta, así que puedes ver cosas realmente inusuales”, cuenta. Entre otras cosas, por allí pueden contemplarse delfines, un faro, pantanos, cipreses y, en general, el mismo estallido de biología incontrolada que se extiende en las páginas deAniquilación.

placeholder Reserva natural de St. Marks, en Florida.

“Así que, ¿influencia? El primer lugar, el mundo real, todo lo que sé de él y lo que puedo tocar, oler, sentir, ver y oír. No hay ningún detalle de la naturaleza del libro que me haya venido de segunda mano. Cualquier tipo de ficción rara que puedas imaginar (Michel Bernanos, Cronenberg, Leena Krohn, Cortázar y mucho más) forman un manto grueso en el fondo de mi cerebro, y ejercen su influencia. Pero no de la misma forma en que influye en la historia la calidad de la luz sobre los juncos en el pantano que hay a las afueras de St. Marks. No de la misma forma que esos cipreses que se arrodillan sobre aguas negras. En absoluto de la misma forma”, confiesa.

Con una estructura que baja en espiral hacia lo desconocido, donde la bióloga está condenada a moverse a ciegas en círculos,Aniquilacióntiene un efecto onírico en el lector, como si tratase de hipnotizarlo. Hasta aquí las buenas noticias. Porque con ese minimalismo que busca ir directamente al grano, que a veces se antoja incluso mediocre (otras veces da la sensación que su falta de ambición literaria responde a una escritura apresurada), puede terminar siendo un lastre: esta es una historia contada casi a oscuras por una mujer que no sabe hacia dónde se dirige, con apenas unos pocos puntos de referencia para guiarse, aunque al final lo que termina sucediendo es que es ella la que lleva al lector de la mano por un camino escondido sólo a medias en el jardín de VanderMeer.

Preguntas sin responder

La segunda parte, prometen, no tiene nada que ver. “Ambos libros son independientes, uno no empieza donde acaba el otro. Hay lectores que han leído antesAuthorityqueAniquilacióny eso no arruina la historia del primero. No quería escribir la misma novela dos veces. Mi imaginación no trabaja de esa forma.Authorityes más lineal y su estructura se parece más la de un thriller de espionaje. Una parte de lo que no se pudo mostrar enAniquilaciónes el papel de la agencia secreta Southern Reach en todo esto. La segunda novela es una expedición a Southern Reach”, adelanta. “Un amigo me ha dicho queAuthorityse lee como una historia de Le Carré contada a la manera de Kafka,con cierto humor de oficina de lo más raro…”.

El único riesgo en una historia que busca continuamente tanto ocultar nuevos elementos como ir revelándonos parte de su misterio es que sus personajes no estén bien atados. “Los míos lo están”, afirma. Para cuando llegue la tercera parte, Aceptación, VanderMeer promete que las cosas sólo van a ir a más y que no se mostrará “tímido con las implicaciones sentimentales” que ha ido construyendo por el camino.

“Nadie quiere llegar a la última página para descubrir que todo es en realidad una metáfora de la creatividad o algo así. Al menos, yo no. ¿Se quedarán los lectores con algunas preguntas por contestar al final de la serie? Lo más seguro. Sólo las mismas con las que se quedarán algunos de los personajes. Pero en los mejores libros, al menos los libros que amo, consigues algunas respuestas que buscabas y también otras que no sabías que necesitabas saber, pero que son sorprendentes y satisfactorias, de la misma forma que en la vida algunas cosas serán siempre un misterio”.

En España, Autoridad saldrá a la venta en septiembre y Aceptación está prevista para noviembre. Para finales de este año, en la campaña de Navidad, será un buen momento para comprobar si Southern Reach se ha convertido en el fenómeno que apunta. Por el momento, tiene ganada otra batalla, la de los derechos cinematográficos, que ya han sido adquiridos por Paramount y por los productores Eli Bush (Millenium) y Scott Rudin (El show de Truman).

Una expedición formada por cuatro mujeres sin nombre, a las que sólo conoceremos por su profesión y su papel en el grupo: una antropóloga, una topógrafa, una psicóloga y una bióloga. Una zona desconocida y salvaje, declarada como desastre ambiental, la llamada Área X, que debe ser documentada debido a los raros fenómenos que acoge. Y una agencia clandestina del gobierno que mueve los hilos y que es la única que puede responder a todas las preguntas que protagonista y lectores comparten desde la primera página.

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