Plenilunio cultural en la noche segoviana

La luna llena de junio está a punto de llegar y este año, más cultural que nunca.  El domingo el satélite se mostrará por completo (al menos la mitad que puede enseñar) iluminando el cielo, pero la noche anterior Segovia vivirá su particular noche de luna llena. Por tercer año consecutivo, la ciudad castellana organiza su propia velada cultural y este año promete ser mejor que nunca gracias a la candidatura a la capitalidad europea de la cultura que comparte con una villa polaca.

 

Monumental y lanzada a la calle, Segovia entera se convertirá por unas horas en un museo al aire libre si el tiempo acompaña.  Desde las 20.16 hasta las 02.16 (nótese el guiño que con la elección de estas horas concretas se quiere hacer al año en el que la ciudad quiere ser capital cultural) treinta actividades de todas las disciplinas plantean una velada tan experimental como emocionante.

 

La propuesta del MUSAC, que traslada por una noche su espíritu vanguardista de León a Segovia, consiste en hacer de la ciudad un Territorio emocional. Varios recorridos servirán para convertir a los propios ciudadanos en guías de un museo urbano planteado como varios paseos: uno multisensorial en colaboración con la ONCE; otro por los recuerdos republicanos en colaboración con el Foro de la Memoria de la ciudad; otro por las evocaciones personales de los mayores que rastrearán la historia pasada de Segovia y un último recorrido que propone otros modos de pasear: directamente el  parkour, el arte de recorrer caminos que en los últimos años se ha convertido en todo un fenómeno juvenil.

 

El Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente presenta Matryoshka, una performance de la bilbaína Naia del Castillo por la que la vocalista islandesa Gunnlaugh Thorvatsdottir, una de las más innovadoras del mundo, se convertirá en una muñeca rusa. Además la pinacoteca presenta la colección permanente de sus fondos y cierra de este modo las celebraciones por el décimo aniversario de su apertura.

Más museos: el Provincial; el Rodera-Robles, en el que el heredero del edificio guiará a los visitantes; La Alhóndiga, con el proyecto visual interactivo La Linterna Mágica; San Juan de los Caballeros, que presentará el mejor cine negro y de animación... los planes en los centros artísticos y culturales son, en general, abrumadores.

Pero también hay hueco para la ciencia. En el Añío Internacional de la Astronomía, la observación del cielo nocturno es casi una obligación. En el Alcázar se podrá seguir un taller de identificación de astros con la ayuda de un planetario digital. Por otro lado, Segovia virtual acercará las nuevas tecnologías al entorno de la iglesia de San Nicolás recreando una ciudad rodeada de agua.

Música, actividades en los bares, fotografía, instalaciones... el listado de actividades resulta casi interminable. Pero si hay una experiencia que no debemos perder en esta noche lunática es Devorar Segovia a la luz de la luna: noventa personas han construido una maqueta comestible de la ciudad que está deseando que alguien se la lleve a la boca.