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La Navidad está en los libros
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La Navidad está en los libros

En El Confidencial hacemos un repaso por la literatura eminentemente navideña que se ha buscado durante las fiestas de 2008

Foto: Libros en Navidad | Foto: Pexels
Libros en Navidad | Foto: Pexels

Dijo Norman Vicent Peale que “la Navidad agita una varita mágica sobre el mundo”. Es ya un cliché asociar magia y Navidad. No sólo porque en Nochebuena los animales hablen o los Reyes Magos, como su propio nombre indica, estén cabalmente dotados de poderes mágicos. Es una sensación, una vibración que atraviesa la piel parecida a la ebriedad —que, más prosaicamente, se experimenta también en estas fechas—, especialmente cuando se es niño o cuando se guarda suficiente memoria de la infancia. Canciones, decoración y festejos componen la atmósfera de esta “fiesta eterna”, y también los libros, y a través de ellos corren torrentes mágicos que obran el milagro de arrancar estas dos semanas del calendario y dotarlas de una existencia propia, autónoma: mágica, claro.

Es cierto que cada año el espíritu navideño es menos intenso. Sometidos a una vorágine de consumismo, tragantonas y aglomeraciones, los Ebenezer ganan terreno a los Fred sin que espíritu alguno haga nada por evitarlo. Y eso que la secularización de las fiestas nada tiene que ver pues las navidades, desde su origen, tienen tanto de paganas como de cristianas. Es bien sabido que tanto la fecha como la forma de la celebración tienen su origen en los festejos célticos del solsticio invernal y las saturnales romanas; de hecho, seguimos adornando árboles y la Nochevieja nunca se ha desprendido de su laico regocijo. En numerosos países, poco, muy poco, tiene ya de religioso y lo religioso se funde con lo folclórico; durante años ha sido así pero el proceso de disolución parece haberse acelerado. Si sobrevive, es por los niños.

placeholder Lecturas para niños por Navidad | Foto: Pexels
Lecturas para niños por Navidad | Foto: Pexels

'La navidad es de los niños', titulábamos el año pasado nuestra lista de recomendaciones literarias. Lista que intentamos que fuera para niños de todas las edades, porque al menos en la Navidad a los adultos se nos concede, sin demasiados aspavientos ni protestas, dejar salir al niño interior. Ya lo dijo Charles Dickens: “¡Feliz Navidad, la que hace que nos acordemos de las ilusiones de nuestra infancia, y le recuerda al abuelo las alegrías de su juventud!”. Este año no va a ser distinto, aunque la búsqueda ha sido más exhaustiva. Son libros que evocan las sensaciones ya casi olvidadas de las primeras lecturas, no sólo aquellas relacionadas con la Navidad, sino aquellos libros que nos absorbían durante una cantidad inesperada de horas con vívida emoción, en la que piratas, duendes o cerditos albañiles se hacían tan reales y cercanos como los compañeros del colegio o los amigos del barrio.

Aunque no vamos a empezar por ahí, sino por literatura eminentemente navideña. Libros que en estas fechas abarrotan las librerías para no verse más hasta dentro de un año. Libros en los que predomina el rojo y el dorado, como en Navidad. Cuentos, poemas y canciones, la apuesta de la temporada de 'El Aleph'. Se compone de tres partes, como indica del título. Los cuentos nos descubren la presencia de un cuarto rey mago, en un lugar tan remoto como la pradera norteamericana, o a Pedro Enero, el ser mágico que reparte regalos con el año nuevo, y nos advierte que, si en Nochebuena vemos cuatro pollitos dorados, no los toquemos o se nos castigará con una perenne mala suerte. Son cuentos de autores clásicos como Hans Christian Andersen o los hermanos Grimm, también adaptaciones modernas de leyendas y cuentos tradicionales que dan un toque de modernidad al conjunto.

Foto: 'Moncky'. (Ekaré)

Las canciones y poemas son populares, como el villancico 'Esta noche nace el Niño' o elevadas, como la nana invernal de Lope de Vega. Bellísimas estampas acompañan cada una de las piezas de este volumen impregnado del mismo recogimiento que tan bien suena en el villancico Noche de paz, quizá el que mejor expresa el carácter de estas fiestas.

Como el libro “definitivo” de la Navidad se vende 'El libro de la Navidad' (J. M. Burgueño, Luna Books), en el que se explica el origen de tradiciones navideñas de todos los rincones del mundo e incluye leyendas y anécdotas. Los enanos de la casa tienen en 'Mi primera Navidad' (C. Bordoni y F Watt, Pearson) un buen comienzo para enriquecer su experiencia y, para los más crecidos, 'El viaje de los Reyes Magos' (Elia Manero, San Pablo), explica la historia de Melchor "el sabio", Gaspar "el mercader" y Baltasar "el egipcio". Aunque nada mejor, en estas fechas tan familiares, que cocinar todos juntos uno de los casi cien dulces que propone El libro de los dulces de Navidad (Montagud).

Suban con nosotros a este expreso polar que, luego de siete estaciones, una por día, tiene como destino la Nochebuena. Mañana, El ilustre cohete de Oscar Wilde y otros cuentos clásicos, incluyendo los inmortales relatos navideños de Dickens. Ya saben: busquen Libros en nuestra barra de navegación –Tendencias– o, mejor todavía, añadan a sus favoritos este enlace.

Dijo Norman Vicent Peale que “la Navidad agita una varita mágica sobre el mundo”. Es ya un cliché asociar magia y Navidad. No sólo porque en Nochebuena los animales hablen o los Reyes Magos, como su propio nombre indica, estén cabalmente dotados de poderes mágicos. Es una sensación, una vibración que atraviesa la piel parecida a la ebriedad —que, más prosaicamente, se experimenta también en estas fechas—, especialmente cuando se es niño o cuando se guarda suficiente memoria de la infancia. Canciones, decoración y festejos componen la atmósfera de esta “fiesta eterna”, y también los libros, y a través de ellos corren torrentes mágicos que obran el milagro de arrancar estas dos semanas del calendario y dotarlas de una existencia propia, autónoma: mágica, claro.

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