Con el BAFTA, Bardem da un paso más en su camino imparable hacia el Oscar

Con el premio BAFTA al mejor actor de reparto por su interpretación de un asesino psicópata en la película No es un país para viejos, Javier Bardem dio un paso más en su camino imparable hacia el Oscar.

El actor español, que borda su personaje en ese filme tan violento como fascinante de los hermanos Coen, galardonados a su vez con el BAFTA a la mejor dirección, competía en su categoría, entre otros, con su compañero de reparto, el veterano actor norteamericano Tommy Lee Jones. Sin embargo, el premio parecía cantado para el actor español a juzgar por las críticas publicadas en la prensa británica e internacional, unánimemente elogiosas sobre su interpretación de ese personaje que arroja una moneda al aire y pregunta a sus víctimas si ha salido cara o cruz antes de asesinarlas a sangre fría.

El realizador estadounidense Julian Schnabel, que dirigió ya a Bardem en Antes que anochezca, filme en el que interpretaba al poeta homosexual cubano Reinaldo Arenas, pronosticó hoy que este año ganará el Oscar de Hollywood.

Bardem consiguió también este año el Globo de Oro, antesala de los Oscar, tras haber sido candidato en el 2001 y el 2005: la primera vez por el citado filme de Schnabel y cuatro años después por Mar adentro, de Alejandro Amenábar.

En declaraciones a la prensa tras conocer su premio, Bardem explicó de su personaje que en un principio se mostró reacio a aceptar el papel precisamente por su violencia, a la que no estaba acostumbrado. Sin embargo, luego leyó el libro y entendió al personaje, su carácter y lo que estaba detrás de sus acciones, y sobre todo creyó en los hermanos Coen.

Antes de entrar en la Royal Opera House, donde se celebró la gala de los BAFTA, Bardem afirmó que esto de los premios es una cuestión de suerte, algo así como la lotería, porque "están en juego muchas opiniones subjetivas". No tuvo esa suerte el compositor español Alberto Iglesias, que se quedó sin el premio a la mejor música por Cometas en el cielo, atribuido a Christopher Gunning por La vida en rosa.

Los premios BAFTA estuvieron en cualquier caso bien repartidos, y así el filme británico Expiación, de Joe Wright, que partía como el gran favorito con nada menos que catorce candidaturas en distintas categorías, obtuvo el premio a la mejor película y al mejor diseño de producción. Sin embargo, ninguno de sus intérpretes principales -James MacAvoy, Keira Knightley y Saoirse Ronan- fueron galardonados hoy por esa historia de celos, mentiras y arrepentimiento situada en la Segunda Guerra Mundial.

Los premios BAFTA al mejor actor y la mejor actriz fueron en cambio para Daniel Day-Lewis por Pozos de ambición, un filme de aliento épico sobre la locura de la búsqueda de petróleo en California, y Marion Cotillard, que encarnó a la legendaria cantante Edith Piaf en La vida en rosa.

La actriz francesa se impuso sorprendentemente a la veterana Julie Christie, que interpreta a una mujer víctima del Alzheimer en Lejos de ella.

La vida de los otros, de Florian von Donnersmarck, una de las películas alemanas más exitosas de los últimos tiempos, logró el galardón al mejor filme en lengua extranjera, categoría en la que se impuso, entre otras, a La escafandra y la mariposa, de Julian Schnabel.

Pozos de ambición, que aspiraba también a nueve premios en otras tantas categorías, fue acaso la gran perdedora ya que mientras "No es país para viejos" lograba también el premio a la mejor fotografía, el filme de Paul Thomas Anderson sólo logró el premio al mejor actor: el citado Daniel Day-Lewis.