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Soria paga 3,7 millones a una empresa para controlar los contenidos de televisiones y radios
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ASEGURA QUE EL MINISTERIO CARECE DE MEDIOS PARA EJECUTARLO

Soria paga 3,7 millones a una empresa para controlar los contenidos de televisiones y radios

El titular de Industria, José Manuel Soria, quiere vigilar de cerca a Telecinco, Antena 3 y demás televisiones. Y en tanto admite que su Ministerio no tiene recursos suficientes

Foto: Soria paga 3,7 millones a una empresa para controlar los contenidos de televisiones y radios
Soria paga 3,7 millones a una empresa para controlar los contenidos de televisiones y radios

El titular de Industria, José Manuel Soria, quiere vigilar de cerca a Telecinco, Antena 3 y demás televisiones. Y en tanto admite que su Ministerio no tiene recursos suficientes para asumir el esfuerzo, lo subcontratará en plena crisis económica. Según recoge una de las últimas licitaciones lanzadas por su departamento, el ministro está dispuesto a gastarse hasta 3,72 millones de euros este año en contratar un servicio de “seguimiento, control e inspección” de los contenidos de los medios de comunicación. ¿Objetivo? Garantizar que éstos se ajustan a la ley y no se emiten espacios inapropiados en horario infantil, las cadenas respetan las programaciones anunciadas o se atienen a la normativa publicitaria, entre otras restricciones.

La Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información reconoce sin ambages que “se precisa contratar el servicio (…), ya que este órgano, debido al volumen del objeto del contrato y a la indisponibilidad de medios tanto técnicos como humanos, no se halla en condiciones de afrontar tales tareas”. Soria recupera así una iniciativa del ex ministro Miguel Sebastián, que quedó desierta en la última parte de la legislatura. El político socialista lanzó la misma licitación, por un valor de más cinco millones de euros, el pasado mes de septiembre. Sin embargo, el proyecto quedó desierto al estar la única oferta económica –presentada por Kantar Media- por encima del presupuesto máximo de licitación.

Soria recupera el contrato, aunque rebaja aún más su cuantía. Un ajuste que podría complicar la aparición de aspirantes. El importe de la propuesta con impuestos se sitúa en algo más de dos millones de euros hasta 2014, cifra que elevaría hasta los 3,72 millones de euros si se ejecutaran todas las prórrogas posibles. En todo caso, lo que pone en solfa la licitación es la tradicional pasividad del Ministerio a la hora de multar las conductas irregulares de las cadenas. “Gastar cuatro millones para que una empresa grabe todo lo que sale en radio y televisión es un despilfarro si luego no sirve para imponer sanciones a los incumplimientos”, aseguran fuentes del sector.

Según los datos hechos públicos por Industria a primeros de año, en el ejercicio pasado se abrieron 40 expedientes sancionadores a las cadenas de televisión, una cifra de la que se jactaba el Ministerio al suponer un 33% más que en 2010. Sin embargo, las 71 infracciones detectadas apenas supusieron una recaudación de 1,5 millones de euros. Una cifra que se encuentra muy lejos de los 5,08 millones impuestos en 2010, si bien la mitad de los expedientes de 2011 aún no estaban resueltos a mediados de diciembre. La Secretaría de Estado no desglosa por cadenas las sanciones que impone, si bien la mayor parte de los procedimientos abiertos enlazan con anomalías relacionadas con la publicidad.

El paso adelante dado por José Manuel Soria se produce en pleno proceso de creación de un regulador multisectorial, que acogerá a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). El PP impulsó durante su etapa en la oposición que este organismo asumiera las competencias en materia audiovisual. Una apuesta que frena radicalmente la puesta en marcha del Consejo Estatal de Medios Audiovisuales (CEMA), instancia que la Ley General Audiovisual contempla para, entre otras atribuciones, “instruir y sancionar las conductas tipificadas como infracciones (…) cuando se produzcan en el mercado audiovisual estatal”. En el marco regulatorio que sobrevuela, parece que el Ministerio de Industria retendrá la potestad sancionadora sobre las televisiones. En roman paladino, los intereses políticos seguirán condicionando la supervisión de las cadenas.

Juegos de azar, esoterismo y otra ‘telebasura’

La empresa que obtenga el contrato deberá elaborar una base de datos sobre las emisiones de 30 canales, las 24 horas del día, con “información específica sobre datos objetivos y subjetivos de contenidos y de publicidad, así como de información referida a audiencias”. En este sentido, deberá referir cuándo se emitan programas de juegos a azar y apuestas fuera de la franja comprendida entre la una y las cinco de la madrugada. También tendrá que registrar los espacios de “esoterismo y paraciencia” cuando se programen más allá de las diez de la noche y las siete de la mañana. También se pide singular atención a los contenidos en las franjas de protección reforzada, especialmente pensadas para el público infantil.

La publicidad y la confección de las parrillas son objeto de especial supervisión. La empresa agraciada tendrá que especificar “los días y programas en los que se ha producido modificación respecto a la programación anunciada”. Además, estará obligada a dar cuenta de las “comunicaciones comerciales que promuevan el culto al cuerpo y el rechazo a la autoimagen” en determinados horarios. Sin contar con el respeto a los tiempos legales de emisión de anuncios. Entre los datos subjetivos, la subcontrata deberá informar sobre las emisiones de pornografía o violencia gratuita en abierto, entre otras irregularidades.

El titular de Industria, José Manuel Soria, quiere vigilar de cerca a Telecinco, Antena 3 y demás televisiones. Y en tanto admite que su Ministerio no tiene recursos suficientes para asumir el esfuerzo, lo subcontratará en plena crisis económica. Según recoge una de las últimas licitaciones lanzadas por su departamento, el ministro está dispuesto a gastarse hasta 3,72 millones de euros este año en contratar un servicio de “seguimiento, control e inspección” de los contenidos de los medios de comunicación. ¿Objetivo? Garantizar que éstos se ajustan a la ley y no se emiten espacios inapropiados en horario infantil, las cadenas respetan las programaciones anunciadas o se atienen a la normativa publicitaria, entre otras restricciones.

José Manuel Soria