Es noticia
Buscadores de Internet: tu pasado al alcance de todos
  1. Comunicación

Buscadores de Internet: tu pasado al alcance de todos

¿Quién no ha buscado alguna vez su nombre en Google? Un gesto inocente que la mayoría de las veces no lleva a nada, pero que en

Foto: Buscadores de Internet: tu pasado al alcance de todos
Buscadores de Internet: tu pasado al alcance de todos

¿Quién no ha buscado alguna vez su nombre en Google? Un gesto inocente que la mayoría de las veces no lleva a nada, pero que en otras puede acarrear alguna sorpresa desagradable. Lo que encontremos puede ser algo simpático que un conocido ha escrito en su blog o un episodio sobre algo que pasó hace tiempo y que se creía olvidado. El que busca encuentra y, si tan fácil parece, surge la duda de si podría encontrarlo alguien más. ¿Es posible evitarlo? Sí. ¿Aunque sea información pública y veraz? De nuevo, la respuesta es sí.

Según la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), cuando uno quiere borrar su nombre de una web, el procedimiento normal es acudir a la fuente de origen, es decir, a las personas que mantienen la página en la que aparece dicha información. Sin embargo, esas personas pueden estar obligadas por ley a tener esos datos alojados o pueden negarse a borrarlos, porque le ampara su derecho a la libertad de información.

Si la persona que expone los datos en su web se niega a colaborar, es posible ponerse en contacto con los responsables del buscador para evitar que éste encuentre la página al hacer una búsqueda. La pregunta que nace entonces es, si esos datos son legalmente públicos, ¿por qué tiene el buscador que evitar que cualquiera pueda encontrarlos? Según la AEPD, “aunque la incorporación inicial de esta información personal en la red, puede estar legitimada en origen, su mantenimiento universal y secular en Internet puede resultar desproporcionado”. En los casos que así sea, Google (por ejemplo) tendrá que borrar ese resultado de la búsqueda, para impedir esa “desproporción”, aunque realmente esos datos incómodos sigan en Internet, eso sí, de una manera casi ilocalizable.

Este proceder puede aplicarse en cualquier circunstancia y, aunque la AEPD asegura que cada caso es único, lo cierto es que el derecho de oposición prevalece en la gran mayoría de los casos que la agencia tiene colgados en su web. Éstas resoluciones son vinculantes y vienen a demostrar que siempre que no puedas evitar que una información continúe pública, puedes optar por borrarla de Google, que a efectos prácticos es casi lo mismo.

Un ejemplo clarificador y real es el de Don X.X.X., que ejerció su derecho de oposición sobre unos datos personales contenidos en los ficheros de Google, y que aparecen como resultado de una búsqueda con su nombre y apellidos como palabras clave. XXX realizó una actuación legítima en interés propio “para evitar la difusión pública desproporcionada de unos datos de carácter personal unidos a un hecho de notorio rechazo social”. Google había incluido los datos personales del reclamante en un rastreo del contenido de la edición digital del Boletín Oficial de la Provincia X. El denunciante consideró que la página web del BOP era una fuente accesible al público, por lo que la publicación de sus datos de carácter personal a través de Google se limitaría en el momento que ejercitase su derecho de oposición.

La AEPD falló a favor de Don XXX, que tenía su nombre y apellidos relacionados con “un hecho de notorio rechazo social” y, aunque se desconoce si era o no culpable de algo, el interés común de conocerlo no prevalece, según la AEPD, porque ello mermaría sus futuras búsquedas de trabajo o relaciones sociales. De esta forma, aunque muchas personas no estarían dispuestas a dar una segunda oportunidad, internet hace borrón y cuenta nueva, y hace posible una vida normal.

¿Quién no ha buscado alguna vez su nombre en Google? Un gesto inocente que la mayoría de las veces no lleva a nada, pero que en otras puede acarrear alguna sorpresa desagradable. Lo que encontremos puede ser algo simpático que un conocido ha escrito en su blog o un episodio sobre algo que pasó hace tiempo y que se creía olvidado. El que busca encuentra y, si tan fácil parece, surge la duda de si podría encontrarlo alguien más. ¿Es posible evitarlo? Sí. ¿Aunque sea información pública y veraz? De nuevo, la respuesta es sí.