La televisión en entredicho

La televisión está en crisis. Lo dicen los números y los expertos. El periodista de El País, Juan Cruz, su compañero y director general de CNN+, Francisco Basterra y el sociólogo, José Ignacio Wert , intercambiaron sus perspectivas sobre los nuevos retos de la televisión este lunes en una mesa redonda moderada por la presidenta de Hispasat, Petra Mateos, dentro del Curso de Verano de El Escorial, Las Nuevas Fronteras de la Televisión: Formatos y Contenidos que Vienen.

Cruz ostenta una visión romántica de la vida, desde la que denuncia la falta de calidad de los contenidos de la televisión española. Su visión choca radicalmente con el realismo de Basterra, que considera que la televisión no es más que la radiografía de una sociedad. Frente a ambas perspectivas está el pragmatismo de Wert, que pone en duda el modelo de negocio de un medio en periodo de transición, acechado por la actual crisis publicitaria.

El encuentro de los tres tuvo lugar el mismo día en que Infoadex, la firma que analiza el mercado de la publicidad en España, publicó su informe sobre la evolución de los ingresos publicitarios en el primer semestre de 2008 con respecto al mismo periodo del año anterior. En lo relativo a las televisiones, se ha producido un descenso del 4,1% en los ingresos publicitarios, situandose la cifra de negocio publicitario en los 1.778,9 millones de euros. Las dos únicas televisiones que vieron crecer sus ingresos fueron Cuatro y La Sexta, en un 10,8% y un 37,9% respectivamente, con cifras de 183,6 millones de euros para la cadena de Sogecable y 85,5 millones de euros para la de Mediapro. TVE ha sido la cadena más castigada, situándose su cifra de ingresos en 328,6 millones de euros, un 13,8% menos que en el mismo periodo del año anterior. La siguen Antena 3, con una cifra de 402 millones de euros, que supone una caída del 10,6%, y, por último Telecinco, que experimentó una bajada del 2,5% con ingresos de 536 millones de euros.

“Las perspectivas no son muy halagüeñas y hay mucha preocupación entre aquellos que están en estos momentos preparando los presupuestos del 2009”, dijo Basterra. “Se habla de ajustes de plantilla, de recorte de gastos, se les exige más a los proveedores...”.

La revolución tecnológica amenaza el modelo de negocio de televisión

Pero no es la actual crisis publicitaria la que presenta los verdaderos retos de la televisión. Es la revolución tecnológica. Con ella se han producido toda una serie de cambios sintetizados por Wert: un aumento del consumo de televisión entre determinados grupos demográficos; una mayor fragmentación; un peso creciente de la televisión no convencional; un mayor consumo de determinados géneros, como los reality shows, y, aunque resulte sorprendete para muchos, una mayor presencia de los informativos. Por poner un ejemplo, si en el año 95 TVE dedicaba un 19% de su programación a informativos, en el 07 la misma cadena dedicó un 33%.

Al contemplar estos cambios, el panorama futuro de la televisión se hace incierto, pero Wert es capaz de extraer una lista de conclusiones. Desde un punto de vista social, la más interesante es que la televisión, “va a tener cada vez menos poder estructurante, salvo en acontecimientos excepcionales como ocurrió con la Eurocopa 2008 o con los debates políticos en las ultimas elecciones generales”. Desde un punto de vista empresarial, Wert pone en duda la viabilidad del negocio. “Ante una audiencia que quiere contenidos cada vez más especializados hay que plantearse si existe un modelo de negocio que permita ofrecer estos contenidos”.

Para Basterra hay dos retos claros e imposibles de superar a los que tildó de dictaduras. La dictadura de los programadores de las grandes cadenas y la dictadura de la audiencia. “Ojalá tuviéramos una sociedad que nos permitiera realizar programas de alta calidad”.

Pero la actual crisis económica puede hacer realidad algunos deseos, según Cruz. En uno de sus arranques de optimismo romántico, el periodista planteó lo que previamente le habia sugerido el filosofo George Steiner en una entrevista reciente. “En tiempos de crisis económica suelen renacer esos valores que tienen que ver con la cultura, la reflexión y el debate y es posible que la gente comience a demandar más calidad, obligando también a cambiar la manera de hacer televisión”.