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Qué escucha Héctor G. Barnés | Loretta Lynn, la 'abuela' del country que brilla a los 88 años
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Qué escucha Héctor G. Barnés | Loretta Lynn, la 'abuela' del country que brilla a los 88 años

Entre la iglesia y el garito, entre lo religioso y lo pagano, 'Still Woman Enough' viaja entre lo mundano y lo divino, pero la voz de Lynn, a pesar de los años, está más cerca de lo segundo

Foto: Loretta Lynn, la 'abuela' del country. (Foto: Laura Martín)
Loretta Lynn, la 'abuela' del country. (Foto: Laura Martín)
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Sirva este texto como una recomendación doble: del nuevo álbum de Loretta Lynn, editado el pasado viernes a la edad de 88 años (u 89 menos un mes) y de la serie documental 'Country Music' que aún se puede disfrutar hasta final de mes en Movistar+. Dirigida por Ken Burns, es la mejor puerta de acceso a un género tan injustamente despreciado como fácilmente apreciable. Conocer a la Carter Family, Hank Williams o Johnny Cash es amarlos, algo que también ocurre con nombres menos evidentes que el documental pone en su lugar como Bob Wills, Charley Pride o Roy Acuff.

Una de las entrevistadas más perspicaces en la serie es la propia Loretta Lynn, que pizpireta y emperifollada, parece tener 50 años menos que los que marca su carnet de identidad. Lo muestra también su nuevo álbum, ' Still Woman Enough', que es probablemente el gran clásico country de este año. Clásico, porque la mayor parte del repertorio está sacado o bien de sus propias composiciones o de temas conocidos por todos ('Keep on the Sunny Side' de la Carter Family o 'I Saw the Light' de Hank Williams), y su sonido es atemporal, como salido del Nashville en 1968. A los 88 años, una no va a ponerse a grabar un disco para los que piensan que Taylor Swift hace algo parecido al country.

Ya quedó atrás 'Van Lear Rose', ese otro gran disco que en 2004 le produjo Jack White de los White Stripes, y la intención de Lynn tampoco es la de los 'American Recordings' de Johnny Cash, es decir, deconstruir el repertorio tradicional, sino simplemente (y ya es bastante) ofrecer un tratado de country honky-tonk al que lo quiera escuchar y disfrutar, no tan lejos de lo que ha hecho Shirley Collins con el folk británico en sus últimos dos trabajos. Modernas a través del clasicismo, voces salidas de un pasado remoto que hoy suenan más vigentes que nunca.

No le hace falta cargar las tintas, pero 'Still Woman Enough' suena a reivindicación feminista 'hillbilly'. Se unen en los coros Carrie Underwood y Reba McEntire para cantar 'aún soy lo suficientemente mujer y aún tengo lo que se necesita / sé cómo amar, perder y sobrevivir / no hay mucho que no haya visto y no haya intentado', mientras los aullidos de las tres cantantes americanas nos recuerdan eso que olvidamos con tanta frecuencia, que el country puede parecer muy blanco pero no existiría sin la música negra.

No hay género que represente mejor los claroscuros del alma que el propio country

Entre la iglesia y el garito (ese 'honky tonk' de suelo de madera, cráneo de búfalo colgado en la pared y sangre de borracho en el suelo), entre lo religioso y lo pagano, 'Still Woman Enough' transita entre lo mundano y lo divino, aunque la voz de Lynn, a pesar de todos los años que han pasado, esté aún más cerca de lo segundo que de lo primero. ¿Un momento que me emociona especialmente? La tradicional 'I Don't Feel at Home Anymore', que parece una despedida: 'Este mundo no es mi hogar, solo estoy de paso / Todos mis tesoros y esperanzas están detrás del azul del cielo'.

Lynn fue una de las primeras cantantes country en hablar de la píldora, y aquí recupera junto a Margo Price 'One's on the Way', que bromea con que mientras las mujeres de Nueva York tienen métodos anticonceptivos a su alcance, en Topeka (Kansas) ellas siguen pasándose el día fregando el suelo, regañando a los niños y aguantando a los amigotes de su marido. Hay un orgullo rural en las canciones que recoge el álbum: 'Me criaron en Oklahoma y estoy orgullosa de ello, me llamaron paleta pero he reído la última'. Para más indicaciones, vean 'Coal Miner's Daughter' (o, como se llamó aquí, 'Quiero ser libre'), el biopic que dirigió Michael Apted hace 40 años. O, mejor aún, escuchen la propia canción de la hija del minero, que aquí aparece recitada.

En 'Country Music', Lynn bromea diciendo que a pesar de que pasó toda su vida con el mismo hombre cantaba canciones en las que los ponía en su sitio mientras que Tammy Wynette, compañera de generación, cambiaba de marido como de chaqueta mientras cantaba 'Stand By Your Man' ('Aguanta junto a tu hombre'). La música country es terreno de contradicciones e ironías, de sinceridad y cinismo, y si se canta con la claridad de espíritu y el buen gusto de Loretta Lynn en su disco número sesenta, no hay género que mejor represente los claroscuros del alma.

Sirva este texto como una recomendación doble: del nuevo álbum de Loretta Lynn, editado el pasado viernes a la edad de 88 años (u 89 menos un mes) y de la serie documental 'Country Music' que aún se puede disfrutar hasta final de mes en Movistar+. Dirigida por Ken Burns, es la mejor puerta de acceso a un género tan injustamente despreciado como fácilmente apreciable. Conocer a la Carter Family, Hank Williams o Johnny Cash es amarlos, algo que también ocurre con nombres menos evidentes que el documental pone en su lugar como Bob Wills, Charley Pride o Roy Acuff.

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